La química no solo es la base de la vida,
también desde su origen ha sido un motor
que ha hecho progresar
a las ciudades, regiones,
estados, esperanza de
vida y a la humanidad.
La química proporciona los fármacos que
curan las enfermedades, alimentos,
agua potable, abonos e insecticidas que
contribuyen al desarrollo de las
producciones agrícolas, combustibles,
productos de higiene y belleza,
nuevos materiales, altas tecnologías de la
comunicación, etc.
Nuestro bienestar depende de la química y
la química está llamada a seguir
desempeñando un papel protagonista para
afrontar los grandes desafíos de la
humanidad y aportar las
soluciones adecuadas basadas
en criterios de sostenibilidad
en el futuro inmediato.
La química es lo que hace que estemos
vivos nosotros en este mundo.
Todas las reacciones
químicas que se producen en
nuestro organismo son las
que nos mantienen en vida.
La gran parte de los avances
que se han conseguido en este mundo
de manera directa o indirecta
Llevan química y llevan procesos químicos,
dar oportunidad
a la gente joven y de valía
para que pueda
desarrollar sus capacidades
también en este país,
Desarrollar una empresa que sea
más demandante de tecnología,
más demandante de doctores
Porque eso significa que es más demandante
de investigación
y después mantener un esfuerzo económico
continuado, permanente,
lo suficiente para que
todas las buenas ideas que puedan surgir en este país
se puedan llevar a cabo.
Desde 1915 la Universidad de Murcia tuvo
adscritas las cátedras de Química,
de Física, de Matemáticas y de Mineralogía
y de Botánica.
Y fue en 1940 cuando finalizó sus estudios
la primera promoción de licenciados en
Ciencias de la Sección de Químicas,
formada por cuatro titulados.
El rector José Loustau, catedrático de
Mineralogía y Botánica y decano de la
Facultad de Ciencias, impulsó y propició
la implantación de los estudios de la
Licenciatura en Ciencias Químicas en la
Universidad de Murcia, que fueron durante
muchos años los únicos
estudios universitarios en el
ámbito de las ciencias
experimentales en nuestra región.
Durante los años 40, los
estudios de Química se
consolidaron con la incorporación
de nuevos catedráticos.
Juan Sancho, Vicente Iranzo, Antonio Soler
y Francisco Sierra, que fueron pioneros en
el nacimiento de la
investigación científica
y el desarrollo tecnológico
en nuestra región.
Entre 1955 y 1965 se formaron en los
laboratorios de la Facultad más de 30
doctores en Ciencias correspondientes a la
Sección Química, que posteriormente
escribieron brillantes páginas
como catedráticos de las
Facultades de Matemáticas,
Biología, Medicina y Química.
Entonces la Facultad de Ciencias,
que se llamaba así, no tenía edificio.
Dábamos las clases teóricas en unas aulas
cedidas por la Facultad de Derecho en el
edificio emblemático de los arcos y del
jardín y las clases prácticas en un
auténtico barracón que había a la salida
de la Facultad.
La Facultad de Derecho a mano derecha.
La Facultad de Química
empezó, como toda la
Universidad de Murcia,
con muy pocos medios.
Y cuando yo llegué, que es de lo que puedo
hablar con más precisión, había solamente
cuatro catedráticos de Química y uno de
Biología.
Sólo esos cinco catedráticos tenían que
asumir toda la docencia, es decir,
todas las materias que se impartían en la
licenciatura de Química en aquel momento.
Se suplieron con esto, con una verdadera
vocación por parte de todos.
Las carencias eran, al principio,
la falta de edificio en Química.
Después, la falta de instrumentación,
que no había.
Cuando yo terminaba, o
sea, cinco o seis cursos
después, empezaban
ya a cambiar las cosas.
Aumentaba el profesorado.
La prueba de ello es que, recién
licenciada, se notaron muchas plazas.
Y pudimos llegar a ser profesores
titulares en aquella época, un grupo de
profesores, que hasta entonces eso
prácticamente no había ocurrido.
Y entre ellos, creo que por vez primera,
entramos mujeres.
Y además en un buen número.
También los medios económicos,
eso lo demuestra, ¿no?
También fueron las dotaciones a los
departamentos un poco mejores y las
prácticas pudieron empezar a desarrollarse
mejor.
Sobre todo, aumentó el número de
doctorandos.
Entonces, esto enriquecía los
departamentos, enriquecía la formación de
los futuros químicos, en la
práctica después de su profesión,
y yo creo que, por tanto, la
facultad mejoró muchísimo.
La vocación de todos los catedráticos y
profesores que había, ésta era...
realmente eran verdaderos maestros.
Bueno, aparte de las asignaturas
de Química propiamente
dichas, había otras como
Biología, Física, Matemáticas...
Por tanto, cuando se salía licenciado en
Ciencias Químicas, el químico ese actual
tenía un conocimiento,
además de bastante
amplio en Química, en
muchas otras disciplinas.
Todos han deseado formar buenos químicos.
Investigadores también de tipo aplicado.
La prueba de ello es que, con el tiempo,
muchos fueron a parar a la industria
murciana, la industria conservera,
donde, gracias a ellos, y a otras
personas, naturalmente, a otras entidades,
fue posible desarrollarla muy eficazmente,
hasta el extremo que se exportaron
productos al mundo entero y fueron
reconocidos de primera calidad, con
magníficos análisis, o sea, bien controlados.
Y encontraban trabajo, por tanto,
mucho más fácil, no sólo en los distintos
estamentos docentes,
sino también en la industria
muy diversa, de la región
y de fuera de la región.
En la actualidad, la
Facultad abarca los grados en
Química, Bioquímica,
Ingeniería Química y Física.
Dichos grados han sido diseñados de modo
que no sólo formen en los conocimientos
teórico -prácticos de estas disciplinas,
sino que, además, dota a los estudiantes
de capacidad analítica resolutiva,
de las destrezas necesarias para el
desarrollo de su función profesional y
para el trabajo en equipo, habilidades
imprescindibles para cualquier actividad
cualificada.
Desde 1940, la Facultad de Ciencias
entonces, hoy Facultad de Química,
ha titulado más de 3.200
licenciados graduados y más
de 500 doctores en todos
los ámbitos de la Química.
En las aulas y laboratorios de la Facultad
de Ciencias, Facultad de Química,
se han formado la gran mayoría de los
excelentes profesionales que han dirigido,
y dirigen, un gran número de empresas en
nuestra región, en sectores como el
agroalimentario, energético, cosmético o
químico-farmacéutico.
Sería impensable imaginar el desarrollo
del polo energético-industrial de
Cartagena, o los desarrollos de las
industrias conserveras en la Vega del
Segura, sin la presencia de la Facultad de
Química de la Universidad de Murcia.
En la industria agroalimentaria, el uso
de la química está ampliamente extendido.
Nosotros, desde lo que es el día a día,
el diseño de composición de los alimentos,
así como todos los cambios que ocurren en
los procesos de elaboración, estamos
aplicando los conocimientos de química que
hemos adquirido.
Bueno, la química es una herramienta
imprescindible hoy día para diseñar y para
producir alimentos que cada día son más
sanos, por su perfil nutricional mejorado,
más seguros, y la química
también nos permite comercializar
estos alimentos cada día con
una mejor relación calidad-precio.
Garantizar que los alimentos en base a
proteína cárnica que llegan a nuestros
consumidores sean cada vez más saludables,
más seguros, más regulares y de la máxima
calidad, debemos seguir contando con los
avances de la química.
En las tareas del hogar nos dedicamos a
aportar limpieza en la ropa, limpieza en
el cuerpo, apuntar suavidad en nuestras
prendas del hogar.
Para conseguir un ambiente higiénico
adecuado, necesitamos utilizar productos
químicos que acaben con las bacterias, que
pueden poner en peligro nuestro organismo.
La química en la sociedad, sobre todo en
la sociedad murciana, ha tenido una
influencia trascendental, pues
Murcia es pionera en la industria
conservera y la industria
agroalimentaria de este país.
Bueno, la química tiene un papel
fundamental en la obtención de todos los
principios activos farmacéuticos que van
en los medicamentos, bien sean por
síntesis química, bien sean por procesos
de extracción o por procesos
biotecnológicos, y esto
evidentemente tiene un
impacto fundamental en el
bienestar de los alimentos.
En el bienestar de la
sociedad y en la curación y el
tratamiento de esas enfermedades
que aquejan al ser humano.
Hasta ahora, la misión fundamental del
químico dentro de la industria,
concretamente del petróleo,
era conseguir los productos
a un menor coste posible y
un mayor rendimiento posible.
Ahora hemos pasado en el siglo XXI a un
cambio de actitud en el cual la labor
fundamental del químico es conseguir que
estos productos se consigan con un impacto
ambiental mínimo, con emisiones de CO2
mínimas, con consumo mínimo, y ahí la
labor del químico es fundamental y en eso
nos compasamos todo nuestro trabajo.
La Facultad de Química fue el primer
centro de investigación de la región de
Murcia cuyas señas de identidad han sido,
tal y como anunciaba Santiago Ramón y
Cajal, la independencia mental,
la curiosidad intelectual, el amor a la
gloria junto al trabajo y la
perseverancia.
En la Facultad se forman profesores,
catedráticos, investigadores, responsables
de I+D de empresas, entre otros,
contribuyendo al progreso y al desarrollo
mediante la investigación en química,
la ingeniería química y en el ámbito de
las industrias química y agroalimentarias
a lo largo de estos 75 años de historia.
75 años desde la salida
de la primera promoción
de químicos que
celebramos en este 2015.
75 años de trabajo y calidad al servicio
de la región de Murcia.