El Imperio Almohade fue capaz de crear
grandes ejercitos. La batalla de las Navas
de Tolosa, la ganaron los cristianos,
cabe decir que gracias al valor
personal del rey de Castilla, deseoso
de vengar su derrota en Alarcos en 1195.
Incluida toda su nobleza en el empeño,
aunque me da la impresión que hizo falta
su fuerte compromiso personal,
el rey de Castilla, como el de Aragón,
es un rey soldado, que carga contra el
enemigo a la cabeza de sus tropas.
El califa en cambio,
asiste a la batalla desde
un pronomontorio, rodeado
de su guardia personal.
El único efecto, a nivel territorial,
es la recuperación por los castellanos de
tierras que habían perdido a partir
del 1195, tras la derrota de Alarcos,
y que ahora los cristianos retoman.
La progresión cristiana,
después del 1212, no fue inmediata.
El rey de Aragón, Pedro II, muere en
la batalla de Muret, en el sur de Francia
y Alfonso VII de Castilla muere en 1214.
En ambos reinos, hay reyes menores de
edad y una situación de crisis por la
agitación de la nobleza.
El califa an-Násir, derrotado en las
Navas, muere en 1214. Le sucede un
niño. Su hijo Yúsuf, de sobre nombre
al-Mustánsir, que no tiene más que 10
años. Como consecuencia de esto,
y también de los problemas internos del
Imperio Almohade, durante
un decenio es muy pasivo.
No hay iniciativa por
parte de los almohades,
y cuando el califa al-Mustánsir muere 1224,
se desatan las ambiciones de Zaid.
El más importante es el gobernador de
Sevilla. Entra en tratos con el rey de
Castilla, Fernando III, y consigue que
este le preste un contingente de 500
caballeros cristianos para intentar
apoderarse del califato en Marrakech.
Una vez asentado en Marrakech,
renuncia solemnemente al dojma,
que fuera la fuerza del
Imperio Almohade.
Un dojma que algunos
pensaban casi herético.
Es una situación compleja.
Toma el sobrenombre
de al-Maʾmūn como califa, desde 1228.
Va a renunciar al dojma almohade,
y, tras la revuelta de al-Maʾmūn,
cuyo califato ahora está situado en
Marrakech,
habrá otra revuelta en Murcia de un jefe
andalusí, Ibn Hud.
Durante uno o dos años Ibn Hud aglutina
en torno a sí sublevados en todo el
territorio, contra el régimen almohade.
Parece que Ibn Hud, el jefe de Murcia,
va a conseguir reunificar toda la España
mudéjar en Andalucía.
Resulta derrotado por el rey de León,
Alfonso IX, en Alange, cerca de Mérida.
Esta derrota, da paso a la fragmentación
política de la España musulmana,
en los terceros Reinos de Taifas.
Es una situación muy complicada.
En Valencia se había podido
mantener un gobernador
almohade, tras la revolución
andalusí de Ibn Hud.
Se había mantenido el
gobernador almohade llamado
Zeit abú Zeit, según la
historiografía cristiana.
Pero él mismo deberá
finalmente ceder Valencia
y dejar el poder de la
plaza a un jefe militar local.
El que intentará resistir al avance
cristiano será un jefe militar andalusí
Zayyán ibn Mardanish, pero caerá
derrotado por los cristianos.
Sucederá en 1238, con la toma de Valencia.
Hay que recordar que, tras la toma de
Valencia, hasta el año 43-44 esta zona
se convierte en una zona
de interés, no diré de conflicto,
entre Castilla y la corona de Aragón.
Cuando, en teoría, el tratado
de Cazola vinculaba este
territorio que era la antigua
taifa que tenía la Corona de Aragón.
Cuando cumple de 19 años su padre trató
con Jaime I, el casamiento de
Alfonso, con la hija
primogénita de Don Jaime,
que se llamaba también
Violante como su madre.
Pero él ya se había enamorado,
con la fogosidad de los 19 años,
de Doña Mayor Guillén, con la cual tuvo
una hija que después fue la que más
satisfacciones le produjo a lo largo
de su vida, cuando sus hermanos se
revelaron contra él, y sus propios hijos.
Sin embargo, Beatriz le dió
grandes satisfacciones.
Cuando cumplió los 20 años Fernando III,
lo llevó a las expediciones que
hizo sobre Andalucía.
Él lo nombró alférez mayor
y su primera actuación
política fue con el acuerdo
que hizo con los representantes
de Ibn Hud en Alcaraz.
El contexto en el que se
encontraba el reino murciano
en esos momentos, pues
era de franca decadencia.
Muhámmad ibn Hud, digamos que piensa
el poder de los posibles rivales
que aspiraban a acabar con el reino
murciano, pues podían ser más útiles
en la negociación. Por una parte,
Ibn al-Ahmar, el rey nazarita de Granada,
que aspiraba a extender
territorialmente su reino.
Por otra parte, era Jaime I
de Aragón y era Fernando III
de Castilla, que los dos habían
iniciado ya lo que
se consideraba como la
finalización de la Reconquista.
Lo que se pacta en
Alcaraz es el establecimiento
de un protectorado de Castilla,
sobre el Reino de Murcia.
A excepto de tres plazas, como
son Mula, Lorca y Cartagena,
que tuvieron que ser tomadas
por las armas posteriormente.
El resto del territorio, a cambio de
aceptar el vasallaje de Castilla
y pagarle una parte sustanciosa de
los ingresos públicos. Los historiadores
hablan de 2/3 para Castilla
y 1/3 para los musulmanes y para
todos aquellos que aceptaran
vivir en el vasallaje.
Castilla les exije, también, la entrega de
las fortalezas extratéjicas en el reino
y el que no llevarán a cabo
relaciones exteriores,
pacíficas o bélicas, sin
el consentimiento de Castilla.
¿Qué van a recibir?
El respeto a una autonomía interna
de las autoridades musulmanas
y el respeto también a la religión,
los bienes, todo.
Es decir, todos los derechos
digamos personales.
El infante fue a Murcia y estaba
realizando los preparativos para tratar de
conquistar las poblaciones
que en 1243 no se habían
querido entregar después
de tratado de Alcaraz.
Necesitaba la colaboración de las órdenes
militares.
La Orden de San Juan de Jerusalén, la
Orden de Santiago, la Orden del Hospital...
Mientras estaba resolviendo los
problemas de las órdenes militares con
el Consejo y el Arzobispo y demás,
le llegó una noticia impactante que fue
el ahorcamiento que ordenó hacer su futuro
suegro, Jaime I, en Xàtiva
del hermano del Ovispo de Cuenca que le
acompañaba en esta expedición.
Entonces esa noticia le impactó sobre
manera y el pocos día llegó a la frontera
para poder entrevistarse con su suegro y
de alguna forma pues pedirle cuentas de
por qué había hecho eso
con el hermano del Ovispo.
El trató de entrevistarse
con su suegro que, en principio,
el problema era en la ahorcamiento,
pero el tema era mucho más complejo.
Tanto Alzira, como Xàtiva, en las
ausencias que había tenido Jaime I
después de la conquista,
los caballeros aragoneses
hacían incursiones sobre ella para
robarle, para incendiar los campos,
para presionarles y entonces pues
dirigieron la vista los arraheces de
estos lugares hacia
los castellanos para que
les protegieran contra
estas incursiones.
Jaime I hace que el arrahez de Alzira
se tenga que exiliar en Murcia y se hace
entregar, por los ancianos de la aljama de
Alzira, la ciudad de Alzira. Pero también
se encuentra que están conspirando los
castellanos, concretamente
Ibáñez Palomeque,
el hermano del Obispo,
para incorporar también Xàtiva
a la Corona de Castilla.
Y entonces, lo manda apresar.
Pedro de Guzmán era tenente de Jorquera,
era uno de los caballeros castellanos,
va en ayuda de Ibáñez Palomeque
conquista Alpera y Carcelén, es posible
que también llegara a Almansa.
También conquista otra población que
también pertenece al Reino de Aragón por
la Conquista que es Enguera.
Por tanto es una situación complicada,
y todavía más complicada porque
resultaba que Villena y Sax, con Salinas,
que pertenecían a la conquista de Castilla
habían sido ocupadas por los caballeros de
la Orden de Calatraba, que eran
aragoneses entre 1239 y 1242,
con permiso de Jaime I.
Le incordia muchísimo y se indigna mucho,
hasta el extremo de que va a Enguera
coge a 16 o 17 vecinos de Enguera,
pide que le entreguen
la ciudad, se niegan a hacerlo
y también los manda a degollar.
El infante continúa por el Cerdo de los
Santos hasta Yecla y desde Yecla se
aproxima a caudete y es donde el montará
después el campamento.
El tratado de Almizrra en 1244 es la
culminación del proceso que viene del siglo
anterior de la expansión de los reinos
cristianos, del reino de Castilla y de la
Corona de Aragón sobre
los directorios de al-Ándalus.
El principal problema es asumir,
a mi juicio,
asumir o no lo establecido años atrás
en el tratado de Cazola de 1179.
Ambos reinos, se van a extender sobre
lo que llamamos el Sharq al-Ándalus,
el oriente de Al-Ándalus,
y coinciden físicamente sobre este espacio,
lo que obliga finalmente a
unas negociaciones diplomáticas para llegar
a un acuerdo de cuáles van a ser
las fronteras entre ambos reinos en
esas conquistas cristianas de
lo que será el Reino de
Valencia y será el Reino de Murcia.
Lo que disponía ese tratado en lo que
refiere al reparto de tierras o iban a
entrar en una negociación
que les podía llevar a la guerra.
Parece ser que hay tres momentos
del primer día donde parece ser que todos
son saludos, afectuosos es una reunión
casi familiar. Un segundo
día donde ya entran
en juego las delegaciones,
porque no olvidemos
que aquí a lo que venían
era a discutirsobre unas líneas
y los castellanos señalan su
interés estratégico por Xátiva.
Además, señalando que
ese interés nada tiene que ver
con la posible influencia que la antigua
taifa murciana pudiese tener sobre
las tierras del Júcar, sino con un
compromiso, y es muy interesante,
con un compromiso del propio rey Jaime
de ceder Xátiva como dote por el
matrimonio de su hija
con el infante Alfonso.
Cosa que Jaime niega
rotundamente.
El tema de más se enquista cuando los
castellanos le señalan que este es un
compromiso del rey y
que además hay testigos
de que realmente se
comprometió a ello.
Jaime entiende que esos testigos
seguramente van a falsear la verdad y la
verdad es que él nunca hizo
ese ofrecimiento y llega a
pronunciar, dice la crónica, algo
así como que el que quiera Xátiva,
tendrá que pasar por encima de él.
Y es aquí cuando de cree, repito,
la crónica interviene la reina.
Jaime I lo que le va a dar a Castilla es,
en teoría,
seguridad en la frontera.
Tener fijada una baliza
que le permite centrar
sus objetivos, lo que en ese momento tenía
entre manos, que es la finalización de la
conquista del territorio y la
colonización.
En ese momento, los aragoneses tienen un
cierto enfrentamiento con el rey.
Precisamente porque ellos esperaban más de
su presencia en la conquista de Valencia.
Don Al fonso inició su regreso hasta
murcia y, de paso, pues fue incorporando
también a Castilla, las localidades que
todavía permanecían en poder islámico,
como era, en distrito islámico de Elda,
Monóvar, Petrer y Chinosa, y después
también, del distrito de Alicante,
se hizo entregar Novelda, Nompot,
actual Monforte del Cid, y Aspe.
La mayor parte de ellos, los va a donar a
caballeros que le acompañaban.
Concretamente, Villlenas, Sax,
Salinas y Bogarra no son entregadas a
ningún señor porque continuan en poder
de los calatrabos, y continuan hasta 1247.
Tampoco entrega a ningún caballero
ni Almansa ni Yecla.
Jumilla la entrega a uno de los caballeros
que le acompañan,
Don Alfonso Téllez de Meneses.
El distrito de Elda se lo entrega a
Guillén el Alemásn, aunque este hombre,
pues fallecería a finales de ese mismo año
en Ocaña, y se la cedería a
la Orden de Santiago y, finalmente,
Novelda, Aspe y Nompot
se lo concede al Obospo Gonzalo
Ibáñez Palomeque, y después ya en
diciembre, Elche, que había
sido conquistada el año anterior,
pues se lo cede especialmente
a Doña Mayor Guillén,
para que lo heredara su hija Beatriz.
Todas estas poblaciones, como se han
entregado por acuerdo, pues van a
continuar con sus costumbres, con su leyes
y, únicamente, pues lo que va a situarse
es una pequeña
guarnición en los castillos,
para defenderlos y
para cobrar los impuestos.
La vida de las sociedades en el Reino de
Valencia, en el Reino de Murcia Castellano,
tienen similitudes. Son unas
sociedades feudales, basadas
en el poder de la nobleza, en el de
la monarquía. Los vasallos, la mayoría de
la población es campesina.
Existen ciudades de mayor
o menor entidad en los que
hay mercaderes y artesanos.
Hay una población privilegiada, que son los
repobladores cristianos,
incluso aunque sean campesinos, aunque
sean vasallos, siempre serán más que
lo que va a ser un musulmán, un mudéjar
en estas sociedades
post-conquista. Cuando nos adentramos
en la vida cotidiana,
pueden tener monedas diferentes,
hablan lenguas diferentes. No es la misma
lengua románica la de los repobladores
catalanes o aragoneses que la de los
castellanos, pero las dos son los lenguas
románicas. No es el árabe, de los
habitantes mudéjares de la zona.
No son incomprensibles, por lo tanto,
podemos hacer un listado de diferencias y,
al mismo tiempo, darnos cuenta que tienen
un peso relativo.
Además hay una época de florecimiento
cultural durante el protectorado
y además se produjo, pues eso,
la creación de un llamado estudio similar
al de Toledo o al de Sevilla,
y hubo encuentros de intelectuales de
las tres culturas, es decir,
musulmanes, judíos
y cristianos. Intelectuales
de Centro Europea,
de otros países europeos que vinieron
y consta, documentalmente,
su presencia, de algunos de gran talla.
La razones de las expulsiones o de la huída
o del abandono de la población musulmana,
tanto en Valencia
como en el Reino de Murcia,
son parecidas.
La gente huye por miedo.
Y también hay gente
que es expulsada
a propósito. Se decreta su
expulsión rápidamente.
Hay una razón simple y es que las
tierras, las casas que tienen,
se van a dar a los repobladores cristianos.
Su repartimiento se hace
sobre lo que tenía
esa población musulmana,
por lo tanto hay que expulsarlos.
Lo que pasa es que ni hay
tantos repobladores cristianos
como para expulsarlos a todos, ni
tampoco todo el mundo quiere expulsarlos,
porque los que se quedan, pagan impuestos
y rentas a los nuevos señores.
El rey decreta una exposición general
de los musulmanes en el sur
como en la Sierra de Uxó. Los musulmanes
resisten con particular firmeza.
Se les permite quedarse,
pero se les imponen
condiciones tributarias más duras.
Todo tipo de situaciones.
Todo un abanico de situaciones variadas
que van desde la reducción a esclavitud
como en Mallorca.
Hasta condiciones, a
cambio de la rendición, más
favorables que las que
tenían en la época musulmana.
Procuró, también, Alfonso X el
atraer a mercaderes, artesanos,
etcétera, que se instalaran
en las principales ciudades,
sobre todo en la de Murcia.
Los comerciantes que abrieron una tienda en
Murcia, la regalaban una taúlla en la
huerta para que su vida se beneficiara de
esa propiedad.
Por otra parte, se le concedió muy pronto,
el fuero de los hidalgos de Toledo.
Fuero que también se le va a conceder a
los armadores de naves de los dos puertos
importantes porque hay que tener
cuenta una cuestión. El reino de Murcia era
la salida de Castilla al Mediterráneo,
el mar de la cultura, el mar del
comercio, el mar de la comunicación.
Todo pasaba por el
Mediterráneo, era el centro de la vida
económica y cultural de la época.
En 1250 ya queda restablecida
la diócesis cartaginense.
A partir del 66, la iglesia recibió las
mezquitas y las transformó
en parroquias cristianas.
Desde el punto de vista oficial, el rey
protegió a las minorías étnico-religiosas.
Tanto a loa mudéjares como a los judíos.
Pero una cosa es lo que
ocurría a nivel oficial,
y otra cosa es lo que sucedía día a día.
Bueno, más que convivencia
yo hablaría de cohexistencia.
Fue bastante pacífica,
pero cuando tenían
problemas o pleitos, con un
cristiano, se llevaban a
cabo con jueces cristianos.
En 1296, Jaime II conquista reino
castellano de Murcia
en base a los pactos con
los Infantes de la Cerda
castellanos, en el marco
de las guerras civiles.
Pero mantuvo Reino de Murcia
incluida la zona
de Alicante, Elche y Origuela
dentro de ese Reino castellano de Murcia
que se integra en la Corona de Aragón.
La guerra de los dos Pedros,
la guerra de mitad del siglo XIV,
que duró más de diez años, fue el conflicto
de mayor duración de la Corona
de Castilla y dela Corona de Aragón,
y tiene la escusa de
esta modificación de fronteras
justamente en este contexto.
Y en 1305, ya con el tratado de Elche
y el pacto, la sentencia
arbitral de Torrellas
se produce la división del Reino de Murcia
por el Río Segura apróximadamente.
Y estas comarcas es cuendo se integran
al Reino de Valencia ya
definitivamente, hasta la actualidad.
Cuando el infante sube al trono se
encuentra con las ambiciones territoriales
de Jaime I y está en guerra con él
por el Reino de Navarra.
Y Don Juan Manuel, que fue el segundo
señor de Villena, nos dice que su padre,
Fernando III, nada más le había
concedido, la espada Lobera y el escudo.
Cuando el infante accede al trono,
una de las primeras medidas que hace
es que reparte a sus
familiares, propincuos, etcétera,
les reparte pues bienes
y mercedes y beneficios.
Sin embargo, no hay constancia de qué
le pudo ceder al infante Don Manuel.
En el "Llibre dels feits", Jaime I,
nos dice que entre los años 1253
y 1254, él ya está por este territorio.
Creo que podemos sacar una conclusión
relativamente importante, y es que
aprovecha Don Alfonso,
que estas cuatro poblaciones,
como son Villena, Sax con Salinas,
Almansa y Yecla,
no las ha concedido a ningún señor,
para cederselas a su hermano Manuel.
En cambio, la fecha de 1256, que es la
época en que se estropea el matrimonio
previsto entre Constanza, la hija de
Jaime I el Conquistador con el
infante de Don Enrique, que también se
estropea el matrimonio previsto de Don
Manuel, hermano menor de Alfonso X
el Sabio, con la hija de Enrique III de
Inglaterra, como consecuencias de las
entrevistas que tienen Jaime I y
Alfonso X el Sabio para conjurar la
guerra en la vistas de Soria.
Que desenvocarán inmediatamente
en el matrimonio en Calatayud
de Don Manuel y de
Doña Constanza de Aragón.
Matrimonio que llevará
probablemente en dote,
pues una serie de pueblos, de la zona
actualmente alicantina, de Villena, hasta
posiblemente Elche. Aunque el único que
consta claramente de esta cesión,
consta por un documento del año siguiente,
es precisamente Elda. Según Don Juan
Manuel, en principio, se le había
prometido el Reino de Murcia, pero luego su
padre que era buena persona, que tenía un
gran espíritu de servicio a su hermano
Alfonso X y a Castilla, terminará
renunciando a ese reino y aceptando en su
lugar un señorío, al que le llaman el
Alofra.
Sí que recibía un patrimonio importante
que fue en todo el Valle del Vinalopó,
era todo el distrito de Elda, que Alfonso X
lo recupera, cambiándoselo a la Orden de
Santiago por Totana. También recupera
Novelda y Aspe, que había sido cedido en
1252 al alfoz alicantino.
Y finalmente recupera
también Elche para dárselo a su hermano.
Pero si en algo coinciden prácticamente
todas las fuentes, que son muy diversas y
muy divergentes, es en que la principal
razón de esta entrega fue evitar una guerra
entre Aragón y Castilla, creando un estado
que tuviera a caballo entre Castilla y
Aragón, independientemente de que luego
fuera un reino o de que fuera un señorío,
o que fuera el famoso señorío de la Alofra,
del que hablaba Juan Manuel.
En 1345, año de nuestro señor,
Don Juan Manuel de Castilla, hijo del
infante Manuel de Castilla, hermano menor
del rey Alfonso X, escribe a propósito
de su linaje en el libro de
las tres razones, testimonio
a la par que leyenda de
su propia ascendencia.
Don Juan Manuel relata
que Jaime I de Aragón
y Violante de Hungría
tienen cuatro hijas.
La mayor, Violante, se casará con Alfonso
X, la reina Doña Blanca que se casará
con el rey de Francia,
la infanta Constanza que
casará con Dón Manuel y
Sancha que muere en Acre.
Constanza es hermosa y
buena y es muy querida
de sus padres y Violante
le envidiaba por ello.
Cuando violante se casa con Alfonso
X, su madre teme que si Constanza
casaba con algún noble castellano,
su hermana Violante
le podría producir la muerte.
Por lo que hace prometer a
su marido en el lecho
de muerte, que no la
casaría si no era con un rey.
Tras la muerte de la reina
Violante se produce una
gran contienda entre
Jaime I y Alfonso X.
Y el hermano de Alfonso, el infante Don
Enrique, se alía con Don Jaime y le pide a
Constanza para casar con ella,
prometiendo conquistar el Reino de Niebla.
La noticia llega a la Reina Violante,
esposa de Alfonso X, que sube en una
acémila a sus hijos Fernando
y Berenguela y, junto a
su capellán, va a buscar
a su padre a Calatayud.
Su padre, al verla, no la reconoce,
pero Violante se deja caer y va hacia su
padre dando grandes voces, diciendo a su
padre que Constanza le quería arrebatar el
reino a ella y a sus hijos, ya que si
Constanza se casa con Don Enrique,
ella y Alfonso habrán perdido el reino
y que si él quería, entre los dos,
podían conquistar el reino
de Murcia que se había
revelado, para entregárselo
a Don Manuel y a Constanza.
Y el rey Jaime I va a Soria
y se ve con Alfonso X,
donde firman en el casamiento
de Constanza con Don Manuel.
Don Jaime viaja al sur para cercar Murcia
y Don Manuel se casa con Constanza.
El día que se celebra la boda en
Calatayud, están 100 monteros alrededor
de la Iglesia, recelando que alguien
podría venir de parte de Don Enrique,
a decir que la infanta ya se había
desposado con Enrique, ya que se amaban
mucho, y que en otra ocasión, yendo la
infanta de un lugar a otro, Enrique se
disfraza de palafrenero, y va hablando
con ella más de tres leguas.
Pero violante consigue que los moros de
Murcia hiciesen saber que solo se
entrenarían si Don Alfonso prometía no
entregarlos a ningún otro señor,
y todos los grandes de Castilla, rogaron
a Don Manuel que renunciase al reino.
Como Don Manuel era hombre,
bueno, y leal.
Renuncia al Reino de Murcia,
diciéndole a su hermano Alfonso X
que será bien pagado
con cualquier merced que le hiciese.
De este modo, Manuel de Castilla y
Constanza de Aragón, quedan sin reino,
cumpliéndose el temor
de la difunta reina Violante
El rey Alfonso entrega su hermano Manuel,
Elche con una comarca que los moros
llamaban el Alofra, que fue siempre un
reino y señorio, que nunca obedeció a
ningún rey, para que el hijo que tuviese
con Constanza lo heredase.
Cuando los términos llegan, a oídos de
Constanza, vio que era su final,
y toma la decisión de
viajar a tierra de moros,
marchando al puerto
de Santa Pola para embarcar.
El mayordomo de Don Manuel
y otros caballeros a su servicio,
desaconsejan a Constanza su marcha,
pues el rey de Francia, con quien
estaba casada su hermana Isabel,
no le acogería para no enemistarse
con Alfonso X y Violante, como tampoco la
acogerían en Aragón, ya que
su padre había muerto, y su
hermano tampoco quería
enemistarse con el rey de Castilla.
Si constanza se iba a tierra de moros,
la desonrarían.
Como la difunta reina temía,
Violante envenena a Constanza
con una cesta de cerezas.
Constanza de Aragón, fallece en 1275,
tomando sepultura en el altar mayor del
Monasterio de Uclés, junto a su primogénito
Alfonso Manuel, fallecido ese mismo año,
y a quienes se les uniría
el propio Don Manuel
de Castilla, en el año
1283 de nuestro señor.
Don Juan Manuel, justifica así
la cesión de parte del Reino de Murcia a
Jaime II de Aragón, por Fernando IV de
Castilla, como devolución de un reino,
que no llegó a heredar el hijo de
Constanza debido a su temprana muerte.
Razón por la cual el
propio Don Juan Manuel
recibiría como compensación
la extensa tierra de Alarcón.
De Don Manuel prácticamente la poca
documentación que hay no permite saber
que era dueño del territorio y también
que incluso cede parte del territorio
en una de la jurisdicción, a algunos de sus
caballeros, y también que cobraba
impuestos, y que tenía monopolios
de hornos, molinos,
etcétera, etcétera, típico de
cualquier de cualquier señorío.
En teoría es vasallo de los dos reyes,
de Aragón y de Castilla,
pero en la práctica es
prácticamente independiente.
Y de hecho, pues se aliará con uno o con
otro, según le venga bien en cada momento.
Después de la rebelión mudéjar
cambia mucho, no solamente
la mentalidad de Don Manuel,
cambia mucho la mentalidad de Castilla.
El propio Alfonso X se da cuenta de
que los señoríos tradicionales,
las tenencias que habían organizado en el
Reino de Murcia, después de la Conquista,
habían fracasado estrepitosamente
ante el empujón de los mudéjares rebeldes.
Tenemos constancia de que
atrae pobladores,
de que les entrega tierras,
de que incluso permite
que unos repobladores
transmitan las tierras que han adquirido a
otros para garantizar que nunca se queden
de ciertas las propiedades, y que durante
la Edad Media funcionó casi como
una monarquía. No solamente ya bajo la
dinastía de los Manuel, sino incluso bajo
otras dinastías que sucedieron después
y que en mucho tiempo,
pues mantiene un gran estado fronterizo,
que es vasallo en teoría
de las dos monarquías,
pero prácticamente independiente.
A partir del siglo XIII es un cambio.
Y cambió sobre todo el mundo
mediterráneo. El motor está en la
evolución de las ciudades, en
la evolución de la burguesía.
Esta nueva clase social, pide cambios
y pide una participación en el poder.
Y encuentra su aliado en los monarcas,
y es donde se refugian y buscan sus
fuentes de nuevo derecho en el antiguo
derecho romano de mil años antes,
que establece la primacía
de ese poder público,
frente al poder
privado de los señores.
Y eso se plasma paralelamente,
y los años casi inmediatos al tratado de
Almizra, en dos códigos legislativos,
que suelen ser conocidos, pero quizás no se
acaba de valorar la importancia que
tuvieron, que son las Partidas de Alfonso X
el Sabio, en Castilla, y los Fueros
de Valencia de Jaime I.
Son dos códigos legales, dos conjuntos de
legislaciones basadas en la primacía del
derecho publico, y que todos los
habitantes del territorio de los reinos
deben ser juzgados por esas leyes públicas
y esa justicia debe ser
hecha por la monarquía,
por el estado. Por lo tanto
es un gran conflicto entre
el poder privado señorial
y el poder público.
Y eso va a coincidir con el
tiempo del tratado de Almizra
y los cambios de la repoblación
y la construcción
del Reino de Valencia
y del Reino de Murcia.
Y marca un período histórico
realmente significativo y peculiar,
que quizás nos ayude a entender más estos
pactos también entre monarquías
y por qué llegan a acuerdos
y no lo acaban resolviendo
en un campo de batalla.
Es un poco el problema de la historia
de cómo la enfocamos.
En estos tiempos se tiende a valorar menos
las grandes personalidades. Se piensa que
la reflexión sobre las estructuras
socioeconómicas es más importante que las
acciones individuales. Pero yo creo que un
momento histórico como este, el papel de
la personalidades en el relieve,
debió de ser muy importante.
El de los eventos también.
¿Cuál fue el fue el factor decisivo,
el que inclinó la balanza en última
instancia? ¿Y todas las consecuencias
posteriores?
Es difícil saberlo.