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Hay que proceder a la inspección externa del animal antes de otras maniobras de apertura de cavidades. Se comienza por la cabeza hacia la porción caudal, examinando la conjuntiva, córnea, mucosas accesibles, mucosa oral, lengua, estado de las pezuñas, articulaciones y así avanzamos hasta completar esa inspección externa del animal. La necropsia de este animal se va a realizar en decúbito supino dado que su tamaño lo permite. Hay que estabilizar el cadáver para que se quede bien situado en la mesa y para ello vamos a cortar a nivel de plexo braquial en las extremidades anteriores. Uno y otro lado, por supuesto. Cortamos en la cara interior de los muslos. Es un animal muy cárnico, entonces hay que asegurarse de que se alcanza la articulación coxofemoral. En un cerdo, la retirada de piel no tiene que ser exhaustiva como en otras especies que tienen una pigmentación muy acentuada. Las líneas accesorias de corte se mueven por la cara medial de cada miembro, hasta la articulación próxima. Lo mismo en el miembro posterior. La línea de incisión principal y de media y las accesorias, tanto de los miembros anteriores como de los posteriores. La retirada de la piel, deja al descubierto todo el subcutáneo, y nos permite acceder a determinadas estructuras pueden ser los ganglios y glándulas de la región cervical ventral Ventral. Las cadenas ganglionares menores que pueden aparecer en el cuello, incluidos los inguinales superficiales. La retirada de piel en la zona articular nos va a permitir poner al descubierto las articulaciones.