Idioma: Español
Fecha: Subida: 2012-06-27T00:00:00+02:00
Duración: 5m 52s
Lugar: Espinardo - Facultad de Veterinaria - Museo Anatómico Veterinario
Lugar: Videotutoriales
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Articulación del hombro

Anatomía veterinaria: aparato locomotor

Transcripción

Comenzamos el estudio de las articulaciones del  miembro torácico proximal a distal. La primera articulación que estudiamos es la articulación escápulo-humeral o articulación del hombro. La superficie articular que ofrece la escápula  para esta articulación es la cavidad glenoidea,   la superficie articular que ofrece el húmero  es la cabeza del húmero. Se trata de una  articulación sinovial esferoidal, donde los movimientos posibles son los tres movimientos en los tres planos del espacio, si bien es el de flexión y extensión el que va a predominar.   Si utilizamos una escápula y un húmero de  este lado derecho, aislados del esqueleto,   podemos identificar estos accidentes implicados  en la articulación con algo más de detalle. Aquí, en la escápula derecha, en su extremo distal, vemos la cavidad glenoidea uniformemente cóncava.   En el húmero, en su extremo proximal, en su  epífisis proximal, la superficie uniformemente   convexa de la cabeza, con esta forma esferoidal delimitada por el cuello. Esta articulación, como vemos, es desproporcionada en superficies articulares. La cavidad glenoidea de la escápula es algo inferior a la cabeza del húmero. Por este motivo, la superficie articular de la escápula se ve aumentada en su borde por un suplemento filocartilaginoso que se denomina labro glenoideo. Este labro glenoideo y la cápsula articular los podemos observar en esta pieza, también del lado derecho, en este caso de vacuno, donde hemos realizado una ventana en la cápsula articular,  en la parte caudal de la articulación. Vemos la superficie articular de la cabeza del húmero, la superficie articular de la cavidad glenoidea,  con ese labro glenoideo y podemos observar,   sobre todo en la parte lateral y craneal, la  cápsula articular. Una cápsula articular que se va fijando al borde de la cavidad glenoidea y al cuello del húmero y que, como vemos, es algo laxa y con escaso refuerzo ligamentoso. Se describen ligamentos glenohumerales en la parte más craneal, pero son principalmente los tendones musculares que llegan hasta la zona del hombro los que actúan como verdaderos refuerzos de esta articulación.  Para identificar estos refuerzos tendinosos,  vamos a utilizar este miembro torácico de potro plastinado y esta otra pieza, ya de un animal algo más grande, una pieza húmeda. Si nos fijamos en la cara lateral de este miembro torácico,   podemos observar la espina de la escápula,  Vemos aquí en superficie el músculo deltoideo,   llegando a la tuberosidad deltoidea y en  la parte más caudal de la región del brazo,   todo el músculo tríceps braquial, en su inserción  a la tuberosidad del olécranon. En la zona más próximal y craneal, vemos el músculo supraespinoso y el músculo infraespinoso. Son estos músculos, en sus tendones de inserción, los que van a reforzar principalmente en este lado lateral, la articulación del hombro. Si vemos esa misma musculatura en esta pieza húmeda,   donde hemos retirado los vientres musculares pero  hemos conservado los tendones,   podemos apreciar la relación directa que tienen estos tendones con la articulación. Esta es la fosa infraespinosa, este es el tendón de inserción del infraespinoso, hacia la porción caudal del tubérculo mayor, y vemos cómo pasa lateralmente a la articulación del hombro. Por su parte, el supraespinoso se inserta en la porción craneal del tubérculo mayor y también lo hace en la porción craneal del tubérculo menor,  con lo cual refuerza lateral, craneal y medialmente esta articulación. Otros músculos implicados en el refuerzo  de la articulación del hombro, los tenemos cranealmente. En concreto, estamos refiriéndonos al músculo bíceps braquial, con su tendón de origen en el tubérculo supraglenoideo. Todo el tendón, recorriendo el surco intertubercular, actúa reforzando esa articulación desde este plano más craneal. En la pieza plastinada, si rotamos en sentido craneal y medial, podemos observar el  músculo bíceps braquial, en su trayecto craneal   a la articulación del hombro. Si continuamos rotando en sentido medial, podemos observar la musculatura que de este medial refuerza la articulación del hombro. En concreto, nos estamos refiriendo al músculo subescapular. Músculo que ocupa toda la fosa subescapular en la cara costal de la escápula y que termina insertándose en el tubérculo menor  del húmero, concretamente en su porción caudal,   actuando como verdadero refuerzo medial de esta articulación. En la pieza húmeda, donde hemos retirado el vientre muscular del subescapular, vemos el espacio óseo donde la fuerza subescapular   y el tendón de inserción de este músculo, cómo  en su llegada al tubérculo menor del húmero,   pasa sobre la cápsula articular reforzando  esta cara medial de la articulación.

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Octavio Miguel Lopez Albors

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Serie: Articulaciones (+información)

Hombro, codo y mano: carpo, metacerpofalangiana e interfalangianas.