Idioma: Español
Fecha: Subida: 2025-10-03T00:00:00+02:00
Duración: 50m 12s
Lugar: Murcia - Facultad de Derecho - Salón de Grados
Lugar: Interpretación
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Lectura encadenada de La Regenta

Vuelve Vetusta

Descripción

Lectura encadenada de fragmentos de la obra La Regenta de Leopoldo Alas Clarín, con comentarios introductorios que hagan accesible la novela del siglo XIX a nuestra época. Además se realizarán diversas actividades de divulgación como una representación realizada por estudiantes de 4 curso de Grado en Lengua y Literatura..

Transcripción (generada automáticamente)

Buenas tardes, podemos alegrarnos, soy de festejar los 140 años cumplidos de una obra que lleva un referente de nuestra literatura española, La Regenta de Leopoldo Alas, Clarín, es indiscutible que la ciudad de Vetusta escenario de la novela, es acendrada mente asturiana, tanto que es un calco, cierre de la ciudad de Oviedo, con cuya universidad tenemos el privilegio de colaborar y contar hoy de forma virtual. Bienvenida Oviedo, enlazada con Murcia a través de la imagen literaria de Vetusta. Me cabe el honor de despejar una incógnita que se ha planteado desde el inicio de este proyecto que desarrollamos hoy. Es lógico, de Oviedo, homenaje a La Regenta porque son sus calles las que se dibujan en la novela del genial ovetense, Leopoldo Alas, pero Murcia. Ese fervor. Pues bien, en Murcia se lee con entusiasmo a toda la obra de clearing, porque otro asturiano ilustre contagio, desde la Universidad de Murcia, su admiración por Leopoldo Alas. Mariano Vaquero, Yllanes, ovetense, de nacimiento, impartiendo su docencia a los estudiantes de esta universidad. Docencia en que la regenta ocupaba el lugar destacado de las lecturas propuestas por el profesor Vaquer así año tras año. Se iba forjando una alianza Murcia Vetusta, Oviedo, que sostuvo con amor y dedicación Mariano Vaquero y cuyos frutos reto enseñan cada curso con los nuevos y jóvenes estudiantes que leen la regenta casi también quiero decirlo, con devoción y la recrean con sus miradas de electores contemporáneos actualizando así la obra, con sus interpretaciones de la novela y de la problemática social y personal de sus personajes, con los que en ocasiones pueden sentirse identificados, pues al fin, el ser humano, en su esencia y pasiones es siempre el mismo. No hacen otra cosa los estudiantes del grado de Lengua y Literatura Española en Murcia, que corroborar las palabras de banquero, a quien homenajeamos también de forma especial en este acto, ya que sin su magisterio, en Murcia. Todo esto no hubiera sido posible. Dice el profesor Vaquer ollares. El libro es algo susceptible de ser tan miedo como un instrumento, y de la habilidad del daño o dolor dependerá el son obtenidos, lo que equivale a decir que la interpretación de una obra se desliga en cierto modo de la que el autor quiso darle desde el momento en que tal obra segregada de su creador se presta a todas. Las diversas interpretaciones. Los distintos sones que sus lectores sucesivos puedan ir obteniendo toda gran obra literaria, dice que no funciona siempre como un instrumento amplio, bien matizado y rico en registros, al que los lectores de diferentes épocas van arrancando nuevos tonos y melodías Vaquero. Cita a Clarín y es el espíritu de tratar de ya lo tenía en mente el profesor decía citando a Clarín, perdón, citando Vaquero a Clarín no hemos de estar creando el mundo todos los días, nos hemos desfigurar unos como generaciones que estrenan la civilización y pueden olvidar el pasado. No somos más que un eslabón de una cadena que no sabemos ni dónde empieza ni dónde acaba. Dice. El profesor banquero palabras de clearing, unas líneas como el de clearing, suponen una permanente invitación a la prudencia, a la modestia, esa modestia que ha creado y mantenido esa cadena de la que todos somos eslabones y que ha hecho posible todo lo que va a acontecer esta tarde en esta sala y fuera en la plaza de la universidad, que quiero. Desde luego, y como no puede ser de otra manera, dedicar a Clarín al profesor Mariano Vaquero, Yllanes y a todos los estudiantes que han recogido ese detectivo y con toda su dedicación, esfuerzo y amor. Reviven para nosotros en Murcia, una obra ya inmortal. Bien, vamos a comenzar una lectura encadenada de La Regenta, seleccionado por algunos profesores y por alumno tercero y cuarto de hora. En primer lugar, valer el inicio de La Regenta, Samuel, vais a un catedrático de organización de empresas y finanzas de la Facultad de Economía. Buenas tardes. Muchas gracias por haberme dejado participar en este acto emotivo. Feliz, que me trae aquí esta tarde. Es una lectura de mis años de Juventud, La Regenta de Leopoldo Alas, Clarín, siempre me he sentido fascinado por su aguda capacidad de observación de la realidad a la hora de dibujar fielmente los problemas de su sociedad y la reflexión que nos ofrece sobre ellos en la búsqueda, siempre de posibles soluciones, voy a leer el fragmento que da inicio a la novela y que presenta a vetusta la ficción, nada ciudad de Oviedo en que vivió Clarín. Se trata de una página inolvidable de nuestra literatura, que va a resonar esta tarde aquí en el acorde de 3 idiomas español, francés, italiano, como homenaje a la regenta en sus 140 aniversario, homenaje al escritor ovetense universal y otro ovetense, ilustre Mariano Vaquero, boyantes que hábito durante muchos años los pasillos y aulas de nuestra querida facultades detrás y homenaje a la ciudad de Oviedo, lugar que tiene ya un hueco señalado en el mapa de nuestra geografía literaria y espiritual -La Regenta, capítulo primero, la heroica ciudad dormía. La siesta, el viento, su caliente y perezoso empujaba las nubes Blanques finas que se rasgaban al correr hacia el norte en las calles, no había más ruido que el humor estridente de los Remolinos de polvo, trapos, pasas y papeles que iban de arroyo en arroyo de hacer en acera discriminan esquina volando y persiguiéndose como mariposas que se buscan y huyen y que en el aire envuelve, en sus pliegues, invisibles Cuál turbas de vuelos, aquellas migajas de la basura, aquellas obras de todo se juntaban en un montón paraban. Sé cómo dormidas un momento y nunca van de nuevo, sobresaltados, dispersándose, trepando unas por las paredes hasta los cristales, temblorosa de los faroles, otras hasta los carteles de papel mal pegado a las esquinas y había pluma que llegaba a un tercer, piso y Arenilla que se incrustada para días o para años en la vidriera de un escaparate agarrada a un blog vetusta la muy noble y leal ciudad, corten, lejano, siglo, hacía la digestión del cocido y de la olla podrida y descansaba. Oyendo en 3 sueños, el monótono y familiar, zumbido de la campana de coro tumbaba allá en lo alto de las ventas Torre. En la santa basílica, la torre de la catedral poemas romántico de piedra dedicado y no reduces líneas de belleza, muda y perenne; era obra del siglo XVI, aunque antes comenzada de estilo gótico, pero cabe decir moderado por un instinto de prudencia y armonía, que modificaba las vulgares exageraciones de esa arquitectura. La vista no se facturaba contemplando horas y horas a que el índice de piedra que señalaba el cielo no era una de esas torres cuya aguda huya aguja, se quiebra de sutil más flacas, que es deltas, aman a maneras como señoritas, cursis, que aprietan demasiado. El corsé era maciza sin perder nada de su espiritual grandeza? Ya está sus segundos corredores elegante van ilustrada subía como fuerte castillo lanzándose desde allí en pirámide de Anglo, gracioso, inimitable en sus medidas y proporciones. Bien, ahora leerá alumna lista, ver. Ligo y sitio y desde La Sexta soy vadis, donde sí quisiera españolas que se sigue dolor fumus de Gobierno. Dónde? El fondo quiero que me cita mucho dicho, se lo exijo entonces grande, Pallete taxi que han hecho y que allí fue. Quien llevó 8 a 8 ha dado cuando hubiera hecho falta Chiquillo ese próximo Conde tache quiso ser; si se negó docx 2, 31, un es 7 impidiendo el consenso, siga instituto en danza. Usted cuál sea, no se sabe echar humo como autor y breve y a un sexo bonds. Ese disperse les han quejado por lo disminuyeron 6 Coca -Cola diré 2 cosas que usted se marcó. Leo. Con ETA. El problema tiene menos jueces de metas que contestar Exange, este puzle y sus formas desde mi doble, sino entre coches acose a flote, está siendo ingenuo allá en sitio, y si de un flujo más se nota. Yo llegué es un punto 0. Es un pues eso que puede ser un insulto 2 tanto mix mail letrados como momento hecho en el centro de la clase que usan, quieren ser ni la somete la chufa, y no sé 2. Las bases. A continuación leerán el mismo primer párrafo del inicio de la novela las alumnas Yulia estela Luisa Falcón, Silvia valer, sí naturalmente. En italiano. Pero hay que esta ofensiva en Asia está dentro del sur del caldo equilibro, sus, piense vale ni blancas, de que existan daban en el Duero por saber si no, no quiero insistir en un seguida Chiquillo estridente de Molina de equipo, el del distrajo. Si yo carta ser que corre evaluando hídrica, ni rica y marcha quieren marcha, quieren, y que han tomado me encanta una bola Sando Ence, cuando si comenzar Palme, que sí si el canon es un bono. Quién la prensa, por el deseo de invisibilidad. Y mire usted, timonel y adquirimos. Ni ya llevaban sido ni cuota, cierre ni para el sector primario. Vano y negras Chipre algún momento, hubo panza bueno, improvisó de arranque, y cuando hay que unir lengua Le parece fino? El tramo, La Conchita y la amplio al cine sima, inicia estimada -venta, ataca al rango el letrado. No manchada cualquier tiene que existen, se imagina un cerco que haga, no entre en razón ya China. Quién, si no estoy tranquilo. Un buen palo y una mezquina visin que lo estaba ancho ni quiere, por sean bien Vetusta, la innoble, leales, dicta corte leal interrumpieron Tajani de deriva al eso estufa two; es. Son, echaba culata da al mono con el familiar orientó de la campana del cuero. Queréis, son amainado, adulto si lo hacen en la campana área de la zanja pacífica? . 214 00:14:36,525 --> 00:14:38,475 Continuamos con la profesora de la Facultad de letra ana Luisa Barbero Escudero, catedrática de literatura española y especialista en narrativa de manera singular en la herencia cervantina. Que sobran los novelistas del siglo XIX. Buenas tardes. Quiero público mi agradecimiento a la organizadora de este acto, magnífico, a la profesora Sagrario Ruiz. Ya me había dicho que era un homenaje a La Regenta, pero no me había dicho que también lo era el profesor Mariano a que luego Yllanes, con lo cual de quien yo también fui alumno, con lo cual estoy doblemente agradecida. Ella sabe perfectamente lo que la regenta que ha significado para mí y para para mi padre, y por tanto estoy muy, muy feliz de participar en este merecido homenaje a la obra. Maestra, clarines cuando me pidió empresa Ruiz daño que eligiera un fragmento, pues me puso un obstáculo verdaderamente difícil de resolver, porque que podía elegir. Bueno, finalmente pensé que quizá los aumentos elegidos recaerían sobre las 2 figuras centrales, especialmente pues Ana Azores y también don Fermín, y por ello, pues finalmente decidió elegir a un personaje que siendo importantísimo ascendientes una agenda al personaje más periférico por decirlo de alguna manera el marido de Ana Ozores, don don Víctor Quintanar. La construcción de este personaje me pareció siempre admirable; magistral, como como bien saben es una figura que a lo largo de la novela nos presenta un perfil, pues podríamos decir pintoresco. Es una persona que muchas manías, ridículo e incluso un personaje al que vamos al lado de la obra, realmente adscribiendo el dominio de lo cómico cuando se produce ese vuelco esperado al final de la de la obra, el personaje da también un vuelco, de manera que se produce una clara transferencia del cómico a otras personas, que adquiere una profundidad y una hondura trágica verdaderamente impresionante; un giro que por ejemplo podría abocarnos al del carena de Tolstoi. Bueno, insisto. En el trazado de don Víctor me parece algo asombroso y esos momentos finales en los que adquiere asimismo una nueva visión, su quijotismo, el que continuismo mantenido a lo largo de la obra y que se percibe ahora, a través claramente de una ironía trágica, a esos momentos finales de la novela, siempre me produjeron un gran impacto y por eso me he ido. Si el profesor va y sabe y empezaba yo me voy a ir al final me voy a ir al capítulo 29 estamos en el día funesto para don Víctor en el que descubrió el criterio de su mujer ha quedado con Luis, le han adelantado el reloj y, bueno, se va a casar con consabido es 1 de esos momentos magistrales de la obra en la los cuales, en la razón, nos ofrece un impresionante. Monólogo interior, un soliloquio del personaje, que en este caso evidencia el contraste entre la apacible tranquilidad de lo que a priori podríamos considerar una simple cacería. Entre 2 amigos y la convulsión la perturbación interior de el sol no había conseguido disipar la niebla se le vislumbraba detrás de un Toledo Blanques, sino como si fuera una luna de teatro, hecha con un poco de aceite, sobre un papel; lejos gritaban las agoreras aves de invierno, que después aparecían, bajo las nubes; volando fuera de tiro, sin miedo al cazador, pero tristes cansadas de la vida suponía Quintanar, el campo estaba melancólico el invierno. Parecía una desnudez y, a pesar de todo, quieren musa. Era la naturaleza que tranquilamente, repasaba, los hombres; los hombres eran los que habían engendrado los odios. Las tradiciones, las leyes convencionales que atacan a la desgracia, el corazón. La filosofía de Fiji saque el pensador agrónomo que despreciaba la sociedad con sus falsos principios, con sus preocupaciones, exageraciones y violencias. Se le presentó a Quintanar a quien el cuerpo repleto, le pedía si está como en la filosofía verdadera, la sabiduría única eterna, vetusta quedaba ya detrás de Montes y montes, que era comparada con el ancho mundo, nada; un punto, y todas las ciudades y todos los agujeros donde el hombre, esa hormiga fabricada su al ver que eran. Comparados con los bosques vírgenes, los desiertos, las cordilleras, los gastos mares, nada y las leyes, digo no las preocupaciones de la vida social, todas que irán al lado de las grandes y fijas y naturales leyes, a qué obedecían los astros en el cielo, las solas, en el mar, el fuego bajo la tierra, las sabias circulando por las plantas vivos. Deseo. Sintió Quintanar por un momento de echar raíces y ramas y llenarse de musgo como un roble secular, de aquellos que veía coronando las mimas del monte aéreo vegetar, era mucho mejor que vivir, oye un tiro alejan es, pues, el estrés. Pido estrépito de las dietas, que volaban riéndose con estudiantes chillidos les vio pasar sobre su cabezas, no se movió que se fueran al día. estaba pensando en tomas que en PISA sí que en. A quién había olvidado? Tenía razón Dónde quiere? Estaba en la cruz a raíz de la decía El Sabio. Es CETA, arregla y ordena todas las cosas según su modo de ver y según tu voluntad, y verás que siempre tienes algo que padecer de grado o por fuerza. Siempre haya Heras, la Cruz y también recordaba lo de algunas veces, parecerá que Dios te deja, otras veces eras mortificado por el prójimo y, lo que es más muchas veces te serás molesta. Optimismo si el prójimo, que mortifican y yo mismo me molesto, me hago daño a estas, han quedado el alma, no sé lo que debo hacer, ni lo que debo pensar siquiera Anita, me engaña, es una infame sí pero y yo no le engaño yo a ello, con qué derecho, un nime frialdad, de viejo distraído y sosa, a los ardores y a los sueños de su juventud, romántica y extremoso y porque alegue derechos de mi edad para no servir, como soldado, del matrimonio y pretendí rebatirme, como contrabandista del adulterio, dejara de ser adulterio el del hombre, también; digan lo que quieran; las leyes le daba ir a encontrarse tan filósofo, pero no podía otra cosa, comprendía que aquellas meditaciones y alejaban de su venganza que en el fondo del alma, y no quería ya vengarse, quería castigar como un reto y salvar honor nada más, y esto mismo le irrita. Después volvía a la lástima tierra de sí mismo. La imagen de la vejez solitaria y los Cámara anys, allá en el cielo gris; iba encantando. Sus aires como quien recita el que en PISA, en una lengua desconocida, sí si la tristeza era universal. Todo el mundo era podredumbre, el ser humano, lo más podrido todo, y siempre se acaba en consecuencia que no sabía lo que debía ser, ni siquiera lo que debía pensar ni aún lo que debía sentir. Continuando con la lectura en cadena de texto de La Regenta, a partir de este momento estudiantes de tercero, tercer curso de grado en Lengua y Literatura Española, leerán fragmentos, seleccionados por sus compañeros y compañeras de tercer y cuarto curso. En el capítulo 3, hoy Dublín describe la habitación de Ana Ozores le Verónica Verónica Carmona Coll. Sí. Le resienta, dormía en una un carísima toma de matrimonio, durado con pabellón blanco sobre la alfombra a los pies del lecho. Había un una piel de tigre auténtico. No, no había más imágenes antes. Un crucifijo en marzo de Marfil, colgado sobre las 12 0 inclinando social, de hecho, pareció a mirar a través del túnel del pabellón, blanco o Dunia a fuerte la indiscreción había conseguido varias veces entrar allí que mujeres tan INTA eran limpia, no se podía negar, limpia como el armiño esto al fin era un mérito y un apoyo para muchas dramas vetustenses, pero añadió dUnió fuera de la limpieza del orden nada que revela la mujer elegante, la piel de tigre tiene un caché qué sé yo me parece un capricho CARI, extravagante, poco femenino al todo la cama es un horror muy buena para la alcaldesa de Palomares, una Cámara y matrimonio y que cada una grosería y lo demás nada; allí no hay sexo, aparte del orden parte el cuarto de un estudiante, el objeto de arte ni malo y veloz nada, lo que pide en el confort y el buen gusto. La Alcoa es una mujer, como el estilo ese nombre; dime cómo duerme, si te diré quién eres y la de negocio. Allí la vida está representada por un triste vulgar colgado de una manera contraria a las conveniencias. Lástima. Concluya, Dublín, sin sentir lástima que un 1.000.000.000 tan precioso se guarden tan miserable, Joyero a, debía confesar que el juego de cámara digno, de una princesa que sábana buena Onís. Ella me he pasado la mano culto a mí yo que eso hay dar esa tinta, que el cuerpo in situ, de regalos nos sentirá experiencias en el roce de aquellas sábanas Honrubia; miraba sinceramente las formas, el de Ana y allá en el fondo del corazón, le envidiaba al tigre en Vetusta. No vean tigres. La deuda no podía exigir a sus amantes esta prueba de cariño. Ella tenía la crisis de la Dama, la casa del león, pero están. Paguen también miserable. Capítulo 3, han soy, dación se prepara para su primera concesión general, con don Fermín de pas en magistral. Isabel paguen más aro. Han incurrido con mucho cuidado y la escuela la escuela duras, pero no como si alguien pudiera haberla desde el tocador, caer con negligencia su banda azul, con encaje extremo, y apareció en la encantado, como si la figuraba de un Saturno, un poco antes de dormirse, pero mucho más hermosa que Bermúdez, podía representar, será después de abandonar todas las prendas que no habían de hoy de acompañarle en el lecho que sobre la vivienda y Timbre, hundiendo los pies, desnudos pequeños y realices, en la espesura de las manchas pardas, un brazo desnudo se apoyaba en la cabeza lo inclinado y el otro pendía a lo largo del cuerpo siguiendo la curva graciosa de la robusta cadera, parecía una impúdica un modelo olvidado de sí misma, en una postura académica impuesta por el artista jamás y las cifras tienen confusión alguno había prohibido la retinta, esta voluptuosidad de distinguir a sus solas. Lo domicilios vencidos, miembros y sentir. El contacto del aire fresco por todo el cuerpo a la hora de acostarse nunca vería. Nunca había creído ella que dar abandono fuese materia de confesión bien. Le he hecho, sin mover los pies de José, caer de bruces y sobre aquella blanco era suave con los brazos tendidos apoyaba, la mejilla la sábana, y tenía los ojos, muy abiertos, la debilitaba el placer del tacto, que corría desde la cintura sin confesión general estaba pensando ese es la historia de toda la vida, una lágrima suma sus ojos quieran dar y correo a esta mujer. La sábana se acordó de que no había conocido a su madre tal vez de esta desgracia nacían sus mayores pecados. Ni Madrid ni injusta a título de ver. El título 3, lucha interna de Ana, Ozores, un fragmento elegido por Ester durante Flores muestra la lucha interior de Anna para convencerse de la necesidad de realizar sacrificios para mantenerse virtuosa. Los imagina como una misión poética. Sin embargo, su conciencia reemprender los anhelos, provocando una crisis existencial que solo la música concilio consigue apaciguar, lee Isabel, Palmar creía, viviesen, licitada de bienes que se había impuesto, esto es de bienes algunas veces y lo representaba como un poética; misión que explicaba el porqué de la vida; entonces piensa 1, tenía la insulsa de existencia, se aparente. Mis días están ocupados por grandes cosas. Este sacrificio, esta lucha es más grande y cualquier aventura del mundo en otros momentos como ahora tras cada el freno de la pasión, sojuzgada-protestaba; el egoísmo, la llamaba loca romántica inicia y decía que veía tan estúpida esta conciencia de la rebelión. La desesperada quería aplacar la ese y gritaba sentía Cardós, en Holanda. En tales horas no querían ADIF, no comparecía nadie. En aquel instante deseaba hoy. Música no podía haber voz más oportuna. A continuación va a leer Álvaro valorado mucho capítulo 4 Han a encontrar refugio para su soledad en la FEMP por primera vez el fragmento. Muestra la conmoción espiritual, de Anna al leer las concesiones de Sanagustín. Como dice Durante, aflore la fuerza de la palabra escrita despierta en ella una experiencia casi sobrenatural, pasando del miedo inicial a un llanto, purificador hallando, en el libro, el consuelo materno y un refugio, y para su soledad en la C. Dando así un paso decisivo en su interior. Aun estaba aturdida casi espantada por aquella voz, que ya era dentro de sí cuando llegó al pasaje, en donde santa refiere, que paseándose, también por usar 1.008 una voz que le decía todo el leer y que corriera el texto sagrado y les dio un versículo de la Biblia, han adscrito sintió un temblor por toda la pierda su cuerpo y en la raíz de los caballos como un soplo que los erizos y los mejores listados, muchos segundos, tuvo miedo del sobre la natura que leyó que iba a parecerse de algo, pero aquel pánico pasó y la pobre niña sin madres sintió dulce corriente, que les su avisaba al pecho, al subir a las cuentas de los ojos, las lágrimas, algo pagándose. Ellos le quitaban la vista y lloro sobre las confesiones de San Agustín como sobre el seno de una amable. Su alma se hacía mucha. En aquel momento. Como título quinto han Ozores, quieren ser literal el fragmento seleccionado por Mónica Soler, mediado cuenta, que Anna desea emanciparse, pero no encuentra la forma de hacerlo sustituidas acudido de las cuales quedó al morir, su padre, anotar su inclinación religiosa; se ríen, y critican su falsa devoción; además, censuran su afición a la literatura, ya que no lo consideraban propia de una señorita en de tus ese gusto por leer es visto como un vicio grave que intentan par de raíz para suprimir ese vicio de nuevo. para la ONG quería, que nos citase, pero como ella no podían ganarse la vida trabajando antes, la hubieran asesinado; las actuales no había manera decorosa de salir de allí a no ser el matrimonio o el convento, pero la adecuación de Ana ya estaba calificada y condenada por la autoridad competente, las tías que habían maliciado algo de misticismo; pasajero se habían burlado de él culturalmente. Además, la fase de emoción de la niña venía complicada, con el mayor y más ridículo defecto que en vetusta podía tener una señorita. La literatura era este, el único visión grave que las tías habían descubierto el más joven y ya se había cortado de raíz cuando venía anunciada por la mesilla de noche de Ana con un cuaderno de versos tintero y una tribuna manifestó igual; asombro que si hubiera visto un revólver, una baraja o una botella llena de acuerdo. Aquello era una cosa. Un voluntad, un vicio de hombres vulgar plebeyos. Se hubiera fumado no hubiera sido mayor la estupefacción de aquellas otras zonas, una zonas literata por allí por allí se asoma Valores al de la modestia italiana que, en efecto debía haber sido bailarina, como insinuaba doña Camila en su célebre carta. El cuaderno de versos se había presentado los padres; gravamen de la aristocracia carril. Ya que se hubiera seguido avanzando, instruido, declaró que los embalses ahora niveles, doña Lucia, se envolvió en lo que ha de ir, porque indecentes, libres quieren lo dijera. La bailarina, no cita nota de hoteles libras quiere decir blancos que no tienen consonantes cosas que tú no entiendes. Por lo demás, los poderosos no son malos, pero más vale que nos escriba. No he conocido ninguna literata que fuesen usar vaivén. A título quinto, presentación de Odón, Tomás Kiliç, le ha dado valor. No se les daba mucho, se creía superior a los que rodeaban y pensaba que debían haber en otra parte de una sociedad que me hubiese como ella quisiera y que tuviese sus mismas ideas, pero, entre tanto vetusta de resultados traigan ya rutina más de hielo, que la tenía sujeto inmóvil, subsistían, las jóvenes aristócratas beatos todo aquello era más fuerte que ella, no podía luchar, se rendía discreción y se reservaba derecho despreciadas. Un tirano viviendo años Pedro Crespo era una excepción, un amigo verdadero, que entendía medidas, palabras lo que las tías, el balón, no hubieran entendido tomos, como casas autónomas. Le llamaban crisis, porque si se ha referido a un desliz, de, los que suelen castigar los pueblos con poquitas aspavientos, de realidad, a su estadista, se encogió de hombros, no por indiferencia, sino por filosofía y exclama, sonriendo. Quién quieren ustedes? Son más flexibles, como decía, el otro flexibles, quería decir frágiles. Tal era la divisa de don Tomás, la fragilidad donde él mismo había sido frágil había creído demasiado en las leyes de la adaptación al medio, pero de esto ya se hablará en su día 8 años, más adelante. Les llama en todo su esplendor su noble manía de perdonarlo. Todos. Capítulo quinto de hace de novio de Quintanar y Ana como vean Ozores a los hombres, vetustenses su rechazo hacia ellos. Caracterización de don Víctor, leyendo Calderón de la Barca, sobre el honor texto, seleccionado por Lucía García Olivares que considera este fragmento muy representativo de la actitud de Ana y don Víctor como matrimonio, incidiendo en el tema del castigo por delito de honor del regente de Vetusta, inspirado por sus lecturas del teatro. Barroco de Calderón. Tiene muy arraigada le Aron cárceles. Si alguno había querido dar la convocatoria, pronto había encontrado un destino altivo y una ironía cruel capaces de las obras tal vez, aunque no era seguro, ni mucho menos entre aquellos hombres que la miraban de lejos de boro dura, con los ojos, habría alguno digno de ser querido, pero las guías se encargaban de mantener las distancias que exigía el tono. Los pobres aboga de ellos o lo que fuera tal vez demócratas teóricos respetaban. Aquellas preocupaciones y participaban a su pesar. De ellas nos aceptaba todos los que habían producido en algún efecto, aunque no grande, hablando con los ojos, era cualquier cosa menos proporciones en vetusta. La juventud pobre no sabe ganarse la vida, a lo sumo. Se ganan la miseria muchachos y muchachas; se combinan miradas, se quieren hasta se lo dicen, pero lo dejo para oposición. La lucha es pierden ser Mosul y acaban enviadas. Los Muchachos dejan reluciente sombrero de poco. Se embocen en la caja y se hacen cuadro. Los que quieren medrar salen del pueblo. Allí no hay más ricos que los que heredan o hace fortuna, lejos de la soñó, orienta vetusta entre americanos pasivos y más mayor agentes fatuos burdos y grotescos hubiera podido coger, seguía pensando que lo dijeran fruto redondo. Pero además para que engañarse a sí mismo no estaban vetusto, no podía estar en aquel pobre rincón, la realidad del sueño, el oro del poema, que primero se había llamado Germán después San Agustín de Hipona después adoptar allá y después con 100 nombres todo grandes esplendor dulzura, delicada, rara escogida y ahora estaba casada, era un crimen, pero un crimen verdadero, no como el de la Barca debo pensar en que los hombres don Víctor, era la muralla de la china, de sus sueños toda fantástica aparición, que rebasara de aquellos 5 pies y varias cruzadas de hombre que tenía la era un delito todavía concluido sin haber empezado. Abrió a los ojos y miro a su don Víctor, que la luz de una bala ampara de viajes calado. Hasta las orejas, una gorra de ser leída tranquilamente, algo arrugado en 13 el mayor monstruo. Los ceros o el quebrar cada vez salen demostrar Calderón de baja. Capítulo quinto, andan y su lugar en la sociedad debe darse en el siguiente fragmento, seleccionado por Verónica, Alcaraz, Lens, se observa cómo la sociedad debe busca, percibe Ana Ozores, lo que hace que sea aceptada en la clase alta; aun así sus deseos siempre son controlados por sus días y, por lo que la sociedad espera de ella, la palabra de Verónica, apenas puede expresar lo que quieren, mostrándolo, difícil, que era para las mujeres decidir por sí mismas y vivir como ellos querían en esa época, en lugar de decidir, en lugar de lo que la sociedad esperaba, de ellas le Aron cárceles, el elemento masculino. No tengo mucho antes que el femenino, la extraordinaria belleza de mí pocos meses después de la fiebre, han había crecido. Milagrosamente sus formas se habían tomado una amplitud armónica que tenía orgullosa la nobleza vetustense. La verdad era que el tipo aristocrático no se perdía pesarán, sus mal que no quiere clases, aquella niña, en cuanto la habían separado de una vida vulgar en poder de un padre extraviado y liberarlo de la bien alimentado bien había recobrado el tipo de la razón. Se votó por unanimidad, que era muchísimo. La plebe opinaba lo mismo que la nobleza de la clase media; era da igual, parece en poco tiempo se consolidó la fama de aquella hermosura y orientadores, fue por aclamación la lucha más unidad del pueblo. Cuando llegaba a un forastero se le enseñaba la se le enseñaba la torre de la cátedra el paseo de verano y, si era posible la sobrina de las otras, eran las 3 maravillas de la población, doña Águeda, agradecía este triunfo como filias. Pudiera haber agradecido la admiración que el mundo tributo asumirlo es una estatua gris. Había dicho la Marquesa de debera Llana, que se figuraba la estatua griegas, según la idea que le había dado una dura de un amante de la forma más abultadas, es la voluntad ni lo decía con ingreso o Jazztel llamado, afrontar alias el estudiante, más bien que la del que la de 1.000 o de difícil rectificaba el joven, y ya sabe o Saturnino Bermúdez que sabía lo que quería decir o poco menos. Es un fin días exclamaba el marco de Doñana, que había viajado y recordaba que se decía, un Zurbarán Murillo. Tratándose de cuadros y Bermúdez se atrevía a rectificar también, en mi opinión más parece, de praxis del es el más. El marqués de brazos se llama praxis flexibles. Las señoras eran las que pueden juzgar mejor porque muchas de ellas habían conseguido ver, anida cómo se ven, las estafas no sabían si eran filias o un praxis, pero sí que era una. Realmente, un mismo decía la baronesa de una nada que había estado 8 días en la exposición de París. Su belleza, salvo la huérfana, se admitió sin reparo en la clase, en la intimidad de la clase. Por suerte, usura, nadie se acordaba de la amnistía italiana, tampoco van a debía mentarla siquiera según una orden expresa de días. Se había olvidado todo, incluso el republicanismo del padre. Todo era un perdón general, Ah, no, era de la clase. La honrada usura como un caballo de sangre y de quien desea honrar la caballeriza y hasta la casa de un potentado. Capítulo 7, presentación de Álvaro Homs, presidente del casino de Vetusta, contactando con Pepe ronzal que quien describe Álvaro este fragmento elegido por Mariano García Soriano nos muestra el Tenorio, vetustensa en su dimensión, mundana como apunta Mariano. Se trata de la presentación en sociedad de lo de don Juan Tenorio de Vetusta que jugará un papel esencial en el desarrollo de la novela le pagaron cárceles, don Álvaro, vencía era más alto que rompan y mucho más experto se vestían, París y solo en el mismo tomarse las medidas frontal encargaba la roba a Madrid, porque las otras que le pedían el valor de 3 nunca le sentaban bien las levitas. Siempre iba a la penúltima moda. Mi silla iba muchas veces a Madrid y al extranjero, aunque era de Vetusta. No tenía el centro del país frontal; parecía el gallego cuando quería pronunciar en perfecto castellano -Mesía; hablaba en francés, en italiano y un poco de inglés el diputado por pertenecer tenía sobre soberana envidia al presidente del casi ningún vetustense; le parecía superior al hijo de su madre ni por el valor ni por la elegancia, ni por la fortuna, con las Damas, ni por el prestigio político; sí sé es si se exceptuaba; don Álvaro trabuco, tenía que confesarse inferior a este; quiere a su vez lo ideal? Ante su fantasía el presidente del casino era todo un hombre de 90 hasta de buen creíble; más valiente, más y más diestro en las armas que el fuego su figura le parecía un figure intachable; haría roba un modelo de la ropa y en cuanto al fama que don Álvaro zaga deuda e irresistible conquistador reputado auténtica y el más envidiable patrimonio. Que pudieran cuidar el nombre, amigo de divertirse en este mundo, aunque pasaba la vida, preparando los rumores, maliciosos que corrían acerca del origen de la regular. Por una que se atribuye al presidente el ronzal, no creía que ni un solo céntimo hubiese adquirido de mala fe. Capítulo 9, Ana y los niños pobres debe el fragmento seleccionado por Miguel Ángel Costa, se describe en las esferas populares de la ciudad mientras tras la criada y su alma. Ana pasean por las calles de Vetusta, Clarín, retrata un niño que pegados a la Cámara de una concienciaría; discuten sobre el nombre de unos dulces que no pueden permitirse, creando una imagen que contrasta con el resto de escenarios habituales de la obra como el casino o la catedral Le Lucas, mercader. Ortuño. Dejaron una mayoría por fin el bulevar, y entraron en la calle del comercio de las tiendas. Salían haces de luz que llegaban al arroyo, iluminando las piedras húmedas cubiertas de lodo; delante del escaparate de una confitería nueva, la más lujosa de Vetusta, un grupo de ellos, de 8 o 12 años, discutía la calidad y el nombre de aquellas golosinas que no eran para ellos y cuyas excelencias solo podían apreciar por conjeturas el más pequeño y a mí el cristal con éxtasis religioso con los ojos cerrados. Eso se llama PISA, dijo. Un entorno dogmático ahí que fueron. Si eso es un piano o no. Si sabré yo también aquella escena intervención, la regenta siempre sentía apretada, la garganta y lágrimas en los ojos, cuando veía los niños pobres en mirar los dulces de los juguetes de los escaparates, no eran para ellos. Esto le parecía la más terrible, cruenta de la injusticia. Pero además, ahora aquellos granujas discutiendo en nombre de lo que no habían de comerse, eran osaban, compañeros de desgracia, hermanitos suyos sin saber por qué. Capítulo 10, años piensan solas en su situación espiritual. Este texto, seleccionado por Galia es la CHE van y Cólogan nos muestran, ha confundido en sus reflexiones sobre similar en su situación en palabras de Galia, Anita pasado en estado de ánimo al otro, mostrando así la confusión de esos sentimientos. Leen Lucas -mercader por Túnez después de todo era una tontería, verdad. A quién le extraigan la Marquesa estando de su vida no comulgar al día siguiente, pero que no había de comunicar era ella una alta con escrúpulos? Necios que tenía que echarse en cara, en, que había faltado todo vete. Usted en aquel momento estaba gozando entre el ruido luz, música alegría y ella sola solo allí en aquel comedor oscuro, triste frío, lleno de recuerdo, se dio ese silencio subiendo la ocasión de dar pábulo a una pasión que elevaría a la mujer más presuntuosa era esto pecar nada tenía que ver con don Álvaro podía estar todo lo enamorado que quisiera, pero ya sea más le otorgaría a favor, más insignificante. Desde ahora ni mirarle siquiera estaba decidida que había que confesar nada para que reconciliar para nada podía comunicar sin miedo si madruga haría comunicaría pero gastaba bastaba por Dios de pensar en aquello se volvía a que el continuo estudiar su pensamiento a fecha ese sí misma acusarse por ideas inocentes de malos pensamientos era un martirio, un martirio, que añadía los que la vida ni había traído y sigue atrayendo sin buscarnos, pero que había de hacer, sino capilar. Una mujer como ella en que se había de divertir, encajar con Liga o con reclamo como su marido implanta, Eucalyptus donde no querían hacer como Flix. Capítulo 10, la desesperación de Ana, reflexionando por la rutina de su vida matrimonial en el siguiente fragmento elegido por Manuel, Albaladejo, Clarín, retrata la insatisfacción de Ana Ozores son su esposo Víctor Quintana, don Víctor posee múltiples y diversas aficiones que le impiden cumplir su rol afectivo como ex post. Se asocia la figura de este con la fringílidas, su amigo un céntrico compañías absurdas que sirve para ponderar el hastío y el aislamiento emocional de la protagonista. Como señala Manuel Albaladejo, Le Lucas, Mercader Ortuño; su marido era Botánico, ornitológico, agricultor agricultor, cazador crítico de convenios cómico jurisconsultos, todo menos un marino quería más y es que a su mujer. Y quién era flexibles, un loco simpático, años atrás, pero ahora completamente. Ido intratable un hombre que tenía la manía de la climatización, que todo lo quería armonizar, mezclar y confundir que incierta. Va penales en manzanas. Si creía que todo era lo 1 lo mismo y pretendía que el caso era adaptarse al medio nombre que había llevado en Suecia de disparates, a insertar gallos ingleses, engaños, españoles, lo había visto ella. Unos pobrecitos animales con la cresta de esperar nada y encima sujeto. Contra, pues con un niño de Carmen cruda sanguinolenta que han querido decir hay pila desde su marido. Yo decía 3 años que ella vivía entre aquel parque Sonámbulos sin más relaciones íntimas. Bastaba, bastaba, no podía más aquello era una gota de agua que hace desbordar caer en una trampa que un marido coloca en su despacho como si fueran mentir. No era esto y con el modelo ridículo.

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Antonia Maria MuÑoz Caravaca

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Serie: Vuelve Vetusta (+información)

Lectura encadenada de La Regenta y representación

Descripción

Lectura encadenada de fragmentos de la obra La Regenta de Leopoldo Alas Clarín, con comentarios introductorios que hagan accesible la novela del siglo XIX a nuestra época. Además se realizarán diversas actividades de divulgación como monólogos breves.