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En esta mesa redonda se presenta el fruto del acercamiento de la escuela a la familia, de vinculación con el barrio, de trabajo compartido, de búsqueda de una escuela más democrática y participativa. Es el resultado final de un proceso que comenzó́ hace tiempo bajo el desarrollo de un proyecto de investigación, financiado por el MINECO (EDU2015-68004), denominado “La escuela incluida: planificación y puesta en acción de prácticas educativas curriculares vinculadas al territorio” en el que participan cuatro comunidades autónomas del estado español: Comunidad Valenciana, País Vasco, Madrid y Región de Murcia. En este caso recogemos la experiencia llevada a cabo en la Región de Murcia.

Los participantes de la mesa redonda, en representación de los docentes, las familias, el Centro de Mayores de Santa Mª de Gracia y el grupo de investigación universitario, exponen una experiencia educativa que asume buscar esta educación democrática desde la vinculación con el territorio, donde se precisa la necesidad de articulación con otros espacios fuera de las paredes del centro educativo, ya que se ha apostado por una acción conjunta, un trabajo compartido entre el centro educativo, la comunidad (familias, barrio, distrito, municipio), en este caso concreto con el Centro de Mayores del Barrio y la Universidad.

Estas prácticas curriculares vinculadas con el barrio han servido para algo más que para transmitir al alumnado, cuentos populares, conocimientos relacionados con antiguas costumbres, juegos, profesiones, etc., en la medida que ha habido un conocimiento compartido y una transformación social ya que el alumnado del centro ha modificado la visión que tiene sobre los mayores, sobre sus abuelos y abuelas, los cuales han pasado a ser considerados personas muy valiosas como un libro repleto de historias que contar a sus nietos y nietas.

Además, en estas experiencias, en estas prácticas con el deseo de crear una escuela para todos, de acercar el colegio a la familia y al barrio se ha fomentado la autoestima de esas personas mayores, quienes a través de su participación se sienten apreciadas por el alumnado, al tiempo que han fomentado la transmisión de la cultura que rodea al colegio como valores compartidos. Merece destacar la comunicación intercultural e intergeneracional que ha tenido lugar, lo que ha ayudado al alumnado y a las familias, especialmente a las extranjeras, al tiempo que las actividades se han convertido en un vehículo para mostrar las valiosas experiencias y conocimientos que estas personas han adquirido a lo largo de su vida. Todo ello, sin despreciar, que este hecho recoge las voces del alumnado, sus familias y los agentes sociales del barrio fomentando, de este modo, el camino que nos lleva a una sociedad más democrática, tolerante, intercultural e inclusiva.

Como resultado de este trabajo de colaboración y participación ciudadana, los alumnos del centro educativo recopilaron diferentes historias de vida de sus abuelos y otros familiares, recogidas en un libro que surgió de las propuestas de los propios alumnos, al que se puede acceder en https://digitum.um.es/xmlui/handle/10201/62379