Buenos días a todos.
Vamos a dar comienzo a la lección
inaugural del curso 2022, 2023 Yo
voy a ser muy breve pero como
es costumbre cada año
vamos a dar primero los premios
a los mejores expedientes
de cada 1 de los de los cursos
dejarme primero,
presentar a nuestro invitado
este año,
que es el profesor Vicente Sanfélix,
de la Universidad de Valencia,
catedrático de Filosofía y le
presentará el profesor de
Filosofía de la Universidad
de Murcia .
Todos conocéis Jorge Jorge Novella,
como os he dicho antes,
lo primero es dar los premios
a cada 1 de los cursos.
Empezamos por un premio de
excelencia académica del Grado
en Filosofía del primer curso
a Javier Arnaldo Bernal.
Muchas gracias y enhorabuena, Javier.
El segundo,
para el segundo curso, el premio de
Excelencia Académica del Grado.
En Filosofía es para Alejandro
Marín González
que está este año de Erasmus,
y va a recoger el premio,
su hermana Tatiana, Marín González.
Se suponía que el premio,
su hermano, bueno,
Alejandro a merecedor del premio al
segundo curso del tercer curso
de Excelencia Académica es para
Eduardo Mínguez, Crouch.
Y para el cuarto curso
-el premio es para Sofía
Arellano Moya.
Ya.
Y sin más preámbulo, le
cedió la palabra
el profesor Jorge Novella.
Muchas gracias, decana
perdón, de la voz,
pero después de las 2
clases que he dado
y machacado por el enfriamiento,
mis ataques,
la alergia que me acepta el fatigoso,
pero estoy tranquilo que me he hecho
2 antígenos 1 ayer y esta mañana
y han salido negativos.
Vamos a la cuestión.
Bueno, para mí oye momento muy
bonito si se me permite la expresión,
porque dicen.
Tú y yo nos conocemos, no voy
a decir los años 2 años,
demasiados años y bueno a lo que
lo que les interesa ustedes
es oír la voz del profesor.
San Félix es catedrático de
Filosofía de la Universidad de Valencia.
El director del departamento
de metafísica,
y podría el conocimiento, imparte
teoría del conocimiento.
1 editorial.
Conocimiento 2 Filosofía de la
cultura realizó hace ya también
algunas décadas una tesis,
razón y escepticismo
un estudio en la filosofía de Deivid
y, bueno, como decía nuestro
común amigo Eugenio Moya,
todo citando a Sancho Panza.
Todo lo que no son cuentas son
cuentos y hoy, pues te reducido.
Querido Vicente, a 50.
Artículos publicados en revistas
indexadas a 43 capítulos.
En obras colectivas, 7 libros que
creo que haya alguno más,
11 tesis dirigidas y 4
coordinaciones de publicaciones,
se ha movido siempre en la gran
tradición filosófica
que arranca desde su propia
tesis de guion.
Hasta vidrio está y no
basta descartes,
o hasta Aristóteles
o otras cuestiones como
el escepticismo,
que también las ha trabajado,
incluso ha trabajado
a un personaje que ya no es
políticamente correcto,
pero que en nuestra época no
teníamos que sufrir mucho,
que era el famoso Skinner,
si es un estudio sobre esquina,
muy bonito y conductista,
que tiene una polémica con Chus
y porque con sus sus,
con el conductor de esquina, se
formaban a tropas especiales
de las primeras que llegaron a
tienda, una historia dura,
pero la historia y lo Vicente además
y esto lo digo para terminar no
se queda ahí enganchado;
en ese bucle
no de lo académico no rompe como
pues con filosofía y poesía,
con filosofía y cine
eso sí no fue tan bien y también
con la gastronomía.
Luego Coxon decía plato.
Eso hace que estemos
aquí yo muy feliz.
Espero que todos ustedes
lo sean también
y, sin más dilación, les
doy la palabra.
Profesor Vicente Sanfélix, que nos
va a hablar sobre Aristóteles.
Una teoría de los animales.
Bienvenido, a Murcia Vicente,
pues se escucha bien si puedes
entonces va a tener lugar.
Muchísimas gracias por esta
generosa presentación
lo más auténtico de ellas que
Jorge y yo somos amigos
desde hace muchísimos, muchísimos,
muchísimos años yo era estudiante
y era profesor en Valencia,
así que desde entonces no, y y
bueno que yo estoy hoy aquí
para mí solo obedece a la amistad
de los compañeros
y de los colegas de Murcia,
porque creo que no reúne en mi
persona especiales méritos
para que yo esté en este
acto tan solemne.
Antes de empezar quisiera tener
un recuerdo para 2 colegas
que fueron muy amigos míos y a los
que yo apreciaba muchísimo
y sentí terriblemente su muerte.
Me refiero a los profesores, Eduardo
Bello y Eugenio Moya.
A mí me parece muy importante
que las instituciones
conservamos la memoria de los
que han pasado por ella
y, desde luego, en el caso de
Eduardo y en el caso de Eugenio,
no solo en su dimensión
institucional sino en su dimensión personal
yo los tengo siempre muy presentes,
como ha anunciado Jorge,
el título de lo que voy a
leer es Aristóteles,
una teoría de los animales,
y creo que lo voy a leer,
porque si lo expusiera, pues como
yo ya soy bastante viejo,
tengo el efecto de muchos viejos,
y es que nos enrollamos
muchos trajes.
Si me pusiera poner esto
es que seguro que no iba
ya no ha terminado,
sino ni siquiera llegar a la mitad,
así que lo voy a leer, creo,
de todas formas que es comprensible,
incluso oyendo leído,
y así tendremos tiempo para
no más interesante,
que va a ser remate con monos.
Es poco aclaración de dudas?
Es aclarar algo o conversación
más que discusión?
Qué hubiera de justificar el
hablar de Aristóteles
en una facultad de Filosofía
pareciera obligación, pizarra al fin
y al cabo al estallido le debemos 1
de los sistemas más monumentales
de los que adornan la avenida de
la historia del pensamiento
por la que los que gusten
de la filosofía,
deberán transitar para iniciarse
en la disciplina.
No obstante, quizás su indudable
monumentalidad
no agote el interés del pensamiento,
del macedonio,
y todavía, a pesar de los
siglos transcurridos,
podamos extraer de su lectura
enseñanzas que nos permitan adoptar
una actitud más crítica hacia
nuestro presente más necesitado
de explicación.
Esté quizás el que hayamos elegido
para referirnos a Aristóteles,
su zoología, una parte de su
sistema menos frecuentada,
que su metafísica o su ética.
Al respecto habría que
empezar por decir
que los tratados que Aristóteles
dedica al estudio
de los animales constituyen una
parte bastante cuantiosa
del corpus que nos ha llegado,
por lo que nos ofrecen un banco
de pruebas privilegiado
para ver en funcionamiento el
aparato con tu epistemología,
como le hubiera gustado decir a
nuestro como un amigo y maestro
Jacobo Muñoz articulado por el autor
de los analíticos y de la filosofía
primera, por lo demás,
que los tratados biológicos y más
específicamente son lógicos,
constituyan el mayor número 7 en
total de los tratados físicos
a su vez la parte más extensa 11
tratados de la filosofía técnica.
No creo que sea casualidad, de hecho,
no parece casualidad que cuando
Aristóteles define la física
como un principio intrínseco
de movimiento y reposo,
el primer ejemplo que ponga
de seres físicos
sea precisamente el de los animales,
y es que solo en ellos
son los animales.
Como en ninguno de los otros
seres naturales
parece residir el principio de
todos los tipos de cambio,
que Aristóteles reconocía lugar,
cantidad, cualidad,
y degeneración y corrupción.
Pues los animales se desplazan,
cambian su tamaño y sus
características,
y nacen y mueren.
Así pues,
si la física es un principio
intrínseco de movimiento y reposo,
de cambio bien podríamos decir que
los animales son los seres físicos,
por antonomasia, sea
y empezamos a ver
que la comprensión que Aristóteles
tenía de la ciencia física
era bastante más amplia que
la nuestra y que para él
lo que nosotros llamamos
ahora Biología,
sería una parte fundamental
paradigmática de la física.
En realidad esta técnica
incluiría lo que nosotros
denominamos como física más
la cosmología, la química,
la meteorología, la biología y como
parte de esta la psicología,
dado que por otra parte
Aristóteles concibe la física
como un saber teórico,
habrá que concluir sus estudios
de los animales,
compartirían este estatuto
y sin embargo,
algún que otro texto viene a
arrojar una sombra de duda
sobre esta conclusión precisamente
a cuenta de ese cambio que,
como hemos dicho,
afecta característica
a los seres vivos.
En efecto, la peculiaridad de la
biología dentro de la física
es que, como ocurre con la técnica,
trata sobre lo que se genera
y se destruye;
es decir, que no trata
de cosas eternas,
a diferencia de lo que,
según Aristóteles,
hacen las matemáticas,
aquella otra parte de la
física que se ocupa
de los fenómenos del mundo
subrayó Aznar
y, por supuesto, la teología, dada
esta afinidad ontológica,
entre biología y técnica es
comprensible lo tenso
de la inserción de la primera
de la biología en el ámbito
de los saberes teóricos.
De hecho, esta inserción
parecería imposible.
Si nos atenemos a lo que se lee
en el Libro VI de la ética
ni como aquella,
pues allí cuando Aristóteles
habla de esa excelencia,
diana poética del alma,
que es la EPIs,
teme explícitamente, afirma que
lo científicamente exigible
toda es de absoluta necesidad
y, por lo tanto, eterno si los
tomáramos estrictamente,
esta afirmación, la conclusión,
parecería inevitable,
no toda la física
podría ser considerada
una ciencia teórica.
El estudio de los animales,
o más en general de los seres
vivos no podría serlo,
su objeto no alcanza el estatus de
lo de lo científicamente exigible;
un texto del segundo libro
de la metafísica,
podría sin embargo apuntar cierta
salida para esta teoría,
pues se afirma en el que mientras
el fin de la ciencia teórica
es la verdad y el de la práctica
es la obra Los prácticos,
si bien tienen en cuenta
cómo son las cosas,
no consideran lo eterno.
Dice Aristóteles que hay en estas,
sino aspectos relativos
y referidos a la ocasión presente,
es decir, qué Aristóteles en
las cosas que se generan
y se corrompen en las cosas
que no son eternas,
puede haber después de
todo algo eterno,
pero si ello es así entonces
cabe entender
cómo el estudio de los seres vivos
puede llegar a ser un conocimiento
teórico,
a saber atendiendo a lo que de
terno hay en los seres vivos
de esos que habría tanto un saber
técnico cuanto 1 teórico atendemos
a lo ocasional o circunstancial
y estaremos ejerciendo
un saber técnico.
Por ejemplo, la medicina atendemos
a lo que tienen de terno
y estaremos en el ámbito
de la teoría,
en la perspectiva física, la
perspectiva de la ciencia física.
Esta conclusión nos permite
comprender mejor
que hayamos de entender por la
teoría misma es un tópico,
no falto de base en los textos,
ha visto técnicos que
lo que distingue
a los saberes teóricos de los
técnicos y de los prácticos,
es, entre otras cosas, su objetivo.
Mientras el de estos
últimos, es decir,
de los saberes prácticos y técnicos,
es la acción o la producción
de los primeros
de los saberes teóricos,
es el puro y simple,
conoce un conocer por conocer
que a veces se con notas,
mediante el calificativo
contemplativo, no es errónea,
esta connotación, al fin y al cabo,
es en griego lo relativo
a las teorías,
pero también lo relativo
a los espectáculos,
y la teoría es, desde
luego el estudio,
la observación de algo, pero
también la acción de ver,
de contemplar espectáculos y entre
los espectáculos quizás
especialmente aquellos que tenían
que ver con lo sagrado,
como el teatro, las fiestas solemnes
y las procesiones
a donde quiero ir a parar esa
señalar la estrecha conexión entre teoría
y CO2 entre teoría y divinidad
y lo que quiero apuntar
es que todavía esta conexión resonar
la comprensión aristocrática
de lo teórico pues en efecto según
acabamos de ver lo propio
de las ciencias que son teóricas no
es simple contemplar las cosas
sino contemplar bien las cosas
que son eternas bien
lo que haya detenernos en
las cosas que no lo son
pero la eternidad es justamente lo
distintivo de lo divino así
o mucho me equivoco o
bien podría decirse
que para Aristóteles todas
las ciencias teóricas
lo son por y en la medida
en que tengan que ver con lo
divino y digo en la medida
porque por extraño que esto pueda
sonar a nuestros oídos modernos
para Aristóteles habría
grados de divinidad
como por lo demás lo sabría
de la belleza
del bien del ser y hasta de la vida
la ciencia serían teóricas
en consecuencia en la medida diversa
en que tratarán de una realidad
que presenta algún aspecto
divino aspecto
que justamente es el que quedaría
subrayado cuando las practicamos
y voy a utilizar una lesión
de Aristóteles,
que me parece muy importante
en los tópicos,
cuando las practicamos de una
manera filosófica filosofía
dice.
Esto es cuando no nos conformamos
con cultivar una ciencia particular,
sino que en nuestra investigación
nos remontamos hasta sus
primeros principios,
situándonos de este modo en un nivel
de generalidad superior al particular
de esa ciencia así cultivado el
estudio de los animales.
Por humildes que estos sean, puede
alcanzar una dimensión teórica,
Aristóteles lo expresa en?
A mi entender, un muy bello
texto de su tratado
sobre las partes de los animales.
Un tratado que me parece el libro
primero de este tratado
me parece sinceramente la mejor
introducción al pensamiento
Aristóteles parece excelente,
dice allí Aristóteles,
e incluso con respecto a aquellos
seres que no presentan atractivos
para los sentidos.
La naturaleza que los ha forjado
ofrece extraordinarios placeres
para quien sea capaz de
conocer las causas.
Esto es para quien sea,
auténticamente filósofos,
de la expresión de tópicos
que acabamos de leer,
para quien sea capaz de considerar
las ciencias
desde un punto de vista filosófico.
Sería, por por demás
ilógico y absurdo
que si nos contemplando sus imágenes
mientras reconocemos el arte con
el que se han creado pintura
o escultura no no perdón todavía más
la observación de estos mismos seres
tal y como han sido constituidos
por la naturaleza,
al menos cuando podemos examinar
sus causas no se debe.
Por consiguiente, abrigar una
repugnancia infantil
hacia el estudio de los seres
vivos, más humildes,
en todos los seres físicos
hay algo de admirable,
y cómo Heráclito, según se cuenta
dijo también aquí hay dioses
a aquellos extranjeros que deseaban,
rendirle una visita,
pero que al verlo calentándose,
en el horno de la cocina,
se quedaron parados.
Así cabe afrontar sin remilgos,
la investigación de cada
1 de los animales,
ya que en todos hay algo de natural
Hasta aquí el texto de Aristóteles.
Probablemente a partir de aquí
pudiéramos entender mejor algunos
puntos del pensamiento
Aristóteles que han llamado la
atención de sus intérpretes,
como el de la relación entre
física y metafísica.
Hay quien defiende,
sin ir más lejos aquella
es ir muy lejos.
El propio Garamendi quien defiende
que la metafísica
no es más que un apéndice
de la física,
Aristóteles tesis por la
que dicho sea de paso,
estoy de acuerdo o porque el objeto
de esta última de la metafísica
daba el está grita, una
caracterización doble
como saber del ser en tanto que
ser como saber teológico,
pero ello nos desviaría de nuestro
objetivo en esta exposición,
que no es otro que el de
entender lo que estaba
implicado en el propósito
arista técnico?
De elaborar una teoría
de los animales.
Lo que sabemos al respecto,
de momento es que está debiera
haber en éstos.
Lo eterno y divino pudiera haber en
ellos lo que exige afrontarla
desde una perspectiva auténticamente
filosófica,
por decirlo sintetizando, las
expresiones de los tópicos
y las partes de los animales
es decir hasta sus causas.
Pero cómo remontarse hasta
estas causas,
comparados con otros seres físicos,
pongamos por ejemplo, los astros,
los seres vivos presentan una
complejidad mucho mayor
a diferencia del metabolismo
de los astros,
que bien podríamos decir se reduce a
una cinemática de la traslación
y aun de la forma más elemental la
propia del movimiento circular
y uniforme, el metabolismo
de los seres vivos;
es extremadamente complejo
involucrando todo tipo
de cambio accidental, crecimiento
alteración
en el caso de los animales;
locomoción,
así como sobre todo el
cambio sustancial,
la generación y la destrucción,
el nacimiento y la muerte.
Pues bien, dada esta complejidad,
odontológica no puede esperarse
sino que crezca la exactitud
epistemología pues,
como dice el propio Aristóteles,
esa actitud es simplicidad.
Luego, mientras la astronomía podrá
gozar de una exactitud matemática,
la teoría de los seres vivos y
específicamente de los animales
quedará muy lejos de ella,
máxime si tenemos en cuenta
que esa misma complejidad
trae como consecuencia la
introducción del azar
causa accidental indeterminada
que se alimenta
precisamente de la complejidad allí
donde la complejidad es mayor,
mayor cabida tiene el azar
para Aristóteles.
Así pues,
si con lo que nos encontramos
es con la complejidad,
la indeterminación y el azar
por el lado de su objeto,
y, en consecuencia con la
imprecisión e inexactitud por el de su saber,
la pregunta es cómo podría, la
biología en general y la zoología,
más en particular alcanzar
el nivel teórico,
pero el estudio de los
seres vivos no tiene
solo inconvenientes técnicos,
también tiene ciertas ventajas,
y es que los seres vivos son los
docentes más accesibles
para la investigación y así puesto
que nos resultan más manipulables
y sus ciclos metabólicos más
fácilmente registrales plausible,
mente.
Podemos suponer que remontarse
hasta sus causas materiales
y eficientes será asunto
relativamente sencillo,
pero qué decir de las más
importantes causas en el orden ideológico?
Qué decir de las causas
formales y finales
como remontarse hasta ellas,
Ciertamente he ido sin Orce
los términos favoritos de
Aristóteles para lo que nosotros,
por forma tienen la connotación
de lo evidente,
tanto leídos como el muerte
de algo tienen que ver
con su aspecto, pero Aristóteles
no entiende.
Por ello Simón C solo el aspecto
externo de los entes.
Esto es más bien la interpretación,
democristiana de la forma
que Aristóteles denuncia,
como insuficiente,
sirviendo de una contraposición
que él está grita,
no siempre mantiene, podríamos decir
que esta forma evidentes.
Antes el esquema, el esquema
diríamos en castellano,
que leídos con amor algo que
desde un punto de vista
categoría pertenece al ámbito
de lo accidental,
pero que es insuficiente
para definirla Ussía
la entidad o sustancia.
Así pues, todo lo más que
podemos conceder
es que les quema accidental
de los seres vivos,
es fácilmente accesible, pero
no está nada claro
que también lo sea la forma
de su entidad o sustancia
y una perplejidad parecida.
Parece inevitable, por lo que
toca a la finalidad,
pues las finalidades de los
seres vivos relativas
a nuestros intereses, que
en algunos casos
pueden resultar obvias, son como
el esquema accidentales,
antes que definitorias de la entidad,
o sustancia de animales y plantas,
y por lo tanto no lo que Aristóteles
quiere apuntar,
cuando habla de los y Eugene.
Para qué?
Sería la traducción,
literal de lo que solemos traducir
por causalidad, final la física,
contradiciendo las tesis
de los filósofos,
materias listas que pretenden negar
la existencia de la finalidad
de la naturaleza, explicando todo
como el efecto del azar
y una necesidad ciega, defiende
Aristóteles que la finalidad
la evidencia los seres
vivos en su obrar,
o conducirse lógico podríamos
apostillar,
pues solo por la manera de obrar
o conducirse podemos advertir
los motivos por los que se actúa y
así se nos hace evidente aquello
para lo cual teje la araña, su tela
a saber para cazar y alimentarse
o el fin que persigue, la golondrina
cuando construye su nido,
resguardarse ella y su prole,
o sea, que hay una finalidad
que los seres vivos
exhiben al comportarse de un modo
encaminado a garantizar sus
funciones vitales,
alimentarse y reproducirse,
sobrevivir una finalidad ya no
relativa a nosotros los humanos
sino encaminada a preservar
su propia entidad.
Una finalidad, pues sustancial
intrínseca autónoma,
comprendemos ahora que Aristóteles
no tendría nada
que objetar a los materias; listas,
cuando estos señalaban que la lluvia
de Zeus no tiene por finalidad
que aumentaremos o perdamos
nuestra cosecha,
pues esta concesión a los materiales,
lo único que significa
es que la finalidad
de los entes naturales no coincide
con los beneficios
o perjuicios que éstos puedan
causar al hombre,
ni rastro de Antropoceno en
la geología Aristóteles,
pero esta finalidad no
se muestra solo
en las actuaciones de
los seres vivos;
en realidad, tales actuaciones
serían imposibles si estos
no contarán con los instrumentos
adecuados para llevarlas a cabo,
pues es claro que no podrían
alimentarse si no tuvieran órganos
para parar la nutrición o
no podrían reproducirse
si no tuvieran órganos para
la generación, etc,
de modo que, de manera
inseparablemente ligada
a sus actuaciones, se muestra
también esta finalidad propia
de los seres vivos en su naturaleza,
de realidades orgánicas,
lo que nos permite volver a la
consideración de la forma
y a su contraposición con
la manera esquemática
de ser entendida.
En efecto, dijimos antes que
no había que confundir.
Como Aristóteles achaca a Demócrito
el aspecto externo de
los seres vivos,
con su forma esquema con
ellos como un animal
conserva aquel aspecto aun
cuando esté muerto,
pero la muerte supone para él
la pérdida de su forma,
de su entidad y de su esencia,
su dejar de ser lo que era,
que es lo que traduce literalmente
la expresión Aristóteles,
que buscó plásticamente solemos
traducir por esencia
Totti en el set lo que se
da para Aristóteles.
Esta forma, entidad y esencia de
los seres vivos es su alma,
pero de medio a medio si de ello que
se trata de algo, por así decir,
hacernos fantasmagórico observable,
más bien su tesis es que no cabe ver
un ser vivo como tal, sin
estar viendo su arma.
Ellos así porque el alma define
Aristóteles en una definición célebre
es la entelequia primera
de un cuerpo natural
organizado.
Desde la perspectiva, remontarse
a las causas
de los seres vivos significa
ahora empezamos a verlo,
llegar a comprenderlos como seres
animados, comprenderlos,
como cuerpos dotados de forma.
Una forma que es en palabra curiosa
al parecer neologismo Aristóteles,
que el Dstage ira utiliza
muchas veces
ligada a la noción de huella,
pero que sobre esta añade la
connotación de perfección,
de finalización y acaba viento,
de modo que, en definitiva,
lo que viene a decir es que la
vida es una acción perfecta;
una acción que posee más
que un límite externo,
un fin; en suma, una praxis no una,
quienes la distinción que se ha
visto considerados desde sus causas
los seres vivos aparecen,
pues para Aristóteles como cuerpos
que realizan actividades
cuya finalidad es inminente,
como un todo,
cuyas partes actúan para asegurar
la pervivencia del conjunto,
que a su vez actúa con esta
misma finalidad.
Podemos comprender ahora,
porque Aristóteles pensaba,
que la finalidad se hacía
sobre todo evidente en
los seres vivos
hasta observar su manera
de actuar en vistas
a satisfacer sus funciones vitales
para conocer el leídos,
cuya realización constituye su
que los procesos naturales,
el crecimiento, por ejemplo,
tienen un fin significa,
sencillamente, no tienen un término,
sino que están orientados
hacia un bien
una perfección del mismo sujeto
a los que acontecen.
Son procesos
orientados a garantizar la plenitud
del ser de los entes físicos,
bien porque les permiten ganar
determinaciones propias del género,
al que pertenece y que tienen
valor adaptativo,
bien porque les permiten,
precisamente ejemplificado
esa adaptación,
perseverar en su ser la alimentación.
La percepción serían
funciones vitales
que les permitirían perseverar
en su serie.
Conocer su alma no es otra cosa
que llegar a comprender
cómo el conjunto de su cuerpo
y las partes que lo integran se
comportan para mantener la vida;
eso es conocer el alma para
Aristóteles, Aristóteles?
No abandona, por consiguiente,
la perspectiva naturalista.
Cuando Ana propuesta democristiana
de estudiar el esquema corporal
de los seres vivos
enfrenta a la suya propia
de estudiar el alma,
lo que está defendiendo podríamos
decir con terminología
que no es Aristóteles, es la
prioridad de la fisiología
sobre la anatomía de la función
sobre la estructura de ahora,
si dicho en su términos
la forma sobre la materia de
la vida sobre la muerte,
pues conocer un organismo
exige conocer su vida
y el funcionamiento de las
partes que lo componen,
su actividad y la actividad de los
órganos que lo constituyen.
Si en esta vida,
si en esta actividad aquellos
órganos ya que el organismo ya no son tales,
sino aparentemente y por
pues desde Aristóteles
desaparecida el alma el ser vivo,
no existe más y ninguna de sus
partes se conserva idéntica,
salvo en lo que se refiere
a su aspecto,
y aquí utiliza el término
que él achaca.
Demócrito esquema.
Ahora bien, de este orden
de prioridades
no se sigue en absoluto el desprecio
de los supeditado
la fisiología; no podría
entenderse cabalmente
sin tener en cuenta vamos
a decirlo así
el armazón anatómico que la
sustenta ni la función
sin la estructura que la
realiza ni la forma,
sin su materialización
insiste Aristóteles
en la necesaria correlación
de estas dimensiones,
pues, como nos dice, es imposible
que exista una mano hecha.
No importa de que dado que una mano
así no podría cumplir su función,
de ahí la importancia del estudio de
la peculiar estructuración material
que las partes de los organismos
requieren para poder realizar esta,
es decir, actualizar su forma
y sin así como del estudio
de esas mismas partes
a la postre materia
ellas mismas para el organismo
tomado como un todo.
No cabría para él estar, habilita
una comprensión completa
de la causalidad formal y final
de los seres vivos
que no fuera a la vez una
comprensión de los condicionantes materiales
de los procesos metabólicos
que aquellas consiste.
Por otra parte, podemos
entender a qué?
A Empedocle como a otros les
reproche Aristóteles,
una metodología que atiende
más a la generación
de los seres vivos que a la manera,
como son cuando justamente lo que
hay que hacer es dar prioridad
a la morfología sobre la genealogía,
después de cuanto llevamos dicho
no debieran darnos esta tesis.
Si los organismos tienen
por finalidad
el mantenimiento de la vida, a este
fin debe estar supeditada,
incluso la generación que
por consiguiente,
adquiere un carácter eminentemente
productivo,
pues con ella lo que persigue
el individuo es dejar otro.
Ser semejante a el de la generación
no es innovar,
sino repetir el orden orgánico
de los progenitores.
De este modo, la potencia
reproductiva
de los seres vivos se convierte,
junto a su naturaleza orgánica,
en una evidencia más de su carácter
morfológico y teológico.
Pues no olvidemos que para
Aristóteles la simple repetición
de un orden es prueba de que éste
no es producto del azar,
sino en vistas a un fin; no
se trata, por lo demás,
denegar la posibilidad de aparición
de novedades excepcionales
en este proceso genera tivo
esencialmente reproductor a esto
mutación pero tales desviaciones
tendrán un carácter degenerativo
pues siempre se explicarán como
un fracaso de la finalidad,
cuya existencia de esta
manera atestiguan,
aunque sea a contrario.
En suma la biología teológica que,
Aristóteles proponen no deja de
tener consecuencias de largo alcance,
remontarse a las causas
de los seres vivos
a la formal, y final,
sobre todo, implica dar primacía a
la función sobre la estructura,
la morfología sobre la genealogía,
así como un compromiso
con una concepción
esencialmente reproductiva
de sus procesos.
Genera activos.
La pregunta que nos queda
por responder es.
Vemos los seres vivos, vistos
desde sus causas,
nos permiten considerar
el ámbito de la vida
como algo que participa de lo divino?
Una respuesta a esta pregunta
no tendría nada que ver con ninguna
tesis creacionistas
antes; por el contrario,
la excluiría,
la excelencia, la belleza
y la bondad en suma,
la divinidad que hay en
los seres vivos.
No les es trascendente,
no radica en su haber sido creados
por una inteligencia divina,
de hecho, no han sido
creados por nada,
sino generados desde progenitores
más o menos,
o a lo sumo en algunos organismos
muy simples,
espontáneamente generados
por el efecto
de ciertas condiciones
meteorológicas sobre la materia;
putrefacta, la excelencia
y la divinidad
de los seres vivos no les
es trascendente;
entonces no cabe, sino que
les sea inminente,
y no tiene nada de misteriosa
de hecho,
radica en su morfología, en
su carácter orgánico
y, por consiguiente adaptativo.
Hay excelencia en los seres
vivos en la medida
en que son funcionales, que
disponen de instrumentos
adecuados para mantener
su pervivencia,
y esta pervivencia sería una
imagen como tal imperfecta
De la Cavada auto, subsistencia
-divina.
La acción compleja que según vimos
consiste la vida para plantas
y animales es una imagen imperfecta
de la actividad pura,
que constituye a Dios
el mismo viviente,
perfecto y eterno.
Como lo caracteriza Aristóteles,
una eternidad, por cierto,
que tampoco queda sin
correspondencia en el ámbito de nuestra vida,
pues aunque animales y plantas no
sean individualmente eternos
debido al carácter esencialmente
reproductivo,
de su generación pueden mimetizar
la eternidad en la perpetuación
de su especie.
Empezamos en este punto a comprender
que la mímesis de la divinidad
que los seres vivos componen aunque
no es por así decirlo,
un monólogo ya que compromete
sus relaciones
con otros seres vivos y en
realidad con el cosmos
en su conjunto en efecto, despojada
de su ropaje mitológico,
Aristóteles considera como correcta
la tesis de los antiguos
según la cual Sito lo divino
envuelve a la naturaleza toda de hecho,
según él cabe considerar al animal
como un microcosmos,
de modo que, si el animal es un
todo de partes ordenadas
a un fin, otro tanto cabrá
esperar del macro cosmos
si cabe ver al primero como
una ciudad bien ordenada
en la que cada individuo
cumple su propia tarea
y la metáfora es Aristóteles
análoga mente,
cabe considerar al segundo al
cosmos como un ejército
o como una familia bien organizados
y de nuevo esta metáfora
esta comparación.
Es Aristóteles sirve, paramos en que
estos órdenes son jerárquicos,
que en un ejército, no todos
sus integrantes
tienen el mismo rango
y que otro tanto ocurre en
el seno de la familia.
Tal y como la concibe Aristóteles es
posible dar una nueva concreción
a lo que significa la comprensión
teórica de la biología.
Cuando miramos los seres
vivos, con ojo teórico
como parte de un omnímodo
orden cósmico,
lo que encontramos es que esos seres
no participan todos en el mismo grado
de la belleza ni de la bondad
ni en suma de esa praxis,
que es la vida,
lo que equivale a decir por
todo lo que ya sabemos
de la divinidad.
Apreciamos entonces una gradación
sin solución de continuidad
en la complejidad de sus
actividades vitales,
que lo es también en su autarquía;
un tránsito desde el mero vivir
al vivir bien, pues bien,
no cabe duda de que todos
los seres vivos,
que no son eternos, de todos,
los seres vivos,
que no son eternos, el hombre
es el que más acciones
vitales realiza, el que más
participa de la vida,
y el que es capaz de una vida mejor.
En suma,
el más divino aunque evidentemente
no todos los hombres en igual medida
pues la jerarquía para Aristóteles
no es solo interés específica
sino interna también a cada género y
en el interior del humano es claro
que se da igualmente una
graduación que culmina
en aquellos más capaces de
ejercer esa actividad,
que es la lección única que no está
contaminada de nada material
y a la que por tanto podemos
caracterizar
en un sentido estricto como divina.
Hay quien afronta el estudio
de los seres vivos
con una perspectiva teórica
está reservada.
Entonces, la contemplación
de un orden de seres
que culmina en el mismo imagen más
cumplida de la divinidad,
en tanto que puede gozar de un
placer el de la propia teoría divino
tanto por su objeto pues como
hemos visto la teoría,
trata de Dios o de lo
que hay de divino
en los seres que no son Dios cuanto
por su sujeto más propio,
pues a diferencia de nuestra vida
teórica, solo a ratos la vida misma
de Dios está constituida por
su ininterrumpido teoriza.
Desde luego la biología está llena
de finas observaciones,
y de para su época ingeniosas.
Hipótesis.
Acerca de una gran cantidad
de procesos fisiológicos,
pero, si estamos en lo correcto,
ello no es lo que haría
esta disciplina,
algo digno del hombre culto, por
contraposición al especialista,
y Aristóteles hace esta
contraposición
entre el hombre culto
y el especialista a este
hombre culto.
Capaz de tener una perspectiva sobre
todo es al que le concierne.
Más bien, la biología,
en tanto que teoría
en tanto que estudió de
los seres vivos,
que remontándose a sus causas
alcanza una dimensión propiamente filosófica
Sólo quien sea capaz de enfocar.
Teóricamente, estas cuestiones
estará en disposición
de escuchar el mensaje que ese
da, que es la física.
Tiene un texto.
La afirmación de Aristóteles
se hace muy bella,
donde dice que la no es divina,
pero ciertamente Day Mónica.
Solo él estará en disposición
de hacer la transición,
desde la teoría a la praxis, desde
la física a la política
y la ética, algo que ya
estaba implícito.
Cuando Aristóteles en el
óptico exhortaba,
a practicar la teoría
citó este texto,
también me parece hermosísimo, a
veces se nos olvida que Aristóteles
en la Academia era profesor
de retórica,
es decir, que debía hablar
y, según Cicero,
escribía infinitamente
mejor que Platón.
Lo siento por Begoña,
pero, bueno, podemos discutir
el criterio de Cicerón.
No?
Bien citó aquí hay un ejemplo de lo
bien que escribió Aristóteles.
Debemos tener en cuenta que cuando
le hemos visto lo que vemos
son sus apuntes de clase.
Por muy buenos profesores que
queramos ser, ya sabemos esto
de la confianza da asco o no,
y si todos los días tienes
que dar clase,
pues al final es mucho peor de
lo que es capaz de escribir,
no.
Bien, el tríptico es interesante
porque porque no está escrito
para los alumnos,
digamos que en el sentido de
los diálogos platónicos
es una obra exótica escrita para
atraer gente a la Academia,
en este caso al Liceo.
Así pues, dice Aristóteles.
Esta ciencia este oro ética
más nos permite producir todo de
acuerdo con ella, efectivamente,
así como la vista no es artífice
ni productora de nada,
ya que su función consiste
solo en distinguir
y mostrarnos cada una de
las cosas visibles,
y, no obstante, nos permite actuar
gracias a su concurso
y nos presta una gran ayuda en
las acciones, dado que,
si careciese de ella seríamos casi
completamente inmóviles.
De igual forma, evidentemente,
aunque éste esta ciencia,
nosotros hacemos muchísimas cosas
de acuerdo con ella,
eligiendo unas y rehuyendo otras y
en general todas las cosas buenas,
las alcanzamos gracias a ella,
y es que viene a cometer
las ciencias.
Desde una perspectiva filosófica,
quien se remonta hasta
las primeras causas,
sin principios y principios,
con la vista puesta en lo
divino y lo eterno,
no solo gana una imagen del
todo, sino de su lugar,
en el lo que le permite
ser dueño propietario
de lo más importante de sí mismo, o
dicho con la metáfora náutica,
que él mismo, Aristóteles utiliza,
lo que le permite llevar
a buen puerto el de la felicidad,
esa navegación, que es la vida
concluyó decía casi al principio
de esta intervención, que la
filosofía de Aristóteles
podría tener un valor ya
no solo monumental,
sino incluso crítico.
Esta dimensión podría hacernos
recapacitar,
para empezar sobre el Estatuto
que la filosofía tiene hoy,
para nosotros no habrá perdido,
está la dimensión sapiencia,
al que como acabamos
de ver esta grita,
le concedía precisamente en virtud
de su naturaleza teórica.
Por otra parte, es cierto que
muchos de los valores
que subyacen a la teoría técnica
nos resultan hoy inasumibles.
Su justificación del esclavismo
o su machismo podrían ponerse
entre los ejemplos más cuando
habla de machismo
Me refiero a la prevalencia nunca,
mejor dicho que Aristóteles conceda,
macho sobre la hembra.
No solo humano, sino de
cualquier especie.
Pero quizás debiéramos preguntarnos:
conseguido todo esto si el
a-de la consideración
de la FIS es como algo Day Mónico
que como he intentado hacer ver,
era lo que su abordaje teórico
significaba para Aristóteles,
no supondrá una pérdida,
e incluso un riesgo sí por lo
que se le ha sustituido,
es por una comprensión mercantilista
de la misma,
de la naturaleza que no ve en ella
más que un conjunto de existencias.
Por decirlo a la manera de
Jaime, que manipular
y con las que comercial.
Pues muchas gracias.
Esto es lo que tenía escrito.