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Las referencias para cortar la cavidad craneana con objeto de extraer el encéfalo, son las siguientes. Cara medial de los cóndilos del occipital, a un lado y a otro. Y luego un corte que se va prolongando de forma divergente. Son, por lo tanto, cortes bilaterales y simétricos, que van a ser unidos por un tercero. Debido al desarrollo en esta especie de los cuernos, pues conviene situarse detrás de ellos aproximadamente el grosor de un dedo detrás de las protuberancias cornuales. Efectuados los cortes correspondientes, según las referencias que hemos descrito, separamos la pieza ósea. No hay ningún problema en retirarla siempre que se haya practicado, insisto, el corte bilateral por la cara medial de los cóndilos. Nos aparece en primer lugar la duramadre y debajo de ella, pues los órganos del encéfalo cerebro, cerebelo y parte ya de la médula. La duramadre la vamos a cortar en su línea media, desde la porción caudal hasta la rostral. Una vez cortada, la vamos a separar desbrindando oportunamente todo aquello que nos impide hacerlo bien. Y dejamos al descubierto parte del cerebro y del cerebelo. Para completar la extracción del encéfalo, con la cabeza invertida en la mano, desbridamos la duramadre, introducimos el dedo y, progresivamente, vamos liberando el encéfalo de la cavidad que lo contiene. Una vez extraído el encéfalo, quedan referencias a tener en cuenta, por ejemplo, el quiasma óptico o la hipófisis que queda ahí después de haberla puesto al descubierto.