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Para la extracción de la lengua tenemos que practicar cortes profundos, llegando hasta el paladar duro, convergentes en la sincondrosis intermandibular. Extraída la lengua, traccionamos caudalmente de ella y tenemos que asegurarnos de que el hioides queda cortado porque de lo contrario, no va a ser posible la extracción de este territorio. Separada la lengua se accede fácilmente a la inspección de las tonsilas de este animal. Que observemos que aquí han quedado los restos del hueso hioideo que tuvimos que cortar para poder extraer la lengua junto con la laringe. La apertura de la cavidad torácica se va a hacer partiendo desde la abertura craneal del tórax hacia la porción caudal y siguiendo la línea de las articulaciones costocondrales. Seguimos el corte, lo mismo al otro lado. La pieza ósea de forma triangular queda unida por las costillas falsas, y la batimos hacia atrás a manera de bisagra. Queda liberada la unión de la tráquea y el esófago a su paso por la abertura craneal del tórax. Y mediante una extracción hacia la porción caudal del animal, evisceramos lengua, tráquea, esófago, pulmón y corazón.