Idioma: Español
Fecha: Subida: 2012-06-27T00:00:00+02:00
Duración: 5m 58s
Lugar: Espinardo - Facultad de Veterinaria - Museo Anatómico Veterinario
Lugar: Videotutoriales
Visitas: 37.463 visitas

Esqueleto del miembro torácico en équidos: húmero

Anatomía veterinaria: aparato locomotor

Transcripción

La base ósea de la región del brazo queda integrada por el húmero. Un hueso largo que se proyecta en fase de estación, sin movimiento. Presenta una proyección ventrocaudal, situándose su extremo proximal más craneal que su extremo distal. Como todo hueso largo, presenta una zona central o diáfisis o cuerpo del hueso, un extremo proximal o epífisis proximal, y un extremo distal o epífisis distal. Analizándolo en detalle en un hueso, también del lado derecho, aislado del esqueleto, podemos observar cómo en el extremo proximal presenta la superficie articular para recibir a la escápula. Si giramos algo en sentido craneal hacia una visión más proximal, observamos la cabeza del húmero, una superficie articular uniformemente convexa para adaptarse a la cavidad glenoidea de la escápula. En esta epífisis proximal también identificamos superficies de fijación muscular. En concreto, podemos apreciar el tubérculo mayor del húmero, un accidente palpable desde el exterior del animal. Este tubérculo mayor del húmero en el caballo está dividido en una porción caudal, donde se inserta el músculo infraespinoso, y una porción craneal de inserción para la porción más lateral del músculo supraespinoso. De igual forma, si buscamos ahora la visión medial del hueso, podemos observar cómo en esta cara medial de la epífisis proximal se dispone el tubérculo menor del húmero, también dividido, como el anterior, en una porción craneal, punto de inserción de la porción más medial del supraespinoso, y una porción caudal, zona de inserción del músculo subescapular. En una visión craneal del hueso, observamos cómo entre el tubérculo menor, dispuesto medialmente, y el tubérculo mayor, dispuesto lateralmente, nos queda el surco intertubercular, un surco que queda recorrido por el tendón del bíceps braquial. En el caso del caballo, este surco está dividido por la presencia del tubérculo intermedio, un tubérculo propio de esta especie, que nos divide como comentamos, el surco intertubercular en dos trayectos. Si volvemos a la posición en visión lateral y centramos la atención en la zona del cuerpo o diáfisis del hueso, el accidente que destaca en esta cara lateral es la tuberosidad deltoidea. Un accidente también importante puesto que se puede palpar en el exterior del animal. Corresponde a la zona de inserción del músculo deltoideo. Todo el resto del cuerpo, vemos en esta cara lateral que queda recorrido por un gran surco, el surco del músculo braquial, ocupado por este músculo. Es un surco que recorre el cuerpo desde la cara caudo, latero y cranealmente, rotando en ese sentido hacia distal. Cuando buscamos la cara medial del hueso, en el cuerpo o diáfisis podemos identificar la zona de inserción del músculo redondo mayor, la tuberosidad del músculo redondo mayor. Recuperando la posición lateral, centramos nuestra atención ahora en la epífisis distal del húmero. En la epífisis distal del húmero, tenemos que destacar la presencia del cóndilo del húmero. Una estructura cilíndrica que la observamos mejor desde craneal, una estructura cilíndrica que está recorrida por la superficie articular para adaptarse al radio y al cúbito. Esta superficie articular corresponde a la tróclea del húmero. Una superficie que se extiende cranealmente hasta la fosa radial, y caudalmente a una importante fosa, que es la fosa del olécranon, llamada así puesto que ahí es donde se va a alojar el olécranon del cúbito. Esta estructura cilíndrica que hemos descrito como cóndilo del húmero, queda delimitada lateralmente por el epicóndilo lateral, una zona de origen de la mayor parte de los músculos extensores del carpo y del dedo. Medialmente, va a quedar limitado ese cóndilo por el epicóndilo medial, punto de origen de la mayor parte de los músculos flexores del carpo y del dedo. Ambos epicóndilos, como vemos, caudalmente delimitan esa profunda fosa que hemos descrito como fosa del olécranon.

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Octavio Miguel Lopez Albors

Comentarios

Nuevo comentario

Serie: Osteología (+información)

Escápula, húmero, radio, cúbito, hh. del carpo, metacarpo y falanges