Buenas de nuevo, retomamos la
jornada con la segunda parte,
después del desayuno y bueno,
estamos ya todos el resto de ponentes
aquí en la mesa para para también
fomentar el diálogo
enseguida con con los 2 primeros
ponentes que no están también aquí
en primera fila y bueno,
tengo el placer de presentar
ahora al profesor
Vicente Cervera Salinas, que
es de todos conocidos
porque es profesor de la
casa y gran amigo,
pero aprovechó también la ocasión
para recordar algunas
de sus derechos, de sus hitos.
En su biografía, que son muchos
y resumir en mucho,
catedrático de Literatura
Hispanoamericana,
en la Universidad de Murcia,
prestigioso ensayista y poeta,
publicó su tesis doctoral
sobre poesía,
Debord de Jorge Luis Borges,
Historia de una eternidad en 1992 a ella
se han sucedido muchísimos
trabajos importantes,
la poesía y logos la poesía, la
idea o el síndrome de Beatriz
en la literatura hispanoamericana,
donde realiza un análisis
sobre la huella de Dante en América
también editado obra historiográfica
de Henríquez Ureña Cuentos de
Virgilio Piñera, y es además
un extraordinario poeta
con poemarios, como inmortales.
La partitura, el alma oblicua
escalada y?
Otros.
Poemas que ha merecido además
muchas traducciones
en francés italiano portugués
búlgaro húngaro
creo y también ha sido un promotor
de la ola de Humanidades
en la Universidad de Murcia.
Le debo muchísimas enseñanzas,
en ese sentido.
Dirige con María Dolores
actuará en la revista crítica
de crítica y estética
Comparada, Carthage, Hilux, y
es también vicepresidente
de la sociedad ante el de Murcia,
y nos va a hablar esta mañana sobre
Dante en Hispanoamérica.
Pues muy bien, muchísimas gracias
por tu presentación
y muchísimas gracias a
Carmen y a Belén.
Por organizar estas jornadas y
cómo son Jornada de Bueno.
Bienvenidos entre.
Gracias por su asistencia,
por su participación,
pues a nivel de me comentó que
podía tratar el tema.
1 de los temas que yo he trabajado,
que tiene que ver con la
presencia de Dante.
En la literatura hispanoamericana, y
siguiendo la estela de The Beatrice
que trabajé en este libro, hoy,
me voy a centrar voy
a hacer un más suerte de resumen
muy muy muy muy muy sintético
de alguno de los aportes
de este trabajo,
con algunas incorporaciones.
Y, bueno, pues creo que
tengo media hora,
puede ser, lo digo por.
Por contar no me lo dice tú cuando
falten 5 minutos Bueno
para clarificar lleva un texto
escrito para que se quede
todo mucho más aunado,
pero cualquier cosa que quieran
que entendemos o que repita
o que cuestiona lo pueden decir,
lo he titulado Dante.
En Hispanoamérica, Hispanoamérica,
Beatrice o Beatriz cruza
el Atlántico,
la selva y las estrellas
a todos ustedes
con mucho cariño.
La figura de Beatriz está vinculada.
Fatalmente con la del poeta.
Dante Alighieri en la plenitud
de su signo lingüístico,
en sus significante,
en su significado,
en el inicio de la peregrinación
literaria del poeta
surgen la palabra de Virgilio
como el móvil,
amoroso de su presencia mediadora.
Estamos en el canto?
Ii del Inferno y el autor
de La Eneida
aparece para socorrer a un sujeto
que se haya perdido
en una selva oscura desde
el Empire o desciende
Beatriz para escoger al poeta
como guía del alma.
Doliente e iniciar su itinerario
en la cadena
escalonada de sus terceros, por
los círculos herméticos
del averno y por las rocas,
escarpadas del del purgatorio
hasta donde ella misma
pueda presentarse
a la mirada del cielo peregrino
como visión
y desde allí remontar con el cielo,
geométrico, acción Paraíso,
que culmina en la consagración
de las estrellas.
El itinerario descrito en la
comedia de Florentino
es un camino que recorre el
trecho de la oscuridad
y los consustanciales al ser
hasta la irradiación
de las constelaciones divisados
desde la aventura
Anza una razón sobresale sobre todas
y en la que Beatriz profesa,
ante Virgilio.
El intelecto damos la razón de amor,
transfigurada, en actitud y hecha
de la sustancia de los mitos,
va a sufrir Beatriz, lo que todas
las criaturas simbólicas
soportan el comienzo de una larga
vida sometida al tiempo
y, por tanto, a los procesos
de mutación relativos
al imperativo estético
moral o ideológico,
de las épocas incardinarse en
la corriente romántica,
por ejemplo, asumirá
todo el prestigio
del idealismo trascendente, luego,
volcadas en volcada en los dominios
del sentir existencial,
quedará despojada de las insignias
de la soberanía y de su candor
y transferido transferida al rito
de las redes textuales
donde los juegos con la materia
literaria reemplaza
en el reino de la realidad empírica
sentirá el vértigo de esos abismos
en que la escritura especula
con sus propios signos,
de los cuales se sentirá literalmente
1 más dormirá terminará
convirtiéndose
en un signo más hasta percatarse
de su esencia del personaje.
También.
Además, también habrá de obedecer a
los rigores del trayecto espacial,
no solo del tiempo.
Desde la Europa del medio, Evo
acompañará a Beatrice
la singladura transoceánica del
viejo al Nuevo Mundo, impresa,
y editada, compañera de viaje
de más de un cronista
y dibujar la imaginación de los
primeros criollos humanistas
como criatura,
que simboliza de la Teología desde
su primitiva lengua Toscana
a las palabras de era ante donde
no serán traducidas al español
por ningún erudito escritor nacido
en la América hispana
hasta el siglo XIX.
Pero desde las últimas décadas
de ese siglo,
hasta la actualidad, vivirá Beatriz,
tal como habrá de vivirlo
su Divina Comedia,
un Siglo de Oro acorde con
la propia esencia
dorada de la literatura
hispanoamericana del siglo XX,
y siempre defiendo que
el Siglo de Oro
de la literatura hispanoamericana
del siglo XX,
ese auténtico tesoro de grandezas
y ficciones,
donde la conciencia identitaria
del Nuevo Mundo
sea 1 fundió con la tradición
clásica,
produciendo versiones diversas,
mestizas y aun opuestas
de la cultura europea,
allí donde las estrellas
se reflejaban nítidas
más brillantes, todavía, elabora Gina
la vorágine de la otra selva
oscura de América.
Cabe, pues identificar las
huellas de Beatriz
en la literatura hispanoamericana
a partir de la eclosión
de la materia dantesca, que coincide
con la extensión del temple romántico
y los primeros brotes de la
sensibilidad modernista
de sus poetas y narradores, así
pues, el poeta inglés Seeley,
declaraba ya en su defensa de la
poesía y Dante comprendió.
Los secretos del amor aún
más que Petrarca
es fuente in exhausta de pureza,
de sentimiento y de lenguaje.
Es la historia idealizada
de aquel período
y de aquellos intervalos de su vida
que estuvieron consagrados
al amor su apoteosis de Beatriz
en El Paraíso,
y las grabaciones de su propio amor.
Son la imaginación más gloriosa dice
sale de la poesía moderna
el amor, que solo en Platón
halló los halló entre los
antiguos digno poeta,
ha sido celebrado por un coro de
los más grandes escritores
del renovado mundo.
Acto seguido añade esto me
parece muy interesante.
La poesía de Dante puede
considerarse como un puente tendido
sobre el río de la vida que une
el mundo antiguo y moderno
en mi versión de sus palabras.
La literatura dantesca también
es canal de comunicación
entre 2 espacios y 2.
Tiempos, río vital entre
los continentes
que concepto utópico, paradisíaco,
tendríamos que decir del Nuevo Mundo,
acercó los terceros de la comedia
divina y también humana
de posibilitaron así la confluencia
de los remotos ríos europeos
en comprados por el prestigioso río
de la historia de su cultura,
como el Arno,
que vio reflejada la primera
sonrisa de Beatriz
desde el Ponte Florentino hasta los
ríos profundos de América.
Pero en este capítulo de
la ruta de ultramar,
el genio dantesco hubo de aguardar
durante varias aventuras,
hasta ver laureada su recepción
en el solar del Nuevo Mundo,
un compás de espera en la partitura
de la historia americana,
que clon concluirá aproximadamente
con la irradiación ideológica
de los planteamientos que
durante el siglo XIX
eran la forja del alma romántica,
con su particular defensa
de la poesía;
ello no obsta para un reconocimiento
de marcas previas
de la matriz dantesca, y sus secos
en la sociedad virreinal
que va gestándose desde los
inicios de la acción,
colonizadora hispánica y con ella.
La vigencia de la Edad Media latina,
con su proliferación
en las literaturas europeas,
es importante respecto a hacer
acopio de referencias.
Sobre la difusión del dandismo como
la vierten su magnífico trabajo
por todos conocido, situadas a
cursos en su propia patria Dante,
estuvo olvidado durante largo tiempo.
Al asegura que no había ni Italia,
30 personas que hubieran leído La
Divina Comedia según Stendhal
hacia 1.800 Los italianos,
no sentían más
que desprecio por Dante.
Su despertar fue obra
de Risoul cimentó
como en Alemania del Romanticismo
y en Inglaterra de los 3,
Rafael litas.
El redescubrimiento de la Edad
Media fue la base común
de la dignificación de Dante,
Hasta aquí la cita.
En Hispanoamérica.
Por su parte, el influjo más notable
de la tradición italiana
será ocupado por la lírica amorosa
de Petrarca en correspondencia
a la corriente más en boga en toda
la poesía renacentista,
de modo análogo a lo que sucede en
España atestigua, por ejemplo,
Joaquín en su estudio.
Dante.
En España citó en las
2 primeras décadas
del siglo XVI se llega, por tanto, a
la cumbre y sucesiva desaparición
de la corriente pre renacentista
de sello dantesco.
Sustituida rápidamente por el
Renacimiento lírico y imitador
de Petrassi, lógicamente, la
difusión de esta moda,
en la creación poética
es aún más notoria.
En lo de América,
donde el influjo previo de Dante
que se había dejado sentir
en la literatura de finales
de la Edad Media
forma parte de la prehistoria
de la invención de América.
El concepto de que sustituye a la,
del descubrimiento confirmada
a finales del siglo XV
en efecto la corriente culta,
italiana y latina,
infante que desembarca en
las costas americanas
en la obra de su más exime,
cultivadores los tópicos
de la belleza
y el erotismo de entraña concertista
este flujo poético
coronará el triunfo del ya en
el siglo XVII como Style,
más de una duración que dará
sus frutos propios.
En la culminación del barroco
criollo plasmado en el siglo XX,
por otro mentor, del Paradiso en
las Antillas José Lezama Lima.
En la expresión americana
Estuardo Núñez,
estudioso peruano, nos informa de
que ya desde 1.549 fueron llegando a Lima
la segunda capital
de la Administración
virreinal española
junto a la Ciudad de México,
cajas con libros consignados,
Alfonso Alonso, cabezas,
que recorrían las aguas del
Atlántico con los tesoros Itálico Charo Tasso
y, desde luego, Dante.
Poeta comentado en Italia su modelo
también con las obras no menos
viajeras de autores castellanos,
influido por el, como el
marqués de Villena,
el Marqués de Santillana o Juan
de Mena, en su estudio
sobre los viajeros italianos
en el Perú atestigua
Raúl Porras que citó un
cronista toledano,
que en 1.571 escribe en el
Cuzco de los incas,
sobre las guerras y tiranías de
los señores del Tau anti,
subió para decir que Ulises
navegó al poniente
hacia la Atlántida.
Cita caso por primera vez
en el Perú a Dante,
Alighieri ilustre poeta florentino y
así la estela literaria de Dante.
Aparece en la obra de Gonzalo
Fernández de Oviedo,
historiador de la Naturaleza
Indiana y su influjo.
También está presente en el concepto
de que preside la literatura del
Inca Garcilaso de la Vega,
gran lector de Boecillo y de Cacho,
y en cuya biblioteca tuviera
un lugar preeminente
las obras del Renacimiento italiano,
entre las que fueron catalogadas
las del autor de la comedia.
Pero sin duda esta presencia
del espíritu dantesco.
En Hispanoamérica.
Procede de la literatura anglosajona.
Se debe al esfuerzo de John
Milton en el siglo XVII.
El proceso de resurrección de
Dante en Inglaterra Dante
sería revitalizado por los poetas
ingleses del Romanticismo
desde William ley, que lo convirtió
en sujeto de creación lírica
y plástica, con sus magníficas
acuarelas,
de diversos paisajes del
periplo dantesco,
y también en su obra lírica,
como en el matrimonio del cielo
y del infierno a esta,
desde hasta que recreó
la potencia verbal
del maestro italiano en las estrofas
de su poema autobiográfico de él
y el Preludio,
pasando por John y por el propio SL
en el bagaje de esta estirpe,
romántica, viajará Dante
hasta Norteamérica
donde los hombres del
círculo literario
de la Nueva Inglaterra le
rendirán pleitesía
como nuevos caballeros y fieles
de amor su restauración.
En la obra de los grandes escritores
de esta generación decimonónica
escritores, del XIX norteamericano.
Como Waldo Emerson,
realizaron un gran esfuerzo en la
empresa dedicada a potenciar
y exaltar los valores de la
literatura en la que
creyeron reconocer los postulados
del movimiento simbolista
que se estaba gestando por
aquellos momentos
con una segunda cita después del ADSL
y del principio de la literatura
de grandes.
Un puente entre el Viejo
y el Nuevo Mundo con
una segunda cita,
se culmina esta historia a
finales del siglo XX,
y su autor no es otro que
Jorge Luis Borges
en 1 de sus 9 ensayos dantescos
bien conocida,
es su filiación con el círculo del
circuito de los escritores anglo
americanos a quienes conoce y
traduce en varias ocasiones
y de los que recibirá el firme aporte
de una concepción ético, literaria
y así en el ensayo titulado
El encuentro en un sueño.
El penúltimo de los 9 ensayos
dantescos no dudará
Borges en afirmar que esta
es la cita enamorarse
es crear una religión cuyo
Dios es factible.
No parece casual que el pensamiento
se halle en el interior de un pasaje
de materia dantesca,
y es aquí donde el nombre
propio de Beatriz
irrumpe con todo su vigor, adoptando
el protagonismo que habrá de adquirir
en este recorrido por su figura en
las letras hispanoamericanas,
desde el modernismo hasta
el presente en su cita,
así como en su incursión en la
materia del erotismo literario.
Destaca Borges la connotación de
como aporte consustancial a la fundación.
De ese nuevo reino, en que un sujeto,
el amante entronizado, ha subido
la religión de este amor,
cuyo emblema es la Beatriz de Dante
para el poeta argentino
comporta de manera necesaria el
estigma de lo imperfecto
y de lo incompleto por más que
el personaje representará
el sentimiento trascendente
que guía hacia el paraíso
o venga a confirmar la chispa
del conocimiento Salvador
a través de la fascinación erótica,
tenemos distintas aproximaciones de
grandes teóricos y ensayistas
y filósofos a la figura de Beatrice
que harían una constelación
con todo lo que estoy
planteando ahora,
pues tenemos que era símbolo
de la fe tras su manada.
Para Francesco De Santis del camino
personal a la perfección.
Por Spitzer
de la transfiguración erótica de
la síntesis platónica por John
o de la revelación por propio
o forjaron Blum,
ahora Borges intuye que en el curso
de la historia la metáfora
El topos de Beatriz habrá
de dibujar tarde
o temprano las grietas
de esa arquitectura,
que parecía perfecta en la
historia universal,
entonada a la noción de
que el amor dantesco
revelaría su esencia exhibiendo,
la degradación de su potestad,
puesto que partió de la
condición humana
de ser enamorado en épocas
donde la creencia
en los estadios de ultratumba
comienza a derrumbarse,
el andamiaje acarreará la
precipitación de la figura excelsa
revelando en su seno la cicatriz
de una herida original,
la huella de su esencia,
más factible y espuria
Lo que me atrevo me atreví
en ese momento
a denominar el síndrome de Beatriz o
la eterna ausencia inconsolable
cuando un enamorado o enamorada
sufre esa eterna ausencia inconsolable
que puede ser por la, por el
fallecimiento del sujeto amado,
o puede ser, por su alejamiento
o desaparecido.
Bueno, la descripción biográfica
para ver dónde surgiría este concepto
que estampó boca.
Acerca de la selección por la muerte
de Beatriz en El espíritu de Dante
marca la pauta para la comprensión
de este fenómeno,
de un Estado que, según la visión
del mundo inherente
a cada época y de acuerdo a las
estéticas que nos representa,
adquirirá nuevas facetas
y expresiones.
El primer acercamiento genuino
a este abatimiento.
Este estado de abatimiento quedó
formulado así por boca de Leo
fue casi al final del vigésimo
cuarto año de la bellísima Beatriz
cuando, como dispuso aquel que todo
lo puede ella dejando de este mundo,
las Angustias.
Se fue a aquella gloria que esos
méritos le habían preparado
desde aquella partida Dante,
permaneció con tanto dolor,
con tanta fricción, con
tantas lágrimas,
que muchos de sus parientes
y amigos más cercanos.
Crean que no tenían más
fin que la muerte,
y estimaron que ello sucedería
en breve.
Viéndolo sin consuelo,
los días serán a las noches iguales
y las noches a los días,
de las cuales ni una hora pasaba
sin abatimiento sin suspiros
y son copiosa, cantidad de
lágrimas y parecían
sus ojos, entonces, abundan fuentes
de agua torrencial
y se maravillaba que tanto humor
acoso él tuviese que sus vastas.
Si eso está ahí es donde
yo reconozco el origen
de este concepto del síndrome
de Beatriz Hispanoamérica
recibirá esta impronta las
estelas de Beatriz
como mito amoroso, gracias
a la recepción
que de este mito se hizo en
la generación modernista.
El mundo dantesco comienza a
filtrarse en sus obras.
Los ecos de Emerson son visibles
en José Martí y.
La espiritualidad romántica, de
Dante, llega hasta autores
como el colombiano José
Asunción Silva en su,
de sobremesa o el venezolano
José Antonio Ramos Sucre
en su las formas del fuego sin
contar con la importante
presencia en la lírica
de Rubén Darío,
a través no sólo de Emerson
sino sino también de y sus versiones
en el malditismo francés del XIX,
principalmente en la
flora del mal de.
En Argentina y Uruguay.
La lectura de las obras de Dante,
será prioridad y alimentó
en varias generaciones
de escritores, en sus
recuerdos toscanos
y entre las ruinas de lo que antaño
fuera la torre del con Diego Godín
o que salta el uruguayo
José José Enrique,
la belleza del purgatorio como
escala intermediaria,
esencial de la persona.
Allí se pasean para el autor
de Ariel rodado.
Las citas más nobles encantadoras
criaturas de Dante amable, sombras,
que me parece ver vagar
entre las copas de los árboles
que circundan la casa,
donde posiblemente fueron concebidas
Pía la infortunada Nela,
la fiel lía y Matilde maestras, y
sobre todas la Celeste Beatriz,
la página del diario está
fechada, en Florencia.
En octubre de 1916 en una panorámica
y perdone muy fugaz cabría citar
autores y textos como Enrique;
la reta, la gloria de Don Ramiro,
donde aparece esta estela
Victoria Ocampo,
de Francesca, Beatriz Roberto Art,
en su novela, El amor brujo;
encuentros como este Primavera o Las
Furias en Macedonia, Fernández
-muerte.
Es verdad, es un poema que escribió
tras el fallecimiento también
de su esposa, Elena de Ubieto.
Leopoldo Lugones en ensayos
como El ideal caballeresco
en Eduardo Maya,
todo verdor -perecer a
Juan Carlos Onetti,
en el infierno prometido en
Julio Cortázar encuesta,
encuentros de Bestiario como
las puertas del cielo,
incluso en su obra; cumbre Rayuela,
donde podemos ver,
también de Trichet en la
desaparición de Lucía La Maga,
en Adolfo Bioy Casares, la
trama celeste Silvina,
o Campo Informe del cielo del
infierno en Leopoldo Marechal
en toda su obra, pero especialmente
en su novela Adán Adán Buenos Aires,
y en el capítulo dedicado al
cuaderno de tapas azules,
del protagonista, bueno, en estos,
en Manuel Mujica Laínez
la progenie dantesca de Orsini
el protagonista de Bomarzo
en diversos niveles y registros.
Esta tradición dantesca irá vértebra
dando una importantísima línea
en la literatura rioplatense hasta
llegar a finales del siglo XX
a inspirar a través de la
asimilación de la obra de estos escritores.
La creación de autores
como Ricardo Piglia,
que ya estamos en el año 1992,
escribe la novela
La ciudad, ausente, donde
tiene también
una clara presencia del
mundo dantesco
y de la figura de Beatriz también
los escritores mexicanos.
Tenemos un ejemplo, el
corrido de Dante,
recibirán peruanos mexicanos
chilenos,
recibirán la herencia literaria
de Dante de modo genuino.
Panamericanos en general,
los ensayista del XX aluden
a su universo poético,
a su dones, imaginativos
para verter juicios
en torno a la creatividad a
la biografía al erotismo
a la fantasía etc por ejemplo
Alfonso Reyes mostró desde joven
gran afición por el universo dantesco,
escribió su ensayo crítico, Dante,
y la ciencia de su época
y aludió a episodios concretos de
la vida y persona de Florentino
en páginas de la experiencia
literaria, José Vasconcelos,
hemos estado hablando con Raquel,
ahora es momento de él se refiere en
diversas ocasiones a la cultura
italiana del Sento y en su relato.
Si esta florentina de
la sonata mágica
cree reconocer los rasgos de la
encantadora y humilde Beatriz,
una joven que les servirá de guía
por los parajes toscanos
Salvador Elizondo
-compondrá.
Su teoría del infierno y Octavio
Paz hizo de él de Dante.
1 de sus maestros y guías,
como advertir en su incursión en
la poesía colonial con Sor,
Juana Inés de la Cruz y, sobre todo,
en su ensayo sobre el Eros,
ligado con Cáritas y ágape,
en la llamada doble,
aparte de la adaptación que
realizó del cuento La
la hija a la hija de Machine,
que lo transformó en una
obra de teatro,
es un texto muy curioso dentro
de la producción
de Octavio Paz.
La fascinación dantesca es sujeto
de recreación artística
también en México, aspecto
en el que sobresale
la obra del fabulador Juan Carlos
Juan José Arreola,
que filtra logrado de la
ficción del florentino
muchas de sus narraciones agrupadas
en el definitivo,
sobre todo en un cuento maravilloso
que se titula La amiga,
de cuyo protagonista es una
de construida Beatriz,
los ecos de un amor constante y
fatal más allá de la muerte;
articular la historia extraordinaria
de Carlos Fuentes
augura y Juan Rulfo Juan Rulfo
también cabría advertir
un trasfondo de consciencia
remisión dantesca
y por ejemplo en el amor de de Pedro
Páramo hacia Susana Sanjuán.
También podríamos reconocer de algún
modo ecos de este síndrome,
terminando en un hermoso
ensayo de 1954.
Titulado paisaje de la eternidad
refería Romano
que el sentimiento de opacidad
que le produjo durante años
la lectura de La Divina Comedia
dantesca ese sentimiento
de opacidad, fue paulatinamente
disolviéndose
en hombres.
Una de las causas de esta
metamorfosis fue.
La confesión de un amigo
de que le declaró
haber experimentado de manera real y
concreta un sentimiento análogo
al que Dante.
Había vertido en el paraíso
por Beatriz
la historia de la poesía de Occidente
y también la creada en las
latitudes americanas,
es testigo formal de experiencias
similares.
Donde la imaginación y
sus mundos posibles
elevan a la categoría de la gloria,
los afectos que el tiempo
impidió en ese ámbito.
La urna del verso guarda con verdad
su belleza, a particulares.
Comen toda urna albergan cenizas
como en toda urna,
venerada son cenizas inflamada
por el alma,
el sueño o el nombre de su visitante.
Quien contempla asiste a
constante metamorfosis
la imagen pasajera hasta
el aspecto espectral
de la Beata Beatrix,
como declara en un poema Enrique Lin.
O cree percibir haber estado
anteriormente en el mismo lugar
de manera vaga e imprecisa?
Más consciente
de que no puede haber olvidado en
los labios de esa Sonata enero,
Diana, a pesar de que nosotros los
de entonces, ya no somos los mismos
sentado como un inválido en el
desierto de mi deseo de ti,
este poema de Juan Gelman.
Creo que es un clarísimo,
una clarísima ilustración
de este sentimiento,
y me permite lo lo voy a leer
este poema de Juan Gelman,
estoy sentado como un inválido en
el desierto de mi deseo de ti.
Me he acostumbrado a beber
la noche, lentamente,
porque sé que la habitas no
importa, donde de sueños
el viento de la noche,
abate estrellas,
temblorosas en mis manos,
que aún no se conforman
Viudas inconsolable de Tupelo.
En mi corazón, se agitan los pájaros
que en el sembrado,
y a veces les daría la libertad
que exigen para volver a ti
con el helado filo del cuchillo.
Pero no puede ser, porque esta
es tan en mi tan viva,
en mí que me muero, a ti te moriría.
Y es entonces cuando el cielo y
el infierno entonan un himno
en el lugar donde hubo una plegaria,
los hijos de la alegría almuerzan,
gozó con los huéspedes,
de la melancolía,
y el nombre convocado retorna
degradado, mutado en alimaña,
convertido en reliquia atroz como
sucede en el alero de Borges,
que él esté Beatriz al final
es una reliquia
en el cementerio de Chacarita
alienado,
tal vez en la locura de la piedra
descreído desconocido
para quien lo con la serpiente
devorando el centro de su corazón,
Beatriz en su desdicha permanente
o en su trono de luz,
alimenta el alma sana, y se alimenta
del alma enferma.
Pero ningún rayo puede alcanzar ya
su noche constante en la historia
de una cultura que sitúa en la
cumbre las dulces prendas del amor
descubre Beatrice, como
su amante peregrino,
defenderá de 1.000 maneras
hasta la selva oscura
y en las mismas entrañas
de la tierra,
remontará con su guía
otras estrellas.
Muchas gracias.