Idioma: Español
Fecha: Subida: 2014-06-19T00:00:00+02:00
Duración: 24m 07s
Lugar: Viabilidad no asegurada, indicar en descripción
Lugar: Documental
Visitas: 19.572 visitas

Universidad de Murcia. Cien años de publicaciones (1915-2015)

Descripción

Historia del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia desde la perspectiva de sus directores, de todo el personal que ha estado vinculado a la editorial y de sus publicaciones más significativas.

Transcripción

El servicio de publicaciones es el pilar de la universidad en el que se apoya la plasmación de investigaciones en buenas ediciones. Los libros publicados por EDITUM, nombre del actual servicio de publicaciones de la Universidad de Murcia y anteriormente servicio de publicaciones e intercambio científico, constituyen hoy una valiosa y atractiva biblioteca. Hoy una universidad no se entiende sin un buen servicio de publicación. Ya sabemos que los libros son caros, que cuesta producirlos, pero es una forma de hacer universidad que tiene un beneficio inmediato. La existencia de publicaciones propias en la Universidad de Murcia se remonta a los mismos orígenes de este centro, aunque desde sus comienzos. La nueva institución vivió una enorme limitación de infraestructuras y recursos materiales y humanos. En estos años, tan difíciles como necesarios, se consolidaron las escasas especialidades que se concentran en la misma facultad. Tensiones políticas, escasos alumnos y falta de locales propios marcan esta etapa, en la que hasta tres intentos de supresión amenazan la institución que finalmente se consolida en el convento de la Merced. Y finalmente estaba Ciencias. que eran ciencias naturales, físicas y químicas, ciencias en general. En la que destacó un catedrático que además organizó muy bien, un poco antes de llegar yo y durante los primeros años que yo estaba, que era José Loustau. En los 20 años de gobierno de Loustau, para quien la formación universitaria tiene una finalidad clara, los esfuerzos se centran en la producción de saberes y la profesionalización de los estudiantes. Para ello se precisa de la cultura, la ampliación de horizontes y la información y comunicación del conocimiento. En 1930 se comienza a editar la revista Anales de la Universidad de Murcia, que incluye trabajos de las tres facultades que forman el centro en este momento. Su trabajo constante va a ser mantener una universidad productiva e independiente de las presiones políticas, pero siempre al tanto de las innovaciones científicas, con abundante y escogida bibliografía, con la utilización constante de depuradas técnicas de investigación. En los siguientes 30 años, la institución permanece controlada, pequeña y mal dotada económicamente. El número de alumnos es bajísimo, suponiendo un coladero, ya que la mayoría de ellos eran libres. Fuí con mi cochecito... entonces era un 600 como todo el mundo y los tres primeros guardias que me encontré entrando a Murcia, pues les pregunté por la universidad, y solamente el tercero ya por fin me pudo decir, bueno, eso es algo así como el seminario. Y ya cuando llegué a mis compañeros de la facultad de ciencias no pude contenerlo y se lo dije. Digo, mira, tengo la sensación de que no sé si vosotros vivís de espaldas a la universidad o a la ciudad, o la ciudad vive de espaldas a vosotros. Durante la segunda mitad de los años 50, Y toda la década de los 60, la Universidad Española empieza a superar la dramática crisis de la Guerra Civil. Por allí pasaron profesores prestigiosos como Pedro Salinas, Jorge Guillén, Santiago Montero Díaz, Enrique Tierno Galván y algunos otros. En 1954, el crecimiento en importancia y en colaboraciones de la revista Anales motiva la aparición del director de publicaciones. Antonio Soler Martínez ejerce en el cargo durante una década. Y se organizó, un poco dirigido modestamente por mí, que también había fichado muchos libros en mis años de estudiante en el seminario, se colocaron los libros y se hizo el fichero. Por tanto, sabíamos lo que teníamos. Y esa fue la mayor de las alegrías del mundo. Ella ha conocido el servicio en sus inicios y lo está conociendo desde ahora. Y para mí es un lujo que siga con nosotros participando y además imponiendo o marcando, su estilo personal en cuanto a la exigencia de la calidad, del trabajo bien hecho, de la excelencia. Yo creo que el servicio de publicaciones, para entenderlo, hay que entender un poco o comprenderlo a través de lo que ha sido la figura de Paquita Moya. Lo primero que fue, eso es la primera impresión, es que esto hay que ordenarlo. Subimos los libros y eso no se puede hacer, si no ocurre una idea. Entonces, en aquella época, los alumnos tenían que hacer servicio militar, pero en cambio en vez de servicio militar hacían lo que se llamaba las milicias universitarias. Las chicas que hacían, pues tenían que hacer el servicio social. El servicio social era una cosa que se hacía en el correspondiente SEU, servicio no sé cuánto de universitario, o la sección femenina, en los pueblos, y aquí también, la sección femenina existía aquí en Murcia, por supuesto, y entonces hacían el servicio social en la sección femenina, en el apartado correspondiente a la universidad, bien, haciendo fichas, haciendo lo que les mandaran, y yo me enteré que también hacían algo en la biblioteca o en algún departamento, y dije, oh, esta es la mía. Vamos a solicitar que podamos hacer, puedan hacer las alumnas el servicio social en publicaciones fichando los libros. El centro es un lugar de paso para profesores que comienzan en su labor docente, por lo que la siguiente década se compone de direcciones breves. Desde Juan Vila Valentí, Antonio Ruiz de Elvira Prieto, Manuel Rodríguez Gallego, Emilio Gómez Piñol, Ana María Muñoz Amilibia, a Agustín Bermúdez Aznar. La Universidad de Murcia, me parece que yo fui de las pocas que estuve 15 años. Siempre era como una universidad de paso. Tengo un gran recuerdo del servicio de publicaciones, que por supuesto nada tiene que ver con el actual en cuanto a magnitud, pero la calidad de las publicaciones era excelente, y la calidad de los ejemplares que se hicieron pues era magnífica. En la década de los 60, la Universidad de Murcia se readapta a las nuevas necesidades de la sociedad. En las épocas anteriores a mí, había... cambiaba de sitio, era un servicio que no estaba organizado como tal servicio. Mi predecesor, que fue Agustín Bermúdez Aznar, él ya hizo una labor de establecimiento del servicio, incluso se buscó un local en el edificio más antiguo de la universidad. Tened en cuenta que por ejemplo cuando yo llegué a la universidad que más o menos es vuestra época, igual había 7.000 alumnos, y cuando acabé había 30.000. Es decir, que la universidad pasó de ser pequeña y elitista a ser grande y democratizada. Pero yo digo, era de una manera muy rudimentaria, y a lo largo de los años pues fuimos organizándolo de una manera más seria y más rigurosa. Entre otros cambios, se llevó a cabo la creación del servicio de publicaciones de la universidad, estratégico por llegar a universidades y centros de estudio nacionales y extranjeros. Establecimos un sistema de evaluación de originales que nunca se había hecho en la Universidad de Murcia, pedíamos informes externos a la hora de decidir sobre un libro y publicamos muchísimos libros, revistas, movilizamos muchísimos elementos de difusión, ...de difusión de la actividad investigadora de la Universidad de Murcia. Era una época en que en todas las facultades estaban en promoción, en promoción profesional, y yo creo que apoyamos bastante todo aquello. Sobre todo en las facultades de Humanidades, de Ciencias Sociales, de Derecho, nosotros publicamos muchos trabajos de Derecho, y luego de las nuevas facultades en aquellos años, como era Psicología, por ejemplo, o Filosofía, Ciencias de la Educación, ahí hicimos publicaciones que incluso tuvieron mucha difusión y mucho éxito. Se inicia un periodo eslabón entre la trayectoria histórica que finalizaba y una nueva universidad con mayor capacidad de decisión. Hubo que esperar más de medio siglo para añadir una titulación a las tres fundacionales. La Facultad de Medicina se crea en 1971, y poco después es la primera en trasladarse al nuevo campus de Espinardo. Se crean nuevos centros, titulaciones y servicios, a la vez que el profesorado sobrepasa el millar. Se crea el COIE y se funda el IRCE. Además se configura el Centro de Recursos Audiovisuales y comienza el proceso de informatización de la universidad. Mi labor era hacer portadas, a veces maquetar libros, o hacer colecciones, ayudar a Pepe, ayudar a Perona en todo lo que es la confección de libros. En esta época se crea la Asociación de Editoriales Universitarias Españolas, de la que forma parte la Universidad de Murcia desde su fundación. Porque hasta entonces se publicaban en algunas revistas los anales de ciencia, los anales de filosofía y letra, y poco más. Se hacía una especie de miscelánea, cada número, y luego ya Pepe pasó a publicar libros. Durante el gobierno del rector Soler, la universidad registra su mayor crecimiento a pesar de la segregación de Albacete del Distrito Universitario de Murcia. En esta época entran los nuevos estatutos en los que se proclama la autonomía de la Universidad de Murcia y el principio de participación de todos los sectores de la comunidad universitaria. Lo único que yo puedo decirte de labor mía, fue el poner al día algunas cosas que ya habían iniciado ellos y que faltaban. Por una parte, la eficacia en el cobro a los distribuidores de libros y, por otra parte, el agilizar el asunto de los intercambios científicos con el resto de las universidades. Y, además, también agilizar los informes que de cada obra se tenían que recibir antes de su publicación. En la siguiente etapa, la universidad pone interés en dinamizar los órganos de gobierno. Las relaciones internacionales entran en auge, mientras que las tecnologías de la información se consolidan y universalizan. La creación del carnet inteligente coincide con las grandes obras en la universidad, posibles gracias a fondos europeos. Yo me acuerdo del trabajo, el primer trabajo que yo publiqué, mío, fue en Nogués, en la imprenta Nogués de aquí, en la platería. Y había que hacer línea, línea, plomo, en fin, era un trabajo como Gutenberg. Era poco, se había adelantado muy poco, ¿no? Y ahora, por de pronto, todo se mecaniza y es un espectáculo ver trabajar en esas máquinas. Trabajábamos siempre con Nogués. Nogués tenía un personal muy competente, muy eficiente. El gran problema en la edición durante ese período, para mí, y que Nogués no me podía realmente resolver o lo resolvía, bueno, de aquella manera, eran las portadas, era la ilustración de las portadas. Con el vicerrector de Economía, que fue el que empujó y ayudó, Antonio, dijo que había que las técnicas de impresión últimas, que había que incorporarlas a la universidad, no solamente para libros, sino para impresos de cualquier tipo y tal. Entonces, en este edificio que estamos, se puso por primera vez unas máquinas que eran las locutees, porque pasaron de, bueno, que lo hagan ellos, que esto sirve de poco, a tenernos mucho cuidado, porque también ha habido libros que han alcanzado ediciones, varias ediciones, y se han hecho populares, ¿no? Porque al fin y al cabo, una parte enorme de los escritores, de los escritores españoles, son universitarios. Pero lo que sí me acuerdo es del número de libros que publicamos en el último año que yo estuve. 103 libros. ¿Qué quiere decir? 365 días al año. Quita vacaciones, quita veraneo, quita sábados y domingos, salíamos a libro diario. Que no está mal, ¿eh? En 1996, el servicio de publicaciones inicia nueva etapa al desdoblarse en dos ámbitos. El editorial, bajo la tutela de la Comisión de Publicaciones, y en impresión, para lo que cuenta con un cuerpo de maquinaria más complejo y productivo. A través de una empresa, digamos, un servicio de informatización de todo el servicio de publicaciones para poder controlar desde que un libro, mejor, un manuscrito, entraba hasta que salía para poder ver todos los pasos que seguía. Por una parte, la editorial universitaria, que es un modelo de los posibles, no siempre se hace así, tenía sus propias herramientas, sus propias máquinas de impresión digital. Hay editoriales que prefieren no tener imprentas, no tener imprentas de producción propia y sacar a concurso lo que es el proceso de impresión material y que lo hagan distintas imprentas. La apuesta del editorial de la Universidad de Murcia es tener sus propias máquinas de impresión digital que permitan publicar e imprimir la mayor parte de los libros internamente, después de una maquetación profesional. Fundamentalmente, darle en el ámbito editor la mayor divulgación posible a los libros. Es decir, que no quedaran circunscritos al ámbito regional murciano. Veníamos de tiradas medias de casi mil ejemplares y actualmente se pueden estar haciendo tiradas de 150 o 200. Hay que tener en cuenta que se le da al autor un 10% de la tirada para que pueda promover el libro en sus contactos editoriales. Hay otros ejemplares que van a los distribuidores y libreros. Hay otros que van a las demás bibliotecas universitarias españolas porque la labor nuestra también de una editorial universitaria es favorecer que estén todas las publicaciones en el resto de bibliotecas universitarias públicas españolas. Entonces, esa tirada mínima es la que garantiza la comercialización, la distribución y el intercambio de las publicaciones al exterior. Incluir propaganda del servicio junto con otras editoriales universitarias. Observé que era muy, muy rentable para el servicio a la hora de la venta, ese salir fuera. Ha ido evolucionando a lo largo de sus años, convirtiéndose actualmente en lo que es la principal editora de toda la región de Murcia. El Servicio de Publicaciones adopta técnicas de impresión innovadoras que permiten que las obras de la Universidad de Murcia se editen y publiquen con medios propios, adaptándose a las nuevas exigencias de demanda y distribución de la comunidad científica universal. En esta etapa, la Universidad experimenta la expansión de las infraestructuras de las tecnologías de la información y la comunicación, a la vez que comienza la adaptación al espacio europeo de educación superior. En 1998, el campus de Cartagena se segrega de la Universidad de Murcia, originando la Universidad Politécnica de Cartagena. Se empezó a introducir las herramientas de ediciones electrónicas, ya empezaron a salir algunas determinadas revistas que siempre hasta entonces habían sido en papel, se empezaron a editar a través de internet. Hemos intentado mantener e incrementar el número de publicaciones, pero reduciendo muchísimo la tirada media y haciendo que algunas de las publicaciones fueran principalmente publicaciones digitales. De modo que con el mismo dinero se pudiera ayudar más a la edición científica, a la publicación de los resultados de los trabajos de los miembros de la comunidad universitaria, pero produciendo un ahorro. La Universidad de Murcia, gran parte de su presencia en el mundo también es a través de lo que producen sus profesores, de lo que se investiga, de lo que se trabaja, de lo que se publica. En los últimos tiempos, a punto de añadir y alcanzar su centenario, la universidad pugna por consolidar años de expansión mientras una profunda crisis económica mina los cimientos del bienestar social alcanzado. Severo control presupuestario, empleo de energías renovables y una decidida apuesta por el desarrollo tecnológico que permite la apertura de la universidad a las redes sociales y el desarrollo de aplicaciones virtuales de gestión académica e innovación docente, ayudarán a encajar el impacto. Una época complicada que culmina con el nacimiento del Campus Mare Nostrum de Excelencia Internacional, creado, no sin dificultades, entre las dos universidades públicas de la región, que pretende potenciar la proyección internacional, la investigación y colaboración entre universidades mediterráneas. Hoy, por ejemplo, esperamos que las bibliotecas universitarias compren los e-books y los pongan accesibles a través de préstamo o disponibles en acceso abierto para los estudiantes o los investigadores. Los estudiantes esperan tener en sus campus virtuales los materiales docentes de sus profesores para poder leerlos. Entonces, cambia el modelo de negocio, cambia la manera de financiar y hacer posible una editorial universitaria. Y lo que ha hecho la crisis es acelerar esa apuesta del servicio de publicaciones por adaptarse a los nuevos tiempos. Estamos perfectamente incorporados a lo que es el mundo del libro digital, que es nuestra gran apuesta. No es gratis, por el hecho de que esté en acceso abierto o porque no se imprima en papel. Hay que maquetarlo, hay que darle una buena composición, hay que hacer que sea muy legible y navegable. Puede tener su continuidad, porque un e -book puede llevar en paralelo una página web donde se añadan contenidos, debates sobre sus resultados, se hagan comentarios sobre las aportaciones del libro, se puedan tener anexos o materiales gráficos o tablas de resultados que no hayan salido en el libro principal, pero que valgan para profundizar en él. Es decir, permite ir teniendo una vida y una continuidad más allá del momento de su publicación. Ahora, lo importante es ser visible, estar en la red, ponerse todo ese conocimiento, todas esas investigaciones en él, que puedan ser conocidas independientemente de que tú vivas en Murcia, vivas en Asturias, o vienes vivas en Hispanoamérica. Entonces, lo que hacen las nuevas tecnologías es posibilitar que nuestros libros, que nuestras revistas, que la producción de nuestros profesores, puedan ser conocidas al instante, en cualquier parte. No es que ya seamos ahora la editorial de Oxford University Press o Cambridge University Press, porque hay muchos componentes en la transmisión del conocimiento, pero hay cosas muy sintomáticas. Por ejemplo, hay un ranking web de las universidades del mundo que hace el laboratorio de cibermetría del CSIC, y ahí la Universidad de Murcia estaba en torno al puesto 500 del mundo de visibilidad en Internet. No podemos decir que sea la mejor, pero sí está entre las diez más respetadas y más consideradas a nivel, por su producción científica, por la calidad de la edición, por el tipo de selecciones que se hacen, es decir, que es una de las más respetadas en toda España. Las publicaciones debían tener una marca, un nombre, un sello editorial, que tuviera los valores que queríamos transmitir. Representara el nombre de la Universidad de Murcia o que lo incluyera, teníamos que encontrar una palabra que acabara en "UM", que tuviera el nombre de la editorial o de edición, de la labor de editar, también que tuviera un componente de modernidad que compensara la parte latina que implicaba tradición, consolidación, conocimiento. Pensamos en insertar el ".UM", que diera la sensación de una dirección electrónica y entonces encontramos la palabra latina "edit".

Intervienen

Agustín Bermúdez Aznar
Director Servicio de Publicaciones 1977 a 1979
Ana María Muñoz Amilibia
Directora del Servicio de Publicaciones 1971 a 1977
Angel Luis Molina Molina
Director Servicio de Publicaciones 1990 a 1993
Conrado Navalon Vila
Director Servicio de Publicaciones 2010 a 2014
Francisco Flores Arroyuelo
Director Servicio de Publicaciones 1993 a 1998
Francisco Javier Diez de Revenga
Director Servicio de Publicaciones 1979 a 1984
Jose Antonio Gomez Hernandez
Director Servicio de Publicaciones 2006 a 2010
Juan Vilá Valentí
Director del Servicio de Publicaciones 1964-1965
Manuel Martínez Arnaldos
Director Servicio de Publicaciones 1998 a 2006
Manuel Rodríguez Gallego
Director del Servicio de Publicaciones 1967 a 1968

Organizadores

Carmelo Javier Andujar Castillo
Colaborador
Conrado Navalon Vila
Coordinación
Francisco Antonio Gil Pujante
Colaborador
Maria Jose Garcia Tejera
Colaboradora
Maria Victoria Gomez Moreno
Colaboradora
Vicente Lillo Hidalgo
Colaborador

Postproductores

"Bolero" Maurice Ravel (1928)
Banda Sonora
Adela Martinez Fernandez-delgado
Ayudante de edición
Alberto Jesus Garcia Garcia
Animación "Creación Logo Editum"
Alfonso Burgos Risco
Montaje y post-producción
Álvaro Thomas Gayoso
Digitalización de material audiovisual histórico
Fernando Bernabé Casas
Digitalización de material audiovisual histórico
Francisco Bonache Martínez
Digitalización de material audiovisual histórico
Isaac Rupérez Cano
Ayudante de edición
José Juan Gil Izquierdo
Digitalización de material audiovisual histórico
Jose Luis Gomez Tassias
Animación 3D

Realizadores

Adela Martinez Fernandez-delgado
Digitalización de materiales impresos
Alberto Jesus Garcia Garcia
Cámara
Alfonso Burgos Risco
coguionista y dirección
Ana Maria Martin Luque
Documentación
Antonio Gómez Gálvez
Cámara
Antonio Nicolas Sanchez
Producción y coguionista
Archivos Universidad de Murcia
Documentación
Carlos Gil Andreu
Retratos de Manuel Rodríguez
Erica Lopez Muñoz
Cámara
Francisco Bonache Martínez
Cámara
Guillermo Marin
Narrador
Isaac Rupérez Cano
Cámara
Javier Tavira Moreno
Producción
Jose Maria Laborda Guirao
Cámara
Luis Urbina
Documentación Gráfica
María Manzanera
Documentación Gráfica
Pascual Francisco Vera Nicolas
Texto base y Entrevistas
Veronica Camara Bevia
Cámara

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Conrado Navalon Vila
Ediciones de la Universidad de Murcia (EDITUM)

Comentarios

Nuevo comentario

Serie: Universidad de Murcia. Cien años de publicaciones (1915-2015) (+información)

Descripción

Historia del Servicio de Publicaciones de la Universidades de Murcia desde la perspectiva de sus directores, de todo el personal que ha estado vinculado a la editorial y de sus publicaciones más significativas.