Continuando con el tercer vídeo
vamos a hablar sobre la importancia
que tiene el movimiento en
la fase de expulsión.
La fase de expulsión es
aquella que comienza
después de que la dilatación del
cuello uterino se ha completado.
Digamos que la puerta ha quedado
abierta y ya lo ve;
solo tendría que descender
por el canal del parto
recorriendo unos cuatro escalones,
como llamamos los profesionales.
La fase de repulsivo se divide
a su vez en exclusivo pasivo
y exclusivo activo.
La primera fase consiste en dejar
actuar un poco al bebé la mujer
siente una leve sensación de pujó,
y a veces puedes seguir, puede
iniciar esos ojos,
sin embargo, es realmente
el impulsivo activo
cuando la sensación de mucho mayor
y ya casi la sensación
de querer realizar los empujones
de forma involuntaria
es inminente a veces con la epidural.
Esa sensación no termina de estar
muy, muy, muy clara.
Entonces, a veces la matrona tiene
que realizar, dirigido con nosotras,
para que podamos dirigir la fuerza
bien hacia hacia los músculos
de la zona peritoneal.
Las posiciones en la fase de no
existe una postura ideal
para esta fase o una postura única.
Conforme nos vamos moviendo.
Vamos a encontrar la posición que
mejor nos viene a nosotras.
Y qué mejor bien al bebé
ya que muchas veces
los bebés se encuentran colocados
de forma muy diversas
y debemos encontrar cuál es la
posición que mejor se adapta a él
a veces un bebé se puede
encontrar estancado
ya que no defienden el
canal del parto,
y para ello necesitamos ir buscando
amplitud de la pelvis;
le va, le va mejor, por eso hay
mayor cambio de posiciones,
mayor probabilidad de encontrar
el camino.
Para el bebé?
El lateral izquierdo derecho
es una posición que se ha empleado
mucho en esta fase.
La mujer normal normalmente
ya está cansada.
Es una posición que permite
cierto descanso.
Aunque se realicen los flujos en el
repulsivo pasivo sería útil.
Cuando el bebé todavía se encuentra
alto en esa fase
ya hemos dicho que el bebé tiene que
ir haciendo un poco su trabajo
por su cuenta y no le
expulsaba activo.
Nos puede servir realizando sobre
todo una radiación interna
de la rodilla,
ya que hemos dicho que eso ampliaría
el estrecho inferior.
Esta posición
también nos permite colocar las
piernas de forma asimétrica,
como vemos en las imágenes.
Esto también puede favorecer
a la rotación
y al descenso del bebé; mujeres,
con epidural a veces
se ha visto que puede tener
un mayor beneficio
que las posiciones verticales.
En esta fase la cuadrúpedo
en este caso
sería colocando las rodillas hacia
el interior hacia el interior,
ya que así estaríamos abriendo
el estrecho inferior.
Esta postura nos permite además
adoptar variabilidad,
las piernas se pueden colocar
de forma asimétrica,
se puede incluso colocar en posición
de caballero, que sería
con la rodilla levantada,
y en esta posición el sacro
permanece libre,
pudiendo moverse sin dificultad
y facilitando así
la rotación del bebé o el
encausamiento del mismo.
Ya en el estrecho inferior es una
posición bastante cómoda
para dar a luz, ya que alivia
también el dolor lumbar persistente
en la mujeres que no llevan epidural
o en las mujeres con epidural a veces
cuando empiezan a notar ciertas
sensaciones de prisión
cuando el bebé ya se está acercando.
Al final es una postura que
genera un menor dolor,
lineal, postparto parto.
La exposición en verticales también
se pueden adoptar en esta fase
ya que generan una adecuada
alineación del bebé
con respecto a la pelvis.
Se ha visto que se reduce la
duración de la expulsión
tanto en mujeres con epidural
como mujeres sin epidural,
de forma que es una de las opciones
que podemos emplear en esta fase.
Se puede generar, además asimetría,
elevando en una pierna
sobre un taburete, permitiendo
también realizar,
balanceo del siempre para intentar
dirigir la cabeza
hacia la parte inferior gracias
a la acción de la gravedad,
la posición en la que se consigue
una gran bastante amplio
del estrecho inferior,
que es el estrecho, que nos
interesa ahora mismo,
ampliar además en este
caso la gravedad
también estaría impulsando el bebé
hacia la pelvis inferior a veces.
Es una postura complicada,
pero bueno,
podemos tener superficies de
apoyo a nuestra pareja,
también para apoyarnos,
y es una postura que deja el
sacro totalmente libre.
Por lo tanto, es una postura
bastante ideal para esta,
para esta fase, sentada
en la cama de partos.
Puede ser también otra opción
bastante cómoda
ya que genera también mucha
autonomía para vosotras.
Si podemos colocar los pies
y sentir un poco
la, el control de la situación,
es una postura que permite
tener la pelvis libre,
sobre todo, si estamos echados
hacia adelante.
No se nos estamos apostadas hacia
atrás porque, de otra forma,
si el sacro se quedaría impactado
contra la cama
en la que estamos sentadas,
la ternera que son los aparatos
donde colocamos las piernas
nos permiten generar distintas
y distintas posibilidades
a la hora de colocar las piernas
de forma asimétrica,
buscando siempre cuál va
a ser la amplitud
y cuál va a ser la posición de
las piernas más adecuadas
a nuestro bebé y a nosotras.
Y, finalmente, sea como sea
la posición que sea
y de la forma que sea, pues
nacería nuestro bebé
y podríamos disfrutar de ese
momento bien con quién,
que es simplemente colocar al
pie al bebé sobre nosotras
y poder disfrutar un poco después
de un proceso tan largo.
Daremos más información sobre
posiciones en el exclusivo
en el siguiente vídeo.
Yo muchas gracias por
vuestra atención.