Idioma: Español
Fecha: Subida: 2022-10-05T00:00:00+02:00
Duración: 48m 58s
Lugar: Salón de Grados "Eduardo Bello" - Salón de Grados "Eduardo Bello"
Lugar: Conferencia
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Conferencia Vicente Sanfélix. Catedrático de la Universidad de Valencia

“Aristóteles: una teoría sobre los animales”.

Descripción

Conferencia en la facultad

Transcripción (generada automáticamente)

Buenos días a todos. Vamos a dar comienzo a la lección inaugural del curso 2022, 2023 Yo voy a ser muy breve pero como es costumbre cada año vamos a dar primero los premios a los mejores expedientes de cada 1 de los de los cursos dejarme primero, presentar a nuestro invitado este año, que es el profesor Vicente Sanfélix, de la Universidad de Valencia, catedrático de Filosofía y le presentará el profesor de Filosofía de la Universidad de Murcia . Todos conocéis Jorge Jorge Novella, como os he dicho antes, lo primero es dar los premios a cada 1 de los cursos. Empezamos por un premio de excelencia académica del Grado en Filosofía del primer curso a Javier Arnaldo Bernal. Muchas gracias y enhorabuena, Javier. El segundo, para el segundo curso, el premio de Excelencia Académica del Grado. En Filosofía es para Alejandro Marín González que está este año de Erasmus, y va a recoger el premio, su hermana Tatiana, Marín González. Se suponía que el premio, su hermano, bueno, Alejandro a merecedor del premio al segundo curso del tercer curso de Excelencia Académica es para Eduardo Mínguez, Crouch. Y para el cuarto curso -el premio es para Sofía Arellano Moya. Ya. Y sin más preámbulo, le cedió la palabra el profesor Jorge Novella. Muchas gracias, decana perdón, de la voz, pero después de las 2 clases que he dado y machacado por el enfriamiento, mis ataques, la alergia que me acepta el fatigoso, pero estoy tranquilo que me he hecho 2 antígenos 1 ayer y esta mañana y han salido negativos. Vamos a la cuestión. Bueno, para mí oye momento muy bonito si se me permite la expresión, porque dicen. Tú y yo nos conocemos, no voy a decir los años 2 años, demasiados años y bueno a lo que lo que les interesa ustedes es oír la voz del profesor. San Félix es catedrático de Filosofía de la Universidad de Valencia. El director del departamento de metafísica, y podría el conocimiento, imparte teoría del conocimiento. 1 editorial. Conocimiento 2 Filosofía de la cultura realizó hace ya también algunas décadas una tesis, razón y escepticismo un estudio en la filosofía de Deivid y, bueno, como decía nuestro común amigo Eugenio Moya, todo citando a Sancho Panza. Todo lo que no son cuentas son cuentos y hoy, pues te reducido. Querido Vicente, a 50. Artículos publicados en revistas indexadas a 43 capítulos. En obras colectivas, 7 libros que creo que haya alguno más, 11 tesis dirigidas y 4 coordinaciones de publicaciones, se ha movido siempre en la gran tradición filosófica que arranca desde su propia tesis de guion. Hasta vidrio está y no basta descartes, o hasta Aristóteles o otras cuestiones como el escepticismo, que también las ha trabajado, incluso ha trabajado a un personaje que ya no es políticamente correcto, pero que en nuestra época no teníamos que sufrir mucho, que era el famoso Skinner, si es un estudio sobre esquina, muy bonito y conductista, que tiene una polémica con Chus y porque con sus sus, con el conductor de esquina, se formaban a tropas especiales de las primeras que llegaron a tienda, una historia dura, pero la historia y lo Vicente además y esto lo digo para terminar no se queda ahí enganchado; en ese bucle no de lo académico no rompe como pues con filosofía y poesía, con filosofía y cine eso sí no fue tan bien y también con la gastronomía. Luego Coxon decía plato. Eso hace que estemos aquí yo muy feliz. Espero que todos ustedes lo sean también y, sin más dilación, les doy la palabra. Profesor Vicente Sanfélix, que nos va a hablar sobre Aristóteles. Una teoría de los animales. Bienvenido, a Murcia Vicente, pues se escucha bien si puedes entonces va a tener lugar. Muchísimas gracias por esta generosa presentación lo más auténtico de ellas que Jorge y yo somos amigos desde hace muchísimos, muchísimos, muchísimos años yo era estudiante y era profesor en Valencia, así que desde entonces no, y y bueno que yo estoy hoy aquí para mí solo obedece a la amistad de los compañeros y de los colegas de Murcia, porque creo que no reúne en mi persona especiales méritos para que yo esté en este acto tan solemne. Antes de empezar quisiera tener un recuerdo para 2 colegas que fueron muy amigos míos y a los que yo apreciaba muchísimo y sentí terriblemente su muerte. Me refiero a los profesores, Eduardo Bello y Eugenio Moya. A mí me parece muy importante que las instituciones conservamos la memoria de los que han pasado por ella y, desde luego, en el caso de Eduardo y en el caso de Eugenio, no solo en su dimensión institucional sino en su dimensión personal yo los tengo siempre muy presentes, como ha anunciado Jorge, el título de lo que voy a leer es Aristóteles, una teoría de los animales, y creo que lo voy a leer, porque si lo expusiera, pues como yo ya soy bastante viejo, tengo el efecto de muchos viejos, y es que nos enrollamos muchos trajes. Si me pusiera poner esto es que seguro que no iba ya no ha terminado, sino ni siquiera llegar a la mitad, así que lo voy a leer, creo, de todas formas que es comprensible, incluso oyendo leído, y así tendremos tiempo para no más interesante, que va a ser remate con monos. Es poco aclaración de dudas? Es aclarar algo o conversación más que discusión? Qué hubiera de justificar el hablar de Aristóteles en una facultad de Filosofía pareciera obligación, pizarra al fin y al cabo al estallido le debemos 1 de los sistemas más monumentales de los que adornan la avenida de la historia del pensamiento por la que los que gusten de la filosofía, deberán transitar para iniciarse en la disciplina. No obstante, quizás su indudable monumentalidad no agote el interés del pensamiento, del macedonio, y todavía, a pesar de los siglos transcurridos, podamos extraer de su lectura enseñanzas que nos permitan adoptar una actitud más crítica hacia nuestro presente más necesitado de explicación. Esté quizás el que hayamos elegido para referirnos a Aristóteles, su zoología, una parte de su sistema menos frecuentada, que su metafísica o su ética. Al respecto habría que empezar por decir que los tratados que Aristóteles dedica al estudio de los animales constituyen una parte bastante cuantiosa del corpus que nos ha llegado, por lo que nos ofrecen un banco de pruebas privilegiado para ver en funcionamiento el aparato con tu epistemología, como le hubiera gustado decir a nuestro como un amigo y maestro Jacobo Muñoz articulado por el autor de los analíticos y de la filosofía primera, por lo demás, que los tratados biológicos y más específicamente son lógicos, constituyan el mayor número 7 en total de los tratados físicos a su vez la parte más extensa 11 tratados de la filosofía técnica. No creo que sea casualidad, de hecho, no parece casualidad que cuando Aristóteles define la física como un principio intrínseco de movimiento y reposo, el primer ejemplo que ponga de seres físicos sea precisamente el de los animales, y es que solo en ellos son los animales. Como en ninguno de los otros seres naturales parece residir el principio de todos los tipos de cambio, que Aristóteles reconocía lugar, cantidad, cualidad, y degeneración y corrupción. Pues los animales se desplazan, cambian su tamaño y sus características, y nacen y mueren. Así pues, si la física es un principio intrínseco de movimiento y reposo, de cambio bien podríamos decir que los animales son los seres físicos, por antonomasia, sea y empezamos a ver que la comprensión que Aristóteles tenía de la ciencia física era bastante más amplia que la nuestra y que para él lo que nosotros llamamos ahora Biología, sería una parte fundamental paradigmática de la física. En realidad esta técnica incluiría lo que nosotros denominamos como física más la cosmología, la química, la meteorología, la biología y como parte de esta la psicología, dado que por otra parte Aristóteles concibe la física como un saber teórico, habrá que concluir sus estudios de los animales, compartirían este estatuto y sin embargo, algún que otro texto viene a arrojar una sombra de duda sobre esta conclusión precisamente a cuenta de ese cambio que, como hemos dicho, afecta característica a los seres vivos. En efecto, la peculiaridad de la biología dentro de la física es que, como ocurre con la técnica, trata sobre lo que se genera y se destruye; es decir, que no trata de cosas eternas, a diferencia de lo que, según Aristóteles, hacen las matemáticas, aquella otra parte de la física que se ocupa de los fenómenos del mundo subrayó Aznar y, por supuesto, la teología, dada esta afinidad ontológica, entre biología y técnica es comprensible lo tenso de la inserción de la primera de la biología en el ámbito de los saberes teóricos. De hecho, esta inserción parecería imposible. Si nos atenemos a lo que se lee en el Libro VI de la ética ni como aquella, pues allí cuando Aristóteles habla de esa excelencia, diana poética del alma, que es la EPIs, teme explícitamente, afirma que lo científicamente exigible toda es de absoluta necesidad y, por lo tanto, eterno si los tomáramos estrictamente, esta afirmación, la conclusión, parecería inevitable, no toda la física podría ser considerada una ciencia teórica. El estudio de los animales, o más en general de los seres vivos no podría serlo, su objeto no alcanza el estatus de lo de lo científicamente exigible; un texto del segundo libro de la metafísica, podría sin embargo apuntar cierta salida para esta teoría, pues se afirma en el que mientras el fin de la ciencia teórica es la verdad y el de la práctica es la obra Los prácticos, si bien tienen en cuenta cómo son las cosas, no consideran lo eterno. Dice Aristóteles que hay en estas, sino aspectos relativos y referidos a la ocasión presente, es decir, qué Aristóteles en las cosas que se generan y se corrompen en las cosas que no son eternas, puede haber después de todo algo eterno, pero si ello es así entonces cabe entender cómo el estudio de los seres vivos puede llegar a ser un conocimiento teórico, a saber atendiendo a lo que de terno hay en los seres vivos de esos que habría tanto un saber técnico cuanto 1 teórico atendemos a lo ocasional o circunstancial y estaremos ejerciendo un saber técnico. Por ejemplo, la medicina atendemos a lo que tienen de terno y estaremos en el ámbito de la teoría, en la perspectiva física, la perspectiva de la ciencia física. Esta conclusión nos permite comprender mejor que hayamos de entender por la teoría misma es un tópico, no falto de base en los textos, ha visto técnicos que lo que distingue a los saberes teóricos de los técnicos y de los prácticos, es, entre otras cosas, su objetivo. Mientras el de estos últimos, es decir, de los saberes prácticos y técnicos, es la acción o la producción de los primeros de los saberes teóricos, es el puro y simple, conoce un conocer por conocer que a veces se con notas, mediante el calificativo contemplativo, no es errónea, esta connotación, al fin y al cabo, es en griego lo relativo a las teorías, pero también lo relativo a los espectáculos, y la teoría es, desde luego el estudio, la observación de algo, pero también la acción de ver, de contemplar espectáculos y entre los espectáculos quizás especialmente aquellos que tenían que ver con lo sagrado, como el teatro, las fiestas solemnes y las procesiones a donde quiero ir a parar esa señalar la estrecha conexión entre teoría y CO2 entre teoría y divinidad y lo que quiero apuntar es que todavía esta conexión resonar la comprensión aristocrática de lo teórico pues en efecto según acabamos de ver lo propio de las ciencias que son teóricas no es simple contemplar las cosas sino contemplar bien las cosas que son eternas bien lo que haya detenernos en las cosas que no lo son pero la eternidad es justamente lo distintivo de lo divino así o mucho me equivoco o bien podría decirse que para Aristóteles todas las ciencias teóricas lo son por y en la medida en que tengan que ver con lo divino y digo en la medida porque por extraño que esto pueda sonar a nuestros oídos modernos para Aristóteles habría grados de divinidad como por lo demás lo sabría de la belleza del bien del ser y hasta de la vida la ciencia serían teóricas en consecuencia en la medida diversa en que tratarán de una realidad que presenta algún aspecto divino aspecto que justamente es el que quedaría subrayado cuando las practicamos y voy a utilizar una lesión de Aristóteles, que me parece muy importante en los tópicos, cuando las practicamos de una manera filosófica filosofía dice. Esto es cuando no nos conformamos con cultivar una ciencia particular, sino que en nuestra investigación nos remontamos hasta sus primeros principios, situándonos de este modo en un nivel de generalidad superior al particular de esa ciencia así cultivado el estudio de los animales. Por humildes que estos sean, puede alcanzar una dimensión teórica, Aristóteles lo expresa en? A mi entender, un muy bello texto de su tratado sobre las partes de los animales. Un tratado que me parece el libro primero de este tratado me parece sinceramente la mejor introducción al pensamiento Aristóteles parece excelente, dice allí Aristóteles, e incluso con respecto a aquellos seres que no presentan atractivos para los sentidos. La naturaleza que los ha forjado ofrece extraordinarios placeres para quien sea capaz de conocer las causas. Esto es para quien sea, auténticamente filósofos, de la expresión de tópicos que acabamos de leer, para quien sea capaz de considerar las ciencias desde un punto de vista filosófico. Sería, por por demás ilógico y absurdo que si nos contemplando sus imágenes mientras reconocemos el arte con el que se han creado pintura o escultura no no perdón todavía más la observación de estos mismos seres tal y como han sido constituidos por la naturaleza, al menos cuando podemos examinar sus causas no se debe. Por consiguiente, abrigar una repugnancia infantil hacia el estudio de los seres vivos, más humildes, en todos los seres físicos hay algo de admirable, y cómo Heráclito, según se cuenta dijo también aquí hay dioses a aquellos extranjeros que deseaban, rendirle una visita, pero que al verlo calentándose, en el horno de la cocina, se quedaron parados. Así cabe afrontar sin remilgos, la investigación de cada 1 de los animales, ya que en todos hay algo de natural Hasta aquí el texto de Aristóteles. Probablemente a partir de aquí pudiéramos entender mejor algunos puntos del pensamiento Aristóteles que han llamado la atención de sus intérpretes, como el de la relación entre física y metafísica. Hay quien defiende, sin ir más lejos aquella es ir muy lejos. El propio Garamendi quien defiende que la metafísica no es más que un apéndice de la física, Aristóteles tesis por la que dicho sea de paso, estoy de acuerdo o porque el objeto de esta última de la metafísica daba el está grita, una caracterización doble como saber del ser en tanto que ser como saber teológico, pero ello nos desviaría de nuestro objetivo en esta exposición, que no es otro que el de entender lo que estaba implicado en el propósito arista técnico? De elaborar una teoría de los animales. Lo que sabemos al respecto, de momento es que está debiera haber en éstos. Lo eterno y divino pudiera haber en ellos lo que exige afrontarla desde una perspectiva auténticamente filosófica, por decirlo sintetizando, las expresiones de los tópicos y las partes de los animales es decir hasta sus causas. Pero cómo remontarse hasta estas causas, comparados con otros seres físicos, pongamos por ejemplo, los astros, los seres vivos presentan una complejidad mucho mayor a diferencia del metabolismo de los astros, que bien podríamos decir se reduce a una cinemática de la traslación y aun de la forma más elemental la propia del movimiento circular y uniforme, el metabolismo de los seres vivos; es extremadamente complejo involucrando todo tipo de cambio accidental, crecimiento alteración en el caso de los animales; locomoción, así como sobre todo el cambio sustancial, la generación y la destrucción, el nacimiento y la muerte. Pues bien, dada esta complejidad, odontológica no puede esperarse sino que crezca la exactitud epistemología pues, como dice el propio Aristóteles, esa actitud es simplicidad. Luego, mientras la astronomía podrá gozar de una exactitud matemática, la teoría de los seres vivos y específicamente de los animales quedará muy lejos de ella, máxime si tenemos en cuenta que esa misma complejidad trae como consecuencia la introducción del azar causa accidental indeterminada que se alimenta precisamente de la complejidad allí donde la complejidad es mayor, mayor cabida tiene el azar para Aristóteles. Así pues, si con lo que nos encontramos es con la complejidad, la indeterminación y el azar por el lado de su objeto, y, en consecuencia con la imprecisión e inexactitud por el de su saber, la pregunta es cómo podría, la biología en general y la zoología, más en particular alcanzar el nivel teórico, pero el estudio de los seres vivos no tiene solo inconvenientes técnicos, también tiene ciertas ventajas, y es que los seres vivos son los docentes más accesibles para la investigación y así puesto que nos resultan más manipulables y sus ciclos metabólicos más fácilmente registrales plausible, mente. Podemos suponer que remontarse hasta sus causas materiales y eficientes será asunto relativamente sencillo, pero qué decir de las más importantes causas en el orden ideológico? Qué decir de las causas formales y finales como remontarse hasta ellas, Ciertamente he ido sin Orce los términos favoritos de Aristóteles para lo que nosotros, por forma tienen la connotación de lo evidente, tanto leídos como el muerte de algo tienen que ver con su aspecto, pero Aristóteles no entiende. Por ello Simón C solo el aspecto externo de los entes. Esto es más bien la interpretación, democristiana de la forma que Aristóteles denuncia, como insuficiente, sirviendo de una contraposición que él está grita, no siempre mantiene, podríamos decir que esta forma evidentes. Antes el esquema, el esquema diríamos en castellano, que leídos con amor algo que desde un punto de vista categoría pertenece al ámbito de lo accidental, pero que es insuficiente para definirla Ussía la entidad o sustancia. Así pues, todo lo más que podemos conceder es que les quema accidental de los seres vivos, es fácilmente accesible, pero no está nada claro que también lo sea la forma de su entidad o sustancia y una perplejidad parecida. Parece inevitable, por lo que toca a la finalidad, pues las finalidades de los seres vivos relativas a nuestros intereses, que en algunos casos pueden resultar obvias, son como el esquema accidentales, antes que definitorias de la entidad, o sustancia de animales y plantas, y por lo tanto no lo que Aristóteles quiere apuntar, cuando habla de los y Eugene. Para qué? Sería la traducción, literal de lo que solemos traducir por causalidad, final la física, contradiciendo las tesis de los filósofos, materias listas que pretenden negar la existencia de la finalidad de la naturaleza, explicando todo como el efecto del azar y una necesidad ciega, defiende Aristóteles que la finalidad la evidencia los seres vivos en su obrar, o conducirse lógico podríamos apostillar, pues solo por la manera de obrar o conducirse podemos advertir los motivos por los que se actúa y así se nos hace evidente aquello para lo cual teje la araña, su tela a saber para cazar y alimentarse o el fin que persigue, la golondrina cuando construye su nido, resguardarse ella y su prole, o sea, que hay una finalidad que los seres vivos exhiben al comportarse de un modo encaminado a garantizar sus funciones vitales, alimentarse y reproducirse, sobrevivir una finalidad ya no relativa a nosotros los humanos sino encaminada a preservar su propia entidad. Una finalidad, pues sustancial intrínseca autónoma, comprendemos ahora que Aristóteles no tendría nada que objetar a los materias; listas, cuando estos señalaban que la lluvia de Zeus no tiene por finalidad que aumentaremos o perdamos nuestra cosecha, pues esta concesión a los materiales, lo único que significa es que la finalidad de los entes naturales no coincide con los beneficios o perjuicios que éstos puedan causar al hombre, ni rastro de Antropoceno en la geología Aristóteles, pero esta finalidad no se muestra solo en las actuaciones de los seres vivos; en realidad, tales actuaciones serían imposibles si estos no contarán con los instrumentos adecuados para llevarlas a cabo, pues es claro que no podrían alimentarse si no tuvieran órganos para parar la nutrición o no podrían reproducirse si no tuvieran órganos para la generación, etc, de modo que, de manera inseparablemente ligada a sus actuaciones, se muestra también esta finalidad propia de los seres vivos en su naturaleza, de realidades orgánicas, lo que nos permite volver a la consideración de la forma y a su contraposición con la manera esquemática de ser entendida. En efecto, dijimos antes que no había que confundir. Como Aristóteles achaca a Demócrito el aspecto externo de los seres vivos, con su forma esquema con ellos como un animal conserva aquel aspecto aun cuando esté muerto, pero la muerte supone para él la pérdida de su forma, de su entidad y de su esencia, su dejar de ser lo que era, que es lo que traduce literalmente la expresión Aristóteles, que buscó plásticamente solemos traducir por esencia Totti en el set lo que se da para Aristóteles. Esta forma, entidad y esencia de los seres vivos es su alma, pero de medio a medio si de ello que se trata de algo, por así decir, hacernos fantasmagórico observable, más bien su tesis es que no cabe ver un ser vivo como tal, sin estar viendo su arma. Ellos así porque el alma define Aristóteles en una definición célebre es la entelequia primera de un cuerpo natural organizado. Desde la perspectiva, remontarse a las causas de los seres vivos significa ahora empezamos a verlo, llegar a comprenderlos como seres animados, comprenderlos, como cuerpos dotados de forma. Una forma que es en palabra curiosa al parecer neologismo Aristóteles, que el Dstage ira utiliza muchas veces ligada a la noción de huella, pero que sobre esta añade la connotación de perfección, de finalización y acaba viento, de modo que, en definitiva, lo que viene a decir es que la vida es una acción perfecta; una acción que posee más que un límite externo, un fin; en suma, una praxis no una, quienes la distinción que se ha visto considerados desde sus causas los seres vivos aparecen, pues para Aristóteles como cuerpos que realizan actividades cuya finalidad es inminente, como un todo, cuyas partes actúan para asegurar la pervivencia del conjunto, que a su vez actúa con esta misma finalidad. Podemos comprender ahora, porque Aristóteles pensaba, que la finalidad se hacía sobre todo evidente en los seres vivos hasta observar su manera de actuar en vistas a satisfacer sus funciones vitales para conocer el leídos, cuya realización constituye su que los procesos naturales, el crecimiento, por ejemplo, tienen un fin significa, sencillamente, no tienen un término, sino que están orientados hacia un bien una perfección del mismo sujeto a los que acontecen. Son procesos orientados a garantizar la plenitud del ser de los entes físicos, bien porque les permiten ganar determinaciones propias del género, al que pertenece y que tienen valor adaptativo, bien porque les permiten, precisamente ejemplificado esa adaptación, perseverar en su ser la alimentación. La percepción serían funciones vitales que les permitirían perseverar en su serie. Conocer su alma no es otra cosa que llegar a comprender cómo el conjunto de su cuerpo y las partes que lo integran se comportan para mantener la vida; eso es conocer el alma para Aristóteles, Aristóteles? No abandona, por consiguiente, la perspectiva naturalista. Cuando Ana propuesta democristiana de estudiar el esquema corporal de los seres vivos enfrenta a la suya propia de estudiar el alma, lo que está defendiendo podríamos decir con terminología que no es Aristóteles, es la prioridad de la fisiología sobre la anatomía de la función sobre la estructura de ahora, si dicho en su términos la forma sobre la materia de la vida sobre la muerte, pues conocer un organismo exige conocer su vida y el funcionamiento de las partes que lo componen, su actividad y la actividad de los órganos que lo constituyen. Si en esta vida, si en esta actividad aquellos órganos ya que el organismo ya no son tales, sino aparentemente y por pues desde Aristóteles desaparecida el alma el ser vivo, no existe más y ninguna de sus partes se conserva idéntica, salvo en lo que se refiere a su aspecto, y aquí utiliza el término que él achaca. Demócrito esquema. Ahora bien, de este orden de prioridades no se sigue en absoluto el desprecio de los supeditado la fisiología; no podría entenderse cabalmente sin tener en cuenta vamos a decirlo así el armazón anatómico que la sustenta ni la función sin la estructura que la realiza ni la forma, sin su materialización insiste Aristóteles en la necesaria correlación de estas dimensiones, pues, como nos dice, es imposible que exista una mano hecha. No importa de que dado que una mano así no podría cumplir su función, de ahí la importancia del estudio de la peculiar estructuración material que las partes de los organismos requieren para poder realizar esta, es decir, actualizar su forma y sin así como del estudio de esas mismas partes a la postre materia ellas mismas para el organismo tomado como un todo. No cabría para él estar, habilita una comprensión completa de la causalidad formal y final de los seres vivos que no fuera a la vez una comprensión de los condicionantes materiales de los procesos metabólicos que aquellas consiste. Por otra parte, podemos entender a qué? A Empedocle como a otros les reproche Aristóteles, una metodología que atiende más a la generación de los seres vivos que a la manera, como son cuando justamente lo que hay que hacer es dar prioridad a la morfología sobre la genealogía, después de cuanto llevamos dicho no debieran darnos esta tesis. Si los organismos tienen por finalidad el mantenimiento de la vida, a este fin debe estar supeditada, incluso la generación que por consiguiente, adquiere un carácter eminentemente productivo, pues con ella lo que persigue el individuo es dejar otro. Ser semejante a el de la generación no es innovar, sino repetir el orden orgánico de los progenitores. De este modo, la potencia reproductiva de los seres vivos se convierte, junto a su naturaleza orgánica, en una evidencia más de su carácter morfológico y teológico. Pues no olvidemos que para Aristóteles la simple repetición de un orden es prueba de que éste no es producto del azar, sino en vistas a un fin; no se trata, por lo demás, denegar la posibilidad de aparición de novedades excepcionales en este proceso genera tivo esencialmente reproductor a esto mutación pero tales desviaciones tendrán un carácter degenerativo pues siempre se explicarán como un fracaso de la finalidad, cuya existencia de esta manera atestiguan, aunque sea a contrario. En suma la biología teológica que, Aristóteles proponen no deja de tener consecuencias de largo alcance, remontarse a las causas de los seres vivos a la formal, y final, sobre todo, implica dar primacía a la función sobre la estructura, la morfología sobre la genealogía, así como un compromiso con una concepción esencialmente reproductiva de sus procesos. Genera activos. La pregunta que nos queda por responder es. Vemos los seres vivos, vistos desde sus causas, nos permiten considerar el ámbito de la vida como algo que participa de lo divino? Una respuesta a esta pregunta no tendría nada que ver con ninguna tesis creacionistas antes; por el contrario, la excluiría, la excelencia, la belleza y la bondad en suma, la divinidad que hay en los seres vivos. No les es trascendente, no radica en su haber sido creados por una inteligencia divina, de hecho, no han sido creados por nada, sino generados desde progenitores más o menos, o a lo sumo en algunos organismos muy simples, espontáneamente generados por el efecto de ciertas condiciones meteorológicas sobre la materia; putrefacta, la excelencia y la divinidad de los seres vivos no les es trascendente; entonces no cabe, sino que les sea inminente, y no tiene nada de misteriosa de hecho, radica en su morfología, en su carácter orgánico y, por consiguiente adaptativo. Hay excelencia en los seres vivos en la medida en que son funcionales, que disponen de instrumentos adecuados para mantener su pervivencia, y esta pervivencia sería una imagen como tal imperfecta De la Cavada auto, subsistencia -divina. La acción compleja que según vimos consiste la vida para plantas y animales es una imagen imperfecta de la actividad pura, que constituye a Dios el mismo viviente, perfecto y eterno. Como lo caracteriza Aristóteles, una eternidad, por cierto, que tampoco queda sin correspondencia en el ámbito de nuestra vida, pues aunque animales y plantas no sean individualmente eternos debido al carácter esencialmente reproductivo, de su generación pueden mimetizar la eternidad en la perpetuación de su especie. Empezamos en este punto a comprender que la mímesis de la divinidad que los seres vivos componen aunque no es por así decirlo, un monólogo ya que compromete sus relaciones con otros seres vivos y en realidad con el cosmos en su conjunto en efecto, despojada de su ropaje mitológico, Aristóteles considera como correcta la tesis de los antiguos según la cual Sito lo divino envuelve a la naturaleza toda de hecho, según él cabe considerar al animal como un microcosmos, de modo que, si el animal es un todo de partes ordenadas a un fin, otro tanto cabrá esperar del macro cosmos si cabe ver al primero como una ciudad bien ordenada en la que cada individuo cumple su propia tarea y la metáfora es Aristóteles análoga mente, cabe considerar al segundo al cosmos como un ejército o como una familia bien organizados y de nuevo esta metáfora esta comparación. Es Aristóteles sirve, paramos en que estos órdenes son jerárquicos, que en un ejército, no todos sus integrantes tienen el mismo rango y que otro tanto ocurre en el seno de la familia. Tal y como la concibe Aristóteles es posible dar una nueva concreción a lo que significa la comprensión teórica de la biología. Cuando miramos los seres vivos, con ojo teórico como parte de un omnímodo orden cósmico, lo que encontramos es que esos seres no participan todos en el mismo grado de la belleza ni de la bondad ni en suma de esa praxis, que es la vida, lo que equivale a decir por todo lo que ya sabemos de la divinidad. Apreciamos entonces una gradación sin solución de continuidad en la complejidad de sus actividades vitales, que lo es también en su autarquía; un tránsito desde el mero vivir al vivir bien, pues bien, no cabe duda de que todos los seres vivos, que no son eternos, de todos, los seres vivos, que no son eternos, el hombre es el que más acciones vitales realiza, el que más participa de la vida, y el que es capaz de una vida mejor. En suma, el más divino aunque evidentemente no todos los hombres en igual medida pues la jerarquía para Aristóteles no es solo interés específica sino interna también a cada género y en el interior del humano es claro que se da igualmente una graduación que culmina en aquellos más capaces de ejercer esa actividad, que es la lección única que no está contaminada de nada material y a la que por tanto podemos caracterizar en un sentido estricto como divina. Hay quien afronta el estudio de los seres vivos con una perspectiva teórica está reservada. Entonces, la contemplación de un orden de seres que culmina en el mismo imagen más cumplida de la divinidad, en tanto que puede gozar de un placer el de la propia teoría divino tanto por su objeto pues como hemos visto la teoría, trata de Dios o de lo que hay de divino en los seres que no son Dios cuanto por su sujeto más propio, pues a diferencia de nuestra vida teórica, solo a ratos la vida misma de Dios está constituida por su ininterrumpido teoriza. Desde luego la biología está llena de finas observaciones, y de para su época ingeniosas. Hipótesis. Acerca de una gran cantidad de procesos fisiológicos, pero, si estamos en lo correcto, ello no es lo que haría esta disciplina, algo digno del hombre culto, por contraposición al especialista, y Aristóteles hace esta contraposición entre el hombre culto y el especialista a este hombre culto. Capaz de tener una perspectiva sobre todo es al que le concierne. Más bien, la biología, en tanto que teoría en tanto que estudió de los seres vivos, que remontándose a sus causas alcanza una dimensión propiamente filosófica Sólo quien sea capaz de enfocar. Teóricamente, estas cuestiones estará en disposición de escuchar el mensaje que ese da, que es la física. Tiene un texto. La afirmación de Aristóteles se hace muy bella, donde dice que la no es divina, pero ciertamente Day Mónica. Solo él estará en disposición de hacer la transición, desde la teoría a la praxis, desde la física a la política y la ética, algo que ya estaba implícito. Cuando Aristóteles en el óptico exhortaba, a practicar la teoría citó este texto, también me parece hermosísimo, a veces se nos olvida que Aristóteles en la Academia era profesor de retórica, es decir, que debía hablar y, según Cicero, escribía infinitamente mejor que Platón. Lo siento por Begoña, pero, bueno, podemos discutir el criterio de Cicerón. No? Bien citó aquí hay un ejemplo de lo bien que escribió Aristóteles. Debemos tener en cuenta que cuando le hemos visto lo que vemos son sus apuntes de clase. Por muy buenos profesores que queramos ser, ya sabemos esto de la confianza da asco o no, y si todos los días tienes que dar clase, pues al final es mucho peor de lo que es capaz de escribir, no. Bien, el tríptico es interesante porque porque no está escrito para los alumnos, digamos que en el sentido de los diálogos platónicos es una obra exótica escrita para atraer gente a la Academia, en este caso al Liceo. Así pues, dice Aristóteles. Esta ciencia este oro ética más nos permite producir todo de acuerdo con ella, efectivamente, así como la vista no es artífice ni productora de nada, ya que su función consiste solo en distinguir y mostrarnos cada una de las cosas visibles, y, no obstante, nos permite actuar gracias a su concurso y nos presta una gran ayuda en las acciones, dado que, si careciese de ella seríamos casi completamente inmóviles. De igual forma, evidentemente, aunque éste esta ciencia, nosotros hacemos muchísimas cosas de acuerdo con ella, eligiendo unas y rehuyendo otras y en general todas las cosas buenas, las alcanzamos gracias a ella, y es que viene a cometer las ciencias. Desde una perspectiva filosófica, quien se remonta hasta las primeras causas, sin principios y principios, con la vista puesta en lo divino y lo eterno, no solo gana una imagen del todo, sino de su lugar, en el lo que le permite ser dueño propietario de lo más importante de sí mismo, o dicho con la metáfora náutica, que él mismo, Aristóteles utiliza, lo que le permite llevar a buen puerto el de la felicidad, esa navegación, que es la vida concluyó decía casi al principio de esta intervención, que la filosofía de Aristóteles podría tener un valor ya no solo monumental, sino incluso crítico. Esta dimensión podría hacernos recapacitar, para empezar sobre el Estatuto que la filosofía tiene hoy, para nosotros no habrá perdido, está la dimensión sapiencia, al que como acabamos de ver esta grita, le concedía precisamente en virtud de su naturaleza teórica. Por otra parte, es cierto que muchos de los valores que subyacen a la teoría técnica nos resultan hoy inasumibles. Su justificación del esclavismo o su machismo podrían ponerse entre los ejemplos más cuando habla de machismo Me refiero a la prevalencia nunca, mejor dicho que Aristóteles conceda, macho sobre la hembra. No solo humano, sino de cualquier especie. Pero quizás debiéramos preguntarnos: conseguido todo esto si el a-de la consideración de la FIS es como algo Day Mónico que como he intentado hacer ver, era lo que su abordaje teórico significaba para Aristóteles, no supondrá una pérdida, e incluso un riesgo sí por lo que se le ha sustituido, es por una comprensión mercantilista de la misma, de la naturaleza que no ve en ella más que un conjunto de existencias. Por decirlo a la manera de Jaime, que manipular y con las que comercial. Pues muchas gracias. Esto es lo que tenía escrito.

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Serie: Conferencia de Vicente Sanfélix. Catedrático de Filosofía de la Universidad de Valencia (+información)

“Aristóteles: una teoría sobre los animales”.

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