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Para la inspección adecuada del intestino, es necesario separar el mesenterio, para lo cual se cortará, bien con tijera o con cuchillo, en su inserción con la pared intestinal. Se trata de cortar, no como en algunas ocasiones se intenta acabar antes y se traiciona el mesenterio, con lo cual no obtenemos un resultado adecuado porque este se va a amontonar al final y no es esta la maniobra que se pretende, sino cortar el mesenterio de su inserción con la pared intestinal. Al cortar el mesenterio de sus uniones con la pared del intestino, vamos a obtener esta pieza mesentérica, que en este caso contiene mucha grasa debido al estado del animal, pero que por su topografía nos permite observar perfectamente la cadena ganglionar mesentérica para su examen, en caso de alteraciones evidentes y es una pieza hay que tenerlo en cuenta, que también comprende el páncreas. Puesto que, cuando se inició el corte partiendo del duodeno, este órgano queda la derecha del instrumento y se queda con la pieza mesentérica que presenta esta forma más o menos de abanico. Para el examen del intestino, de forma que no quede ningún segmento sin inspeccionar, se dispone ordenadamente en la mesa extendido en forma de 'U' para que ocupe el menor espacio posible, tengamos todos los segmentos a la vista y cualquier alteración pueda ser evidenciada. Externamente se puede apreciar cualquier alteración, se reseña y, en caso de no existir o si existe se toma nota de ella, se procede al examen interno, para lo cual las asas intestinales se abren longitudinalmente para ver el estado de la mucosa. Si consideramos necesario obtener una muestra de intestino para enviarla al laboratorio bacteriológico, conviene hacerlo en esta región del asa, es decir, ligamos ese segmento que forma el asa cerrada, y lo mandamos asépticamente al laboratorio. Esa es la finalidad también de dejarlo de esa manera. El examen comprende esa maniobra en todas las asas intestinales tanto del intestino delgado como del grueso. En el caso de la cabra y en determinadas circunstancias, es importante la localización de la válvula ileocecal, tránsito del intestino delgado al grueso.