tv.um.es

Es el momento de calcular el resultado, el beneficio y la rentabilidad a partir del plan de ventas, que era el primero de los documentos. Dentro de la planificación financiera que hemos elaborado vamos a poder identificar cuáles son nuestros ingresos. Aquí hay que tener en cuenta que en la cuenta de resultados vamos a comparar ingresos y gastos y, por lo tanto, tenemos que tener clara la diferencia con cobros y pagos, que era lo que en el plan de tesorería de la empresa estamos obligados a contabilizar como ingreso aquellas ventas y el momento en el cual las vamos a contabilizar como el ingreso es el momento que emitimos la factura. Del mismo modo, los gastos los tendremos que reflejar en el momento que recibamos la factura, aunque en ese momento no recibamos el cobro por las ventas ni hagamos el pago por los servicios o productos contratados. Del mismo modo, tenemos que saber que existen cobros y pagos que no tienen ningún efecto en el resultado, a modo de ejemplo, los cobros y pagos derivados del de las facturas. Tiene un efecto neutro en el cálculo del resultado. Sin embargo, tendremos que tenerlo en cuenta. En el plan de tesorería, puesto que generará una corriente de cobros y pagos en el cálculo del resultado, comparamos los ingresos con los gastos. En primer lugar, partimos de los ingresos principales, los ingresos por ventas, que provienen del plan de ventas y vamos restando partidas de gasto que representan, en primer lugar el consumo de mercancías o de productos, y de ese modo estamos obteniendo el margen bruto que obtenemos por nuestras ventas; a continuación podemos ir restando otro tipo de gastos como gastos de personal. Otros gastos de explotación que hemos estimado previamente, comparando estos ingresos y estos gastos obtenemos el resultado de explotación. Si queremos calcular un resultado total del ejercicio. Además, tendremos que incluir los ingresos y gastos que provienen de la financiación. Gastos de la financiación, pues son todos los pagos en concepto de intereses que tenemos que realizar por los pueblos, préstamos e ingresos financieros que puedan derivar de beneficios por inversiones financieras que tengamos realizadas. Una vez calculado deducido también los impuestos, pues ya tendremos el resultado del ejercicio. La magnitud del resultado del ejercicio puede ser un beneficio si es positivo, una pérdida, pero estará expresado en unidades monetarias. Es importante calcular, en términos relativos, cuál es la rentabilidad. Por lo tanto, la rentabilidad la calcula haremos a partir de una magnitud de resultado comparada con la cantidad de dinero que ha sido necesaria para obtener ese resultado; a modo de ejemplo dos rentabilidades comúnmente utilizadas, serían el comparar el resultado de explotación, que es el resultado que proviene de los ingresos y gastos relacionados con la actividad ordinaria de la empresa, con la inversión en activos, con independencia de cómo se hayan financiado, por lo tanto, de esta forma calculada hemos en porcentaje cuál es la rentabilidad de nuestros activos. Si lo que queremos es calcular una rentabilidad para los propietarios, para los dueños de la empresa, entonces compraremos la aportación que han realizado los propietarios, es decir, los fondos propios con el resultado del ejercicio. Es decir, con el resultado de esta cuenta que acabamos de ver.