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La verdad es que fue una experiencia muy importante ser decano entre 84 años, 90 del siglo pasado, y contribuir al funcionamiento de la Facultad, una universidad que estaba cambiando. Hay que recordar que se puso en marcha una parte de la ley de reforma universitaria del año 83, que modificó el funcionamiento de la Universidad, se crearon los departamentos, y los candidatos contribuyeron a esa tarea de redistribución. El funcionamiento universitario, y también el 86, se aprobó la Ley General de saliva, que puso en marcha una estructura del Servicio Nacional de Salud, y la colaboración entre hospitales y Facultad de Medicina para la enseñanza. También le tocó colaborar a la vinculación de profesores y hospitales en funcionamiento y recuerdo, con especial afecto, los dos nombramientos de Doctor Honoris, Causa que propuso la facultad en aquel momento una parte del profesor aforo de Fisiología, propuesto por Tomás Quesada y, por otra parte, el profesor James Ivory, encargado de la Organización Mundial de la Salud para Europa en la puesta en marcha de la Atención Primaria de la Salud, que vino a Murcia muchas veces, y fue una contribución importante a la mejora de la salida. Fue momentos con momentos muy, muy cruciales, porque también se puso en marcha el Claustro Universitario después del fascismo y de la dictadura, que llevó hasta el año 75, también en esa tarea universitario fue importante la aportación de la Facultad de Medicina.