Buenas tardes, podemos alegrarnos,
soy de festejar los 140 años
cumplidos de una obra
que lleva un referente de nuestra
literatura española,
La Regenta de Leopoldo Alas, Clarín,
es indiscutible que la ciudad de
Vetusta escenario de la novela,
es acendrada mente asturiana,
tanto que es un calco, cierre
de la ciudad de Oviedo,
con cuya universidad tenemos
el privilegio de colaborar
y contar hoy de forma virtual.
Bienvenida Oviedo, enlazada
con Murcia
a través de la imagen literaria
de Vetusta.
Me cabe el honor de despejar una
incógnita que se ha planteado
desde el inicio de este proyecto
que desarrollamos hoy.
Es lógico, de Oviedo,
homenaje a La Regenta porque
son sus calles
las que se dibujan en la novela
del genial ovetense,
Leopoldo Alas, pero Murcia.
Ese fervor.
Pues bien, en Murcia se
lee con entusiasmo
a toda la obra de clearing,
porque otro asturiano
ilustre contagio,
desde la Universidad de Murcia, su
admiración por Leopoldo Alas.
Mariano Vaquero, Yllanes, ovetense,
de nacimiento,
impartiendo su docencia
a los estudiantes
de esta universidad.
Docencia en que la regenta ocupaba
el lugar destacado de las lecturas
propuestas por el profesor
Vaquer así año tras año.
Se iba forjando una alianza
Murcia Vetusta, Oviedo,
que sostuvo con amor y dedicación
Mariano Vaquero
y cuyos frutos reto enseñan
cada curso
con los nuevos y jóvenes estudiantes
que leen la regenta casi también
quiero decirlo,
con devoción y la recrean con sus
miradas de electores contemporáneos
actualizando así la obra, con sus
interpretaciones de la novela
y de la problemática social y
personal de sus personajes,
con los que en ocasiones pueden
sentirse identificados,
pues al fin, el ser humano,
en su esencia y pasiones
es siempre el mismo.
No hacen otra cosa
los estudiantes del grado de Lengua
y Literatura Española en Murcia,
que corroborar las palabras
de banquero,
a quien homenajeamos también de
forma especial en este acto,
ya que sin su magisterio, en Murcia.
Todo esto no hubiera sido posible.
Dice el profesor
Vaquer ollares.
El libro es algo susceptible de ser
tan miedo como un instrumento,
y de la habilidad del daño o dolor
dependerá el son obtenidos,
lo que equivale a decir que la
interpretación de una obra
se desliga en cierto modo de la
que el autor quiso darle
desde el momento en que tal obra
segregada de su creador
se presta a todas.
Las diversas interpretaciones.
Los distintos sones que sus
lectores sucesivos
puedan ir obteniendo toda
gran obra literaria,
dice que no funciona siempre como
un instrumento amplio,
bien matizado y rico en registros,
al que los lectores de
diferentes épocas
van arrancando nuevos tonos
y melodías Vaquero.
Cita a Clarín y es el espíritu
de tratar de ya lo tenía en mente el
profesor decía citando a Clarín,
perdón, citando Vaquero a Clarín no
hemos de estar creando el mundo
todos los días, nos hemos desfigurar
unos como generaciones que estrenan
la civilización y pueden
olvidar el pasado.
No somos más que un eslabón
de una cadena que no sabemos
ni dónde empieza
ni dónde acaba.
Dice.
El profesor banquero palabras
de clearing,
unas líneas como el de clearing,
suponen una permanente invitación
a la prudencia, a la modestia,
esa modestia que ha creado
y mantenido esa cadena
de la que todos somos eslabones y
que ha hecho posible todo lo que va
a acontecer esta tarde en esta
sala y fuera en la plaza
de la universidad, que quiero.
Desde luego, y como no puede
ser de otra manera,
dedicar a Clarín al profesor
Mariano Vaquero,
Yllanes y a todos los estudiantes
que han recogido ese detectivo
y con toda su dedicación,
esfuerzo y amor.
Reviven para nosotros en Murcia,
una obra ya inmortal.
Bien, vamos a comenzar una lectura
encadenada de La Regenta,
seleccionado por algunos profesores
y por alumno tercero
y cuarto de hora.
En primer lugar,
valer el inicio de La
Regenta, Samuel,
vais a un catedrático de
organización de empresas y finanzas
de la Facultad de Economía.
Buenas tardes.
Muchas gracias por haberme dejado
participar en este acto emotivo.
Feliz, que me trae aquí esta tarde.
Es una lectura de mis
años de Juventud,
La Regenta de Leopoldo Alas, Clarín,
siempre me he sentido fascinado
por su aguda capacidad de
observación de la realidad a la hora
de dibujar fielmente los problemas
de su sociedad
y la reflexión que nos ofrece
sobre ellos en la búsqueda,
siempre de posibles soluciones,
voy a leer el fragmento que da
inicio a la novela y que presenta a vetusta
la ficción, nada ciudad de Oviedo
en que vivió Clarín.
Se trata de una página inolvidable
de nuestra literatura,
que va a resonar esta tarde aquí en
el acorde de 3 idiomas español,
francés, italiano, como homenaje a
la regenta en sus 140 aniversario,
homenaje al escritor
ovetense universal
y otro ovetense, ilustre
Mariano Vaquero,
boyantes que hábito durante
muchos años
los pasillos y aulas de nuestra
querida facultades detrás
y homenaje a la ciudad de Oviedo,
lugar que tiene ya un hueco señalado
en el mapa de nuestra geografía
literaria y espiritual
-La Regenta, capítulo primero,
la heroica ciudad
dormía.
La siesta, el viento, su caliente
y perezoso empujaba las nubes
Blanques finas que se rasgaban
al correr hacia el norte
en las calles, no había más ruido
que el humor estridente
de los Remolinos de polvo, trapos,
pasas y papeles que iban de arroyo
en arroyo de hacer en acera
discriminan esquina volando
y persiguiéndose como mariposas
que se buscan y huyen
y que en el aire envuelve,
en sus pliegues, invisibles
Cuál turbas de vuelos,
aquellas migajas de la basura,
aquellas obras de todo se juntaban
en un montón paraban.
Sé cómo dormidas un momento
y nunca van de nuevo,
sobresaltados, dispersándose,
trepando unas por las paredes
hasta los cristales, temblorosa
de los faroles,
otras hasta los carteles de papel
mal pegado a las esquinas
y había pluma que llegaba
a un tercer,
piso y Arenilla que se incrustada
para días o para años en la vidriera
de un escaparate agarrada
a un blog vetusta
la muy noble y leal ciudad,
corten, lejano, siglo,
hacía la digestión del cocido
y de la olla podrida
y descansaba.
Oyendo en 3 sueños, el
monótono y familiar,
zumbido de la campana de coro
tumbaba allá en lo alto de las ventas Torre.
En la santa basílica,
la torre de la catedral poemas
romántico de piedra dedicado
y no reduces líneas de belleza,
muda y perenne;
era obra del siglo XVI, aunque antes
comenzada de estilo gótico,
pero cabe decir moderado por
un instinto de prudencia
y armonía, que modificaba las
vulgares exageraciones
de esa arquitectura.
La vista no se facturaba
contemplando horas y horas
a que el índice de piedra
que señalaba el cielo no
era una de esas torres
cuya aguda huya aguja,
se quiebra de sutil
más flacas, que es deltas, aman
a maneras como señoritas,
cursis, que aprietan demasiado.
El corsé era maciza sin perder nada
de su espiritual grandeza?
Ya está sus segundos corredores
elegante van ilustrada subía
como fuerte castillo lanzándose
desde allí en pirámide de Anglo,
gracioso, inimitable en sus
medidas y proporciones.
Bien, ahora leerá alumna lista, ver.
Ligo y sitio y desde La Sexta
soy vadis, donde sí quisiera
españolas que se sigue dolor fumus
de Gobierno.
Dónde?
El fondo quiero que me
cita mucho dicho,
se lo exijo entonces grande,
Pallete taxi que han hecho
y que allí fue.
Quien llevó 8 a 8 ha dado cuando
hubiera hecho falta Chiquillo
ese próximo Conde tache quiso
ser; si se negó docx 2, 31,
un es 7 impidiendo el consenso,
siga instituto en danza.
Usted cuál sea, no se sabe echar
humo como autor y breve
y a un sexo bonds.
Ese disperse les han quejado
por lo disminuyeron 6 Coca
-Cola diré 2 cosas que
usted se marcó.
Leo.
Con ETA.
El problema tiene menos
jueces de metas
que contestar Exange, este
puzle y sus formas
desde mi doble,
sino entre coches acose a flote,
está siendo ingenuo allá en sitio,
y si de un flujo más se nota.
Yo llegué es un punto 0.
Es un pues eso que puede
ser un insulto 2
tanto mix mail letrados
como momento hecho
en el centro de la clase que usan,
quieren ser ni la somete la chufa,
y no sé 2.
Las bases.
A continuación leerán el mismo
primer párrafo del inicio
de la novela las alumnas Yulia
estela Luisa Falcón,
Silvia valer, sí naturalmente.
En italiano.
Pero hay que esta ofensiva en
Asia está dentro del sur
del caldo equilibro, sus,
piense vale ni blancas,
de que existan daban en
el Duero por saber
si no, no quiero insistir
en un seguida
Chiquillo estridente de Molina
de equipo, el del distrajo.
Si yo carta ser que corre evaluando
hídrica, ni rica y marcha
quieren marcha, quieren,
y que han tomado
me encanta una bola Sando Ence,
cuando si comenzar Palme,
que sí si el canon es un bono.
Quién la prensa, por el deseo
de invisibilidad.
Y mire usted, timonel y adquirimos.
Ni ya llevaban sido ni cuota,
cierre ni para el sector primario.
Vano y negras Chipre algún momento,
hubo panza bueno,
improvisó de arranque, y cuando
hay que unir lengua Le
parece fino?
El tramo, La Conchita y la
amplio al cine sima,
inicia estimada -venta, ataca
al rango el letrado.
No manchada cualquier
tiene que existen,
se imagina un cerco que haga,
no entre en razón ya
China.
Quién, si no estoy tranquilo.
Un buen palo y una mezquina visin
que lo estaba ancho ni quiere,
por sean bien Vetusta,
la innoble, leales,
dicta corte leal interrumpieron
Tajani de deriva al eso estufa two;
es.
Son, echaba culata da al
mono con el familiar
orientó de la campana del cuero.
Queréis, son amainado,
adulto si lo hacen en la campana
área de la zanja pacífica?
.
214
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Continuamos con la profesora
de la Facultad de letra
ana Luisa Barbero Escudero,
catedrática de literatura española
y especialista en narrativa de
manera singular en la herencia cervantina.
Que sobran los novelistas
del siglo XIX.
Buenas tardes.
Quiero público mi agradecimiento
a la organizadora
de este acto, magnífico, a la
profesora Sagrario Ruiz.
Ya me había dicho que era un
homenaje a La Regenta,
pero no me había dicho que también
lo era el profesor Mariano
a que luego Yllanes, con
lo cual de quien yo
también fui alumno, con lo cual
estoy doblemente agradecida.
Ella sabe perfectamente
lo que la regenta
que ha significado para mí
y para para mi padre,
y por tanto estoy muy, muy
feliz de participar
en este merecido homenaje a la obra.
Maestra, clarines cuando
me pidió empresa
Ruiz daño que eligiera un fragmento,
pues me puso un obstáculo
verdaderamente difícil de resolver,
porque que podía elegir.
Bueno, finalmente pensé que quizá
los aumentos elegidos recaerían
sobre las 2 figuras centrales,
especialmente pues Ana Azores y
también don Fermín, y por ello,
pues finalmente decidió elegir
a un personaje que siendo
importantísimo ascendientes
una agenda al personaje
más periférico por decirlo
de alguna manera
el marido de Ana Ozores, don
don Víctor Quintanar.
La construcción de este personaje
me pareció siempre admirable;
magistral,
como como bien saben es una
figura que a lo largo
de la novela nos presenta un perfil,
pues podríamos decir pintoresco.
Es una persona que muchas manías,
ridículo e incluso un personaje al
que vamos al lado de la obra,
realmente adscribiendo el
dominio de lo cómico
cuando se produce ese vuelco
esperado al final de la de la obra,
el personaje da también un vuelco,
de manera que se produce una clara
transferencia del cómico
a otras personas, que adquiere una
profundidad y una hondura trágica
verdaderamente impresionante;
un giro que por ejemplo podría
abocarnos al del carena de Tolstoi.
Bueno, insisto.
En el trazado de don Víctor
me parece algo asombroso
y esos momentos finales en los
que adquiere asimismo
una nueva visión, su quijotismo,
el que continuismo mantenido
a lo largo de la obra
y que se percibe ahora, a través
claramente de una ironía trágica,
a esos momentos finales de la novela,
siempre me produjeron un gran
impacto y por eso me he ido.
Si el profesor va y sabe y empezaba
yo me voy a ir al final me
voy a ir al capítulo 29
estamos en el día funesto
para don Víctor
en el que descubrió el criterio de
su mujer ha quedado con Luis,
le han adelantado el reloj
y, bueno, se va a casar con
consabido es 1 de esos momentos magistrales
de la obra en la los cuales,
en la razón,
nos ofrece un impresionante.
Monólogo interior, un soliloquio
del personaje,
que en este caso
evidencia el contraste entre
la apacible tranquilidad
de lo que a priori podríamos
considerar una simple cacería.
Entre 2 amigos y la convulsión
la perturbación interior
de el sol no había conseguido
disipar la niebla se le vislumbraba
detrás de un Toledo Blanques,
sino como si fuera una
luna de teatro,
hecha con un poco de aceite,
sobre un papel;
lejos gritaban las agoreras aves de
invierno, que después aparecían,
bajo las nubes; volando
fuera de tiro,
sin miedo al cazador,
pero tristes cansadas de la
vida suponía Quintanar,
el campo estaba melancólico
el invierno.
Parecía una desnudez y, a pesar
de todo, quieren musa.
Era la naturaleza que
tranquilamente, repasaba,
los hombres;
los hombres eran los que habían
engendrado los odios.
Las tradiciones, las leyes
convencionales
que atacan a la desgracia,
el corazón.
La filosofía de Fiji saque
el pensador agrónomo
que despreciaba la sociedad con
sus falsos principios,
con sus preocupaciones,
exageraciones y violencias.
Se le presentó a Quintanar a
quien el cuerpo repleto,
le pedía si está como en la
filosofía verdadera,
la sabiduría única eterna, vetusta
quedaba ya detrás de Montes
y montes, que era comparada
con el ancho mundo, nada;
un punto, y todas las ciudades
y todos los agujeros
donde el hombre, esa hormiga
fabricada su al ver que eran.
Comparados con los bosques
vírgenes, los desiertos,
las cordilleras, los gastos
mares, nada y las leyes,
digo no las preocupaciones
de la vida social,
todas que irán al lado de las
grandes y fijas y naturales leyes,
a qué obedecían los astros
en el cielo, las solas,
en el mar, el fuego bajo la tierra,
las sabias circulando por
las plantas vivos.
Deseo.
Sintió Quintanar por un momento
de echar raíces y ramas
y llenarse de musgo como
un roble secular,
de aquellos que veía coronando las
mimas del monte aéreo vegetar,
era mucho mejor que vivir,
oye un tiro alejan es,
pues, el estrés.
Pido estrépito de las dietas,
que volaban riéndose con
estudiantes chillidos
les vio pasar sobre su cabezas, no
se movió que se fueran al día.
estaba pensando en tomas
que en PISA sí que en.
A quién había olvidado?
Tenía razón Dónde quiere?
Estaba en la cruz a raíz
de la decía El Sabio.
Es CETA, arregla y ordena todas las
cosas según su modo de ver
y según tu voluntad,
y verás que siempre tienes algo que
padecer de grado o por fuerza.
Siempre haya Heras, la Cruz
y también recordaba lo
de algunas veces,
parecerá que Dios te deja,
otras veces eras mortificado
por el prójimo
y, lo que es más muchas veces
te serás molesta.
Optimismo si el prójimo,
que mortifican y yo mismo me
molesto, me hago daño a estas,
han quedado el alma, no
sé lo que debo hacer,
ni lo que debo pensar siquiera
Anita, me engaña,
es una infame sí pero y yo
no le engaño yo a ello,
con qué derecho, un nime frialdad,
de viejo distraído y sosa,
a los ardores
y a los sueños de su juventud,
romántica y extremoso
y porque alegue derechos de mi edad
para no servir, como soldado,
del matrimonio y pretendí rebatirme,
como contrabandista del adulterio,
dejara de ser adulterio
el del hombre,
también; digan lo que quieran;
las leyes le daba ir a encontrarse
tan filósofo,
pero no podía otra cosa, comprendía
que aquellas meditaciones
y alejaban de su venganza que
en el fondo del alma,
y no quería ya vengarse,
quería castigar como un reto
y salvar honor nada más,
y esto mismo le irrita.
Después volvía a la lástima
tierra de sí mismo.
La imagen de la vejez solitaria
y los Cámara anys, allá
en el cielo gris;
iba encantando.
Sus aires como quien recita
el que en PISA,
en una lengua desconocida, sí si
la tristeza era universal.
Todo el mundo era podredumbre, el
ser humano, lo más podrido todo,
y siempre se acaba en consecuencia
que no sabía lo que debía ser,
ni siquiera lo que debía pensar
ni aún lo que debía sentir.
Continuando con la lectura en cadena
de texto de La Regenta,
a partir de este momento estudiantes
de tercero,
tercer curso de grado en Lengua
y Literatura Española,
leerán fragmentos, seleccionados
por sus compañeros
y compañeras de tercer
y cuarto curso.
En el capítulo 3, hoy Dublín
describe la habitación de Ana Ozores
le Verónica Verónica Carmona Coll.
Sí.
Le resienta, dormía en una un
carísima toma de matrimonio,
durado con pabellón blanco
sobre la alfombra
a los pies del lecho.
Había un una piel de tigre auténtico.
No, no había más imágenes antes.
Un crucifijo en marzo de Marfil,
colgado sobre las 12 0 inclinando
social, de hecho,
pareció a mirar a través del túnel
del pabellón, blanco o Dunia a fuerte
la indiscreción había conseguido
varias veces entrar allí
que mujeres tan INTA eran limpia,
no se podía negar,
limpia como el armiño esto al fin
era un mérito y un apoyo
para muchas dramas vetustenses,
pero añadió dUnió fuera de
la limpieza del orden
nada que revela la mujer elegante,
la piel de tigre tiene un caché qué
sé yo me parece un capricho
CARI, extravagante, poco femenino
al todo la cama
es un horror muy buena para la
alcaldesa de Palomares,
una Cámara y matrimonio
y que cada una grosería y lo demás
nada; allí no hay sexo,
aparte del orden parte el cuarto
de un estudiante,
el objeto de arte ni
malo y veloz nada,
lo que pide en el confort
y el buen gusto.
La Alcoa es una mujer, como
el estilo ese nombre;
dime cómo duerme, si te diré quién
eres y la de negocio.
Allí la vida está representada
por un triste vulgar
colgado de una manera contraria
a las conveniencias.
Lástima.
Concluya, Dublín, sin sentir lástima
que un 1.000.000.000 tan precioso
se guarden tan miserable,
Joyero a, debía confesar que
el juego de cámara digno,
de una princesa que sábana
buena Onís.
Ella me he pasado la mano culto a mí
yo que eso hay dar esa tinta,
que el cuerpo in situ,
de regalos nos sentirá experiencias
en el roce de aquellas sábanas
Honrubia; miraba sinceramente
las formas, el de Ana
y allá en el fondo del corazón, le
envidiaba al tigre en Vetusta.
No vean tigres.
La deuda no podía exigir a sus
amantes esta prueba de cariño.
Ella tenía la crisis de la
Dama, la casa del león,
pero están.
Paguen también miserable.
Capítulo 3,
han soy, dación se prepara para
su primera concesión general,
con don Fermín de pas en magistral.
Isabel paguen más aro.
Han incurrido con mucho cuidado y
la escuela la escuela duras,
pero no como si alguien pudiera
haberla desde el tocador,
caer con negligencia su banda azul,
con encaje extremo, y apareció
en la encantado,
como si la figuraba de un Saturno,
un poco antes de dormirse,
pero mucho más hermosa que Bermúdez,
podía representar,
será después de abandonar todas
las prendas que no habían
de hoy de acompañarle en el lecho
que sobre la vivienda
y Timbre, hundiendo los pies,
desnudos pequeños y realices,
en la espesura de las manchas pardas,
un brazo desnudo se apoyaba
en la cabeza
lo inclinado y el otro pendía
a lo largo del cuerpo
siguiendo la curva graciosa
de la robusta cadera,
parecía una impúdica un modelo
olvidado de sí misma,
en una postura académica impuesta
por el artista
jamás y las cifras tienen confusión
alguno había prohibido la retinta,
esta voluptuosidad de distinguir
a sus solas.
Lo domicilios vencidos,
miembros y sentir.
El contacto del aire fresco por
todo el cuerpo a la hora
de acostarse nunca vería.
Nunca había creído ella
que dar abandono fuese materia
de confesión bien.
Le he hecho, sin mover
los pies de José,
caer de bruces y sobre aquella
blanco era suave
con los brazos tendidos apoyaba,
la mejilla la sábana,
y tenía los ojos, muy abiertos, la
debilitaba el placer del tacto,
que corría desde la cintura
sin confesión general
estaba pensando ese es la historia
de toda la vida,
una lágrima suma sus ojos quieran
dar y correo a esta mujer.
La sábana se acordó de que no
había conocido a su madre
tal vez de esta desgracia nacían
sus mayores pecados.
Ni Madrid ni injusta a título de ver.
El título 3, lucha interna
de Ana, Ozores,
un fragmento elegido por
Ester durante Flores
muestra la lucha interior de Anna
para convencerse de la necesidad
de realizar sacrificios para
mantenerse virtuosa.
Los imagina como una misión poética.
Sin embargo, su conciencia
reemprender los anhelos,
provocando una crisis existencial
que solo la música concilio consigue
apaciguar, lee Isabel,
Palmar creía, viviesen, licitada de
bienes que se había impuesto,
esto es de bienes algunas veces y lo
representaba como un poética;
misión que explicaba el
porqué de la vida;
entonces piensa 1, tenía la
insulsa de existencia,
se aparente.
Mis días están ocupados
por grandes cosas.
Este sacrificio, esta
lucha es más grande
y cualquier aventura del mundo
en otros momentos
como ahora tras cada el freno de la
pasión, sojuzgada-protestaba;
el egoísmo, la llamaba loca
romántica inicia y decía que veía tan estúpida
esta conciencia de la rebelión.
La desesperada quería aplacar la
ese y gritaba sentía Cardós,
en Holanda.
En tales horas no querían ADIF,
no comparecía nadie.
En aquel instante deseaba hoy.
Música no podía haber
voz más oportuna.
A continuación va a leer Álvaro
valorado mucho capítulo 4 Han a
encontrar refugio para su soledad
en la FEMP por primera
vez el fragmento.
Muestra la conmoción espiritual,
de Anna al leer las concesiones
de Sanagustín.
Como dice Durante, aflore
la fuerza de la palabra
escrita despierta en ella una
experiencia casi sobrenatural,
pasando del miedo inicial a un
llanto, purificador hallando,
en el libro, el consuelo
materno y un refugio,
y para su soledad en la C. Dando así
un paso decisivo en su interior.
Aun estaba aturdida casi espantada
por aquella voz,
que ya era dentro de sí cuando
llegó al pasaje,
en donde santa refiere,
que paseándose,
también por usar 1.008
una voz que le decía
todo el leer y que corriera
el texto sagrado
y les dio un versículo de la Biblia,
han adscrito sintió un temblor
por toda la pierda su cuerpo
y en la raíz de los caballos
como un soplo que los erizos
y los mejores listados,
muchos segundos, tuvo miedo
del sobre la natura
que leyó que iba a parecerse de algo,
pero aquel pánico pasó y la
pobre niña sin madres
sintió dulce corriente, que
les su avisaba al pecho,
al subir a las cuentas de
los ojos, las lágrimas,
algo pagándose.
Ellos le quitaban la vista y lloro
sobre las confesiones de San Agustín
como sobre el seno de una amable.
Su alma se hacía mucha.
En aquel momento.
Como título quinto han Ozores,
quieren ser literal el fragmento
seleccionado por Mónica Soler,
mediado cuenta, que Anna
desea emanciparse,
pero no encuentra la forma de
hacerlo sustituidas acudido
de las cuales quedó al morir,
su padre, anotar su inclinación
religiosa;
se ríen, y critican su
falsa devoción;
además, censuran su afición
a la literatura,
ya que no lo consideraban propia de
una señorita en de tus ese gusto
por leer es visto como un vicio grave
que intentan par de raíz para
suprimir ese vicio de nuevo.
para la ONG quería, que nos citase,
pero como ella no podían ganarse
la vida trabajando antes,
la hubieran asesinado; las actuales
no había manera decorosa
de salir de allí a no
ser el matrimonio
o el convento, pero la
adecuación de Ana
ya estaba calificada y condenada
por la autoridad competente,
las tías que habían maliciado
algo de misticismo;
pasajero se habían burlado
de él culturalmente.
Además, la fase de emoción de
la niña venía complicada,
con el mayor y más ridículo
defecto que en vetusta
podía tener una señorita.
La literatura era este,
el único visión grave
que las tías habían descubierto
el más joven
y ya se había cortado de raíz
cuando venía anunciada
por la mesilla de noche de Ana con
un cuaderno de versos tintero
y una tribuna manifestó igual;
asombro que si hubiera visto
un revólver, una baraja o una
botella llena de acuerdo.
Aquello era una cosa.
Un voluntad, un vicio de hombres
vulgar plebeyos.
Se hubiera fumado no
hubiera sido mayor
la estupefacción de aquellas otras
zonas, una zonas literata
por allí por allí se asoma Valores
al de la modestia italiana que,
en efecto debía haber sido bailarina,
como insinuaba doña Camila
en su célebre carta.
El cuaderno de versos se había
presentado los padres;
gravamen de la aristocracia carril.
Ya que se hubiera seguido avanzando,
instruido, declaró que los embalses
ahora niveles, doña Lucia,
se envolvió en lo que ha de ir,
porque indecentes, libres quieren
lo dijera.
La bailarina, no cita nota
de hoteles libras
quiere decir blancos que no
tienen consonantes cosas
que tú no entiendes.
Por lo demás, los poderosos
no son malos,
pero más vale que nos escriba.
No he conocido ninguna literata
que fuesen usar vaivén.
A título quinto, presentación
de Odón,
Tomás Kiliç, le ha dado valor.
No se les daba mucho, se creía
superior a los que rodeaban
y pensaba que debían haber
en otra parte
de una sociedad que me hubiese
como ella quisiera
y que tuviese sus mismas ideas,
pero, entre tanto vetusta
de resultados traigan ya
rutina más de hielo,
que la tenía sujeto inmóvil,
subsistían, las jóvenes aristócratas
beatos todo aquello era más fuerte
que ella, no podía luchar,
se rendía discreción y se reservaba
derecho despreciadas.
Un tirano viviendo años
Pedro Crespo era una excepción,
un amigo verdadero,
que entendía medidas, palabras
lo que las tías, el balón,
no hubieran entendido tomos,
como casas autónomas.
Le llamaban crisis,
porque si se ha referido
a un desliz, de,
los que suelen castigar los pueblos
con poquitas aspavientos,
de realidad, a su estadista,
se encogió de hombros,
no por indiferencia,
sino por filosofía y exclama,
sonriendo.
Quién quieren ustedes?
Son más flexibles, como decía,
el otro flexibles,
quería decir frágiles.
Tal era la divisa de don Tomás,
la fragilidad donde él mismo
había sido frágil
había creído demasiado en las leyes
de la adaptación al medio,
pero de esto ya se hablará
en su día 8 años,
más adelante.
Les llama en todo su esplendor su
noble manía de perdonarlo.
Todos.
Capítulo quinto de hace de novio de
Quintanar y Ana como vean Ozores
a los hombres, vetustenses
su rechazo hacia ellos.
Caracterización de don Víctor,
leyendo Calderón de la Barca,
sobre el honor texto, seleccionado
por Lucía García Olivares
que considera este fragmento
muy representativo
de la actitud de Ana y don
Víctor como matrimonio,
incidiendo en el tema del castigo
por delito de honor
del regente de Vetusta,
inspirado por sus lecturas
del teatro.
Barroco de Calderón.
Tiene muy arraigada le Aron cárceles.
Si alguno había querido
dar la convocatoria,
pronto había encontrado
un destino altivo
y una ironía cruel capaces
de las obras tal vez,
aunque no era seguro, ni mucho menos
entre aquellos hombres que la miraban
de lejos de boro dura,
con los ojos, habría alguno
digno de ser querido,
pero las guías se encargaban de
mantener las distancias que exigía
el tono.
Los pobres aboga de ellos
o lo que fuera tal vez
demócratas teóricos
respetaban.
Aquellas preocupaciones y
participaban a su pesar.
De ellas nos aceptaba todos los que
habían producido en algún efecto,
aunque no grande, hablando
con los ojos,
era cualquier cosa menos
proporciones en vetusta.
La juventud pobre no sabe
ganarse la vida,
a lo sumo.
Se ganan la miseria muchachos
y muchachas;
se combinan miradas, se quieren
hasta se lo dicen,
pero lo dejo para oposición.
La lucha es pierden ser Mosul
y acaban enviadas.
Los Muchachos dejan reluciente
sombrero de poco.
Se embocen en la caja
y se hacen cuadro.
Los que quieren medrar
salen del pueblo.
Allí no hay más ricos que los
que heredan o hace fortuna,
lejos de la soñó, orienta vetusta
entre americanos pasivos
y más mayor agentes fatuos
burdos y grotescos
hubiera podido coger, seguía
pensando que lo dijeran fruto redondo.
Pero además para que engañarse
a sí mismo
no estaban vetusto, no podía estar
en aquel pobre rincón,
la realidad del sueño,
el oro del poema, que primero se
había llamado Germán después
San Agustín de Hipona después
adoptar allá y después con 100 nombres
todo grandes esplendor dulzura,
delicada, rara
escogida y ahora estaba casada,
era un crimen,
pero un crimen verdadero,
no como el de la Barca debo pensar
en que los hombres don Víctor,
era la muralla de la china,
de sus sueños
toda fantástica aparición,
que rebasara de aquellos 5 pies y
varias cruzadas de hombre que tenía
la era un delito todavía concluido
sin haber empezado.
Abrió a los ojos y miro
a su don Víctor,
que la luz de una bala ampara
de viajes calado.
Hasta las orejas, una gorra de
ser leída tranquilamente,
algo arrugado en 13 el
mayor monstruo.
Los ceros o el quebrar cada vez
salen demostrar Calderón de baja.
Capítulo quinto, andan
y su lugar en la sociedad debe darse
en el siguiente fragmento,
seleccionado por Verónica,
Alcaraz, Lens,
se observa cómo la sociedad debe
busca, percibe Ana Ozores,
lo que hace que sea aceptada
en la clase alta;
aun así sus deseos siempre son
controlados por sus días
y, por lo que la sociedad espera de
ella, la palabra de Verónica,
apenas puede expresar lo que
quieren, mostrándolo,
difícil, que era para las mujeres
decidir por sí mismas
y vivir como ellos querían en esa
época, en lugar de decidir,
en lugar de lo que la
sociedad esperaba,
de ellas le Aron cárceles,
el elemento masculino.
No tengo mucho antes que el femenino,
la extraordinaria belleza de mí
pocos meses después de la fiebre,
han había crecido.
Milagrosamente sus formas
se habían tomado una
amplitud armónica
que tenía orgullosa la
nobleza vetustense.
La verdad era que el tipo
aristocrático no se perdía pesarán,
sus mal que no quiere clases,
aquella niña,
en cuanto la habían separado
de una vida vulgar
en poder de un padre extraviado y
liberarlo de la bien alimentado
bien había recobrado el
tipo de la razón.
Se votó por unanimidad,
que era muchísimo.
La plebe opinaba lo mismo que la
nobleza de la clase media;
era da igual, parece en poco tiempo
se consolidó la fama de aquella
hermosura y orientadores,
fue por aclamación la lucha
más unidad del pueblo.
Cuando llegaba a un forastero
se le enseñaba la se le enseñaba
la torre de la cátedra
el paseo de verano y, si era posible
la sobrina de las otras,
eran las 3 maravillas de la
población, doña Águeda,
agradecía este triunfo como filias.
Pudiera haber agradecido la
admiración que el mundo
tributo asumirlo es una estatua gris.
Había dicho la Marquesa
de debera Llana,
que se figuraba la estatua griegas,
según la idea que le había dado una
dura de un amante de la forma
más abultadas, es la voluntad
ni lo decía con ingreso
o Jazztel llamado, afrontar
alias el estudiante,
más bien que la del que la de 1.000
o de difícil rectificaba el joven,
y ya sabe o Saturnino Bermúdez que
sabía lo que quería decir
o poco menos.
Es un fin días exclamaba
el marco de Doñana,
que había viajado y recordaba
que se decía,
un Zurbarán Murillo.
Tratándose de cuadros y Bermúdez
se atrevía a rectificar también,
en mi opinión más parece,
de praxis del es el más.
El marqués de brazos se llama
praxis flexibles.
Las señoras eran las que pueden
juzgar mejor porque muchas de ellas
habían conseguido ver,
anida cómo se ven,
las estafas no sabían si eran
filias o un praxis,
pero sí que era una.
Realmente, un mismo decía
la baronesa de una nada
que había estado 8 días en
la exposición de París.
Su belleza, salvo la huérfana,
se admitió sin reparo en la clase,
en la intimidad de la clase.
Por suerte, usura, nadie se acordaba
de la amnistía italiana,
tampoco van a debía mentarla
siquiera según una orden expresa de días.
Se había olvidado todo, incluso
el republicanismo del padre.
Todo era un perdón general,
Ah, no, era de la clase.
La honrada usura como un
caballo de sangre
y de quien desea honrar
la caballeriza
y hasta la casa de un potentado.
Capítulo 7,
presentación de Álvaro Homs,
presidente del casino de Vetusta,
contactando con Pepe ronzal
que quien describe
Álvaro este fragmento elegido
por Mariano García Soriano
nos muestra el Tenorio,
vetustensa en su dimensión, mundana
como apunta Mariano.
Se trata de la presentación
en sociedad
de lo de don Juan Tenorio de Vetusta
que jugará un papel esencial
en el desarrollo de la novela le
pagaron cárceles, don Álvaro,
vencía era más alto que rompan
y mucho más experto
se vestían, París y solo en el mismo
tomarse las medidas frontal
encargaba la roba a Madrid,
porque las otras que le
pedían el valor de 3
nunca le sentaban bien las levitas.
Siempre iba a la penúltima moda.
Mi silla iba muchas veces a
Madrid y al extranjero,
aunque era de Vetusta.
No tenía el centro del país frontal;
parecía el gallego cuando
quería pronunciar
en perfecto castellano
-Mesía; hablaba en francés,
en italiano y un poco de
inglés el diputado
por pertenecer tenía sobre soberana
envidia al presidente
del casi ningún vetustense;
le parecía superior al
hijo de su madre
ni por el valor ni por la elegancia,
ni por la fortuna, con las Damas,
ni por el prestigio político;
sí sé es si se exceptuaba;
don Álvaro trabuco, tenía que
confesarse inferior a este;
quiere a su vez lo ideal?
Ante su fantasía el presidente
del casino
era todo un hombre de 90
hasta de buen creíble;
más valiente, más y más
diestro en las armas
que el fuego su figura le parecía
un figure intachable;
haría roba un modelo de la ropa
y en cuanto al fama que
don Álvaro zaga deuda e irresistible
conquistador
reputado auténtica y el más
envidiable patrimonio.
Que pudieran cuidar el nombre, amigo
de divertirse en este mundo,
aunque pasaba la vida, preparando
los rumores,
maliciosos que corrían acerca
del origen de la regular.
Por una que se atribuye al
presidente el ronzal,
no creía que ni un solo céntimo
hubiese adquirido de mala fe.
Capítulo 9, Ana y los niños pobres
debe el fragmento seleccionado
por Miguel Ángel Costa,
se describe en las esferas
populares de la ciudad
mientras tras la criada y su alma.
Ana pasean por las calles de Vetusta,
Clarín, retrata un niño que
pegados a la Cámara
de una concienciaría; discuten
sobre el nombre
de unos dulces que no
pueden permitirse,
creando una imagen que contrasta con
el resto de escenarios habituales
de la obra como el casino
o la catedral Le Lucas,
mercader.
Ortuño.
Dejaron una mayoría por
fin el bulevar,
y entraron en la calle del
comercio de las tiendas.
Salían haces de luz que
llegaban al arroyo,
iluminando las piedras húmedas
cubiertas de lodo;
delante del escaparate de
una confitería nueva,
la más lujosa de Vetusta, un grupo
de ellos, de 8 o 12 años,
discutía la calidad y el nombre
de aquellas golosinas
que no eran para ellos y
cuyas excelencias solo
podían apreciar por conjeturas
el más pequeño
y a mí el cristal con éxtasis
religioso con los ojos cerrados.
Eso se llama PISA, dijo.
Un entorno dogmático ahí que fueron.
Si eso es un piano o no.
Si sabré yo también aquella
escena intervención,
la regenta siempre sentía apretada,
la garganta y lágrimas en los ojos,
cuando veía los niños pobres
en mirar los dulces
de los juguetes de los escaparates,
no eran para ellos.
Esto le parecía la más terrible,
cruenta de la injusticia.
Pero además, ahora aquellos granujas
discutiendo en nombre
de lo que no habían de comerse,
eran osaban,
compañeros de desgracia, hermanitos
suyos sin saber por qué.
Capítulo 10, años piensan solas
en su situación espiritual.
Este texto, seleccionado por
Galia es la CHE van
y Cólogan nos muestran, ha
confundido en sus reflexiones
sobre similar en su situación
en palabras de Galia,
Anita pasado en estado
de ánimo al otro,
mostrando así la confusión
de esos sentimientos.
Leen Lucas
-mercader por Túnez después
de todo era una tontería,
verdad.
A quién le extraigan la Marquesa
estando de su vida
no comulgar al día siguiente,
pero que no había de comunicar era
ella una alta con escrúpulos?
Necios que tenía que echarse
en cara, en,
que había faltado todo vete.
Usted en aquel momento estaba
gozando entre el ruido luz, música alegría
y ella sola solo allí en
aquel comedor oscuro,
triste frío, lleno de recuerdo,
se dio ese silencio subiendo
la ocasión de dar pábulo
a una pasión que elevaría a
la mujer más presuntuosa
era esto pecar nada tenía
que ver con don Álvaro
podía estar todo lo enamorado
que quisiera,
pero ya sea más le otorgaría a favor,
más insignificante.
Desde ahora ni mirarle siquiera
estaba decidida
que había que confesar nada
para que reconciliar
para nada podía comunicar sin miedo
si madruga haría comunicaría
pero gastaba bastaba por Dios
de pensar en aquello se volvía
a que el continuo
estudiar su pensamiento a fecha ese
sí misma acusarse por ideas inocentes
de malos pensamientos
era un martirio,
un martirio, que añadía
los que la vida
ni había traído y sigue atrayendo
sin buscarnos,
pero que había de hacer,
sino capilar.
Una mujer como ella en que
se había de divertir,
encajar con Liga o con reclamo
como su marido implanta,
Eucalyptus donde no querían
hacer como Flix.
Capítulo 10, la desesperación de Ana,
reflexionando por la rutina
de su vida matrimonial
en el siguiente fragmento elegido
por Manuel, Albaladejo,
Clarín, retrata la insatisfacción
de Ana Ozores
son su esposo Víctor Quintana, don
Víctor posee múltiples y diversas
aficiones que le impiden cumplir
su rol afectivo
como ex post.
Se asocia la figura de este
con la fringílidas,
su amigo un céntrico
compañías absurdas
que sirve para ponderar el hastío
y el aislamiento emocional
de la protagonista.
Como señala Manuel Albaladejo,
Le Lucas, Mercader Ortuño;
su marido era Botánico,
ornitológico, agricultor agricultor,
cazador crítico de convenios
cómico jurisconsultos,
todo menos un marino quería
más y es que a su mujer.
Y quién era flexibles,
un loco simpático,
años atrás, pero ahora completamente.
Ido intratable un hombre que tenía
la manía de la climatización,
que todo lo quería armonizar,
mezclar y confundir que incierta.
Va penales en manzanas.
Si creía que todo era lo 1 lo mismo
y pretendía que el caso era adaptarse
al medio nombre que había llevado
en Suecia de disparates,
a insertar gallos ingleses,
engaños, españoles,
lo había visto ella.
Unos pobrecitos animales con
la cresta de esperar nada
y encima sujeto.
Contra, pues con un niño
de Carmen cruda sanguinolenta que
han querido decir hay pila
desde su marido.
Yo decía 3 años que ella vivía entre
aquel parque Sonámbulos
sin más relaciones íntimas.
Bastaba, bastaba, no podía más
aquello era una gota de agua
que hace desbordar caer en una
trampa que un marido coloca en su despacho
como si fueran mentir.
No era esto y con el modelo ridículo.