tv.um.es

Una vez separada la tráquea y el esófago y despejado el terreno hasta la abertura craneal del tórax vamos a eliminar toda la masa muscular posible. Esto no es una maniobra obligatoria indispensable, yo diría que conveniente para poder localizar mejor las articulaciones de referencia para la apertura de la cavidad torácica que serían las articulaciones costocondrales. Para abrir la cavidad torácica, se realizarán dos cortes simétricos y bilaterales siguiendo la línea de las articulaciones costocondrales desde la abertura craneal del tórax hasta las costillas falsas, es decir, el corte es cráneo, caudal, a un lado y al otro. Por lo tanto, cortamos la primera articulación a la altura de la abertura craneal del tórax, ya la hemos realizado a un lado y ahora al otro. Costótomo, sierra o tijeras de podar. Una vez realizados los cortes oportunos a un lado y a otro, como de hecho son simétricos y bilaterales siguiendo las uniones costocondrales, pues levantamos el esternón respetando la continuidad, si es posible, del pericardio. Lo iremos separando de la pieza ósea y al final queda una estructura a modo de bisagra. No es necesario cortar todas las costillas, es decir, las cotillas falsas se respetan, no se cortan. Solo las verdaderas. Y a partir de aquí, como ocurría en la cavidad pelviana, hay que liberar la tráquea y el esófago en su tránsito hacia la cavidad torácica. Esto se hace manteniendo el cuchillo en paralelo para no romperla. Siempre por debajo y por los lados del órgano. Y una vez realizada esa maniobra, traccionamos los pulmones caudalmente. Finalmente, con un corte adecuado, terminamos la extracción de pulmón. El resultado de la maniobra descrita nos permite extraer en bloque el conjunto de lengua, laringe, tráquea, esófago, pericardio, corazón, pulmones, grandes troncos vasculares que quedan unidos al corazón y el conjunto de los linfonodos regionales, traqueobronquiales y mediastínicos.