Para el estudio del carpo tenemos que referirnos
al extremo distal del antebrazo, de los huesos
del antebrazo, en concreto del radio en el caso
del caballo, a los huesos de la fila proximal
y de la fila distal del carpo, y a la base de
los huesos metacarpianos. Son este conjunto de
huesos los que integran el complejo articular
del carpo. Para identificar las superficies
articulares más en detalle, vamos a utilizar
una pieza aislada del miembro torácico derecho,
que es la que observamos aquí sobre la mesa.
Utilizamos también el antebrazo derecho para
indicar la articulación del radio con la fila
proximal de huesos del carpo. En este sentido,
en el complejo articular del carpo,
la primera línea articular que identificamos proximalmente
es la que establece la cara articular carpiana
del radio, con las caras articulares proximales
de la fila proximal del carpo. Estos huesos que
integran la fila personal del carpo, recordamos
son el hueso carpo radial, el intermedio,
el hueso carpo cubital lateralmente, y el
accesorio adaptado en la cara palmar de esta
región del carpo. Es esta articulación la que
denominamos articulación antebraquiocarpiana.
Distalmente a esta línea articular, tenemos
que hablar de la articulación mediocarpiana,
y es la que establecen entre sí los huesos de la
fila proximal con los huesos
de la fila distal del carpo.
Distalmente, en este complejo articular
la articulación que hemos de nombrar en la
articulación carpometacarpiana. La establecen
las caras articulares distales de esta fila
distal de huesos del carpo, con las bases de los
huesos metacarpianos, tercer metacarpiano,
cuarto metacarpiano lateralmente y segundo meta-
carpiano medialmente. Son estas tres líneas articulares,
la antebraquiocarpiana, la mediocarpiana y la
carpometacarpiana, las que nos integran en su
conjunto la articulación del carpo. Además,
en cada una de las filas de huesos del carpo,
podemos identificar líneas articulares
verticales que corresponden con las
articulaciones intercarpianas. Cada una de
estas articulaciones, antebraquiocarpiana,
mediocarpiana y carpometacarpiana, tiene su propia
membrana sinovial, si bien las dos primeras las
dos más proximales, están comunicadas. La primera,
la antebraquiocarpiana, es la articulación de
mayor movilidad, junto con la articulación
mediocarpiana. Sin embargo, la articulación
carpometacarpiana es prácticamente inmóvil, se
puede considerar como una anfiartrosis.
Estudiamos estas tres articulaciones como una única
articulación, debido a que la cápsula articular,
el estrato fibroso de la cápsula articular, es
común para las tres, y los refuerzos ligamentosos,
en concreto los ligamentos colaterales, también
son comunes para las tres líneas articulares.
Para identificar estos ligamentos, utilizamos una pieza
húmeda de esta región del carpo en el caballo,
en concreto se trata de un miembro torácico del lado
izquierdo, donde hemos seccionado en el tercio medio,
el antebrazo, el radio. Vemos la cara
craneal de la articulación del carpo.
Previamente hemos retirado la cápsula articular y,
por ello, podemos observar el extremo distal del radio,
la fila de huesos proximales, la fila de huesos
distales y la base de los huesos metacarpianos.
Sin embargo, hemos respetado los ligamentos
colaterales. Observamos aquí lateralmente,
donde identificamos el accesorio adaptado en la cara
palmar y lateralmente a esa articulación,
podemos identificar el ligamento colateral lateral, un
ligamento que arranca desde la apófisis estiloidea
lateral del radio, y en un fascículo superficial,
llega distalmente a la base del cuarto metacarpiano.
Además, deja también fibras en
profundidad en un fascículo más profundo, que se
fijan al hueso carpocubital y al cuarto carpiano,
en la fila distal del carpo. Por la cara medial,
de manera similar, observamos otro refuerzo
ligamentoso correspondiente al ligamento colateral
medial. Arranca en este caso proximalmente desde
la apófisis estiloidea medial del radio,
en superficie llega distalmente a la base del segundo
metacarpiano, y en profundidad nos deja fibras
para el hueso carpo-radial y distalmente para el
hueso segundo y primer carpiano. Estos ligamentos
colaterales, además de presentar estos ligamentos
colaterales de refuerzo la articulación del carpo,
esta articulación presenta ligamentos carpianos
dorsales que, principalmente, unen los huesos de
la misma fila, nunca entre filas o entre líneas
articulares. Como vemos aquí, por la cara dorsal
hay ligamentos que van reforzando los huesos de la
misma fila del carpo. Sin embargo, es por la cara
palmar por donde vamos a encontrar la mayor parte
de los refuerzos ligamentosos, son los ligamentos
carpianos palmares. Es en esta cara palmar donde
estos ligamentos adquieren un mayor espesor.
Esto se entiende cuando flexionamos la
articulación del carpo, indicar que la flexión
del carpo es en sentido palmar. Al flexionar
la articulación del carpo, observamos cómo son
las líneas articulares antebraquiocarpiana
y mediocarpiana, las que ofrecen una mayor
apertura en su ángulo de flexión. Sin embargo,
la articulación carpometacarpiana prácticamente
no varía en su posición. Se entiende ahora
que los ligamentos carpianos dorsales estén
exclusivamente entre huesos de la misma fila y,
en la extensión, cuando intentamos sobrepasar
la verticalidad, llega un momento en el que
no se puede extender más la articulación,
motivada principalmente por el grosor, por el
espesor de los ligamentos carpianos palmares.
Para finalizar esta articulación, indicar que
el hueso accesorio presenta ligamentos propios
de fijación, tanto al cuarto metacarpiano
como al cuarto carpiano, al carpo cubital
y a la apófisis estiloidea lateral del radio, para
estabilizar su posición en ese plano más palmar.