La titular de Historia
de la Enfermería,
Paloma Moral de Calatrava, con
su ponencia, miedos, salud
y Ciencia.
En un año de covid 19
dejamos con ella.
Hola buenas tardes.
Yo estoy soy especialista
y lo que trabajo
en mis investigaciones son
en Historia Medieval,
pero también soy miembro del comité.
Esto es así que haya
una historiadora,
aunque sea de la enfermería,
en un comité es así.
Por qué fue el resultado del miedo
cuando es la primera Vera pasada.
Decretaron el estado de alarma, y
tuvimos el primer confinamiento.
Yo dirigía los Trabajos,
Fin de Grado,
de un grupo de estudiantes,
con unas características muy
concretas, porque todos,
excepto uno eran trabajadores y las
enviaban a través de un grupo
de whatsapp, les enviaban selfis;
en los que se les veía sin equipos
de protección suficiente.
Todavía no estaba claro cómo se
contagiaba la la enfermedad,
pero como realista, y así estoy
acostumbrada a leer
en los tratados médicos antiguos
que la envenena.
El aire, que era capaz de viajar
distancias largas
y de hacer enfermar a otras,
a otras personas,
era.
Era una manera de explicar
qué tenían,
de que el el contagio y las plagas
se quedaban en el aire;
una, una forma de contagio.
Que nuestra medicina occidental no
no aceptaba en la primavera
de 2020.
Pero tras esas imágenes
de mis estudiantes
protegidas con bolsas de basura,
después de esas venían otras en
las que se les veía visitando
a sus familiares y yo sentí
miedo; empujada;
por ese miedo empecé a enviar
a mis estudiantes
a través del aula virtual resúmenes
de trabajos de investigación.
Sobre el sars, CoV 2,
pero pronto me di cuenta de
que era insuficiente,
porque quienes necesitaban saber
eran los profesionales
y además necesitaban saber más
en entonces catedrática
de Veterinaria de la Universidad de
Murcia, me mandó las directrices
clínicas que había elaborado
en Sun en China,
el catedrático de Inmunología,
Pedro Aparicio y José temas
Manzanera , Saura,
enfermero de Urgencias del Hospital
Universitario Virgen de la Arrixaca
revisaron mi mi traducción sin
la ayuda, de ellos 3;
yo no hubiera podido enviar un
documento a médicos y enfermeros
de distintos lugares de España,
todos me agradecieron tener un texto
por el que empezar y en algunas
de sus respuestas
me mostraron su miedo.
Estoy convencida de que todos
reconocen como propios
ese sentimiento que nos
inundó hace un año.
Sin embargo, el miedo es una
emoción que se empezará
a medir tan solo nueve meses después
de que se decretara la.
La pandemia.
Como decía, como le decían.
La doctora decía Spain,
es una encuesta que está coordinando
el Instituto de Salud Carlos
tercero para la Organización
Mundial de la Salud,
y el miedo empezó a medirse
en la tercera ronda,
es decir, en la encuesta que
hicieron en noviembre
volvieron a hacerlo en enero,
pero ayer sólo ayer tuve conciencia
y datos de la quinta ronda.
Lamento no estar paralizada la
responsable del estudio.
Esto es algo que hay que tener
en cuenta en coronavirus
siempre se está actualizado
a las 24 horas,
porque, mire los datos el
domingo yo no vi nada
y el lunes ya vi los
nuevos resultados,
con lo cual, bueno, tenemos
tan solo en un principio,
tres datos, aunque yo les
muestre solo solo dos
sobre cuál es el miedo y cómo ha
progresado o no ese miedo,
cómo ha ido variando esa esa emoción
tan sólo tenemos tres datos
cuantitativos,
seguro que algunos dirán que dos
o tres datos cuantitativos
son insuficientes,
que los negacionistas convocan;
manifestaciones multitudinarias,
que todos los fines de semana se
celebran fiestas ilegales!
Pero aunque son argumentos
a tener en cuenta,
también es cierto que los toques de
queda las limitaciones de aforo
o el uso de mascarillas,
la imposición de la distancia
interpersonal,
el gel alcohólico las restricciones,
en los viajes, con la necesidad
de presentar peces negativas
son medidas que han impuesto
todos los países
porque las autoridades también
están en alerta.
Pues bien, en este contexto
todavía con poco datos
y bastante bastantes casos
entre noviembre y enero
subió las personas.
El porcentaje de personas que tenían
miedo, miedo al contagio,
aunque a día de hoy, si no
recuerdo mal parece
que han vuelto a descender a
los niveles de noviembre
de la ronda 3.
En este momento de forma general,
al menos en algo menos del 50 por
100 entre 40 el 50 por 100
de los españoles dicen que tienen
bastante miedo a contagiarse;
al con esto es lo que pasa.
Si esto es lo que sentimos
en la población general
que sienten los profesionales
de la salud,
un año de pandemia, después,
pues la verdad es que no
lo sabemos muy bien.
La Organización Mundial de la Salud
no está viviendo este parámetro,
y en una revisión sistemática
de este mismo mes
ya nos advierte que tomemos
con bastante cautela
los resultados de los trabajos,
porque si estos trabajos
se caracterizan
por algo es por la variedad
metodológica que han seguido
y por los distintos instrumentos
de medida que se utilizan.
La urgencia sanitaria
se ha convertido en incertidumbre
científica,
y, para hacernos una idea de qué
pasa entre los sanitarios,
debemos recurrir a distintos
estudios,
por ejemplo, una, una publicación
que evalúa el impacto psicológico
entre los profesionales
de la salud en China,
afirma que los que se dedican a la
salud pública y los enfermeros
son los grupos más afectados; un
trabajo de este mismo año 2021
cuantifica lo mismo, pero
en el Reino Unido,
y también afirma que la proporción
de enfermeras con ansiedad,
depresión, sintomatología de
estrés postraumático,
respecto a las a-las enfermeras
que no lo presentan,
es el doble que entre los médicos,
que fue el grupo que se tomó
como grupo de referencia.
El Colegio de Enfermería de
la Comunidad Valenciana
presentó en diciembre un resultado.
Bueno, los resultados de su estudio,
en el que apuntan
en la misma dirección porque afirma
que casi el 70 por 100
de las enfermeras, tiene
síntomas compatibles
con estrés postraumático y el
60 de trastorno obsesivo
-compulsivo y haya unas
investigadores españoles
que han publicado una revisión
sistemática sobre la ansiedad, solo
exclusivamente sobre la ansiedad,
entre los profesionales de la salud,
y los resultados apuntan
en la misma dirección
que los dos trabajos que
acabo de señalar,
pero advierten de que los textos
ya publicados sólo trabajan
con escalas de ansiedad
percibida y ninguno.
Utiliza la entrevista clínica
para terminar de perfilar
el diagnóstico.
Las revisiones sistemáticas
que se publican avisan de carencias
metodológicas de Antonio Guirado,
profesor de la Universidad de Murcia,
que estudia la dinámica
y expansión de la de.
La pandemia me advirtió
personalmente de incorrecciones estadísticas
en algunos de estos trabajos.
Así que si los datos cuantitativos
deben ser tomados con cautela
a otro tipo de fuentes,
el 16 de abril de 2020 se celebró
el homenaje nacional
a las víctimas del coronavirus,
y todavía no teníamos datos
cuantitativos que demostraran
que la conmoción emocional era
mayor en los enfermeros.
Pero de alguna forma se sabía,
y quizá por esa razón se eligió
a una enfermera para dar voz
a los sanitarios.
Ese jueves, del mes de
julio aro López,
una enfermera supervisora del
Hospital de La Vall de Hebrón
dijo lo siguiente.
Hemos dado todo lo que teníamos,
hemos trabajado al límite
de nuestras fuerzas
y hemos vuelto entender, quizás
mejor que nunca,
porque elegimos esta profesión,
cuidar y salvar vidas,
aunque muchos compañeros tuvieron
que dar su propia vida.
Para ello, hemos cubierto
necesidades básicas y emocionales,
hemos sido mensajeros del último
adiós para personas mayores,
que morían solas, escuchando
la voz de sus hijos
a través de un teléfono hemos
hecho videollamadas,
hemos dado la mano y nos hemos
tenido que tragar las lágrimas.
Cuando alguien nos decía.
No me dejes morir solo según
esta enfermera;
muchos compañeros fallecieron en
el ejercicio de su profesión
y hubo otro homenaje a los
sanitarios que se habían contagiado
y muerto.
Sin embargo, a día de hoy no
hay cifras oficiales.
Según los medios de comunicación,
el pasado mes de noviembre ya había
muerto por más enfermeras
que en toda la primera
Guerra Mundial.
En la primavera de 2020 los equipos
de protección individual
escaseaban y el riesgo que corrían
los sanitarios, era palmario,
un año después cuando el suministro
de las famosas pies
adecuado.
Las explicaciones de por qué
se contagiaba sanitarios
son otras de las actualizaciones del
25 de marzo y del 17 de abril
del Ministerio de Sanidad.
Se afirma textualmente que los
sanitarios también podrían
haber contraído la infección
en la Comunidad
o en el centro sanitario en zonas
donde no utilizaban equipos
de protección.
Aunque los datos sobre cómo
están nuestros sanitarios
son todavía frágiles.
Los trabajos apuntan que a lo
largo y ancho del mundo
todos los enfermeros están sufriendo
más que otros sanitarios,
un artículo específico sobre la
salud mental de los sanitarios en Omán,
además de cuantificar las variables
psicológicas que ven en la pantalla,
afirma que las más afectadas son las
mujeres del personal de enfermería,
con edades comprendidas
entre 18 30 años.
No es el único estudio que arroja
este tipo de resultados.
Una reciente revisión sistemática
de una universidad ateniense
concluye que las enfermeras más jóvenes
son las más expuestas al
agotamiento emocional
no solo tienen un trabajo
de alto riesgo,
sino que la avalancha de
casos ha provocado
que muchas de ellas hayan tenido
que abandonar a sus pacientes
para atender a los enfermos, pero
la exposición al patógeno,
la falta de especialización, el
aumento de las jornadas de trabajo
o las la ausencia de
un soporte social
adecuado afecta a enfermeros
y enfermeras por igual,
las que, como explican los estudios
que sean las mujeres más
las más afectadas,
lo cierto es que la mayoría
no lo hacen,
pero hay un estudio que arroja que
propone una explicación que aquí
ofrezco en bruto para que cada uno
extraiga sus conclusiones.
Este mismo año
este trabajo explora el miedo a la
población general hongkonesa
y confirma que el miedo
entre las jóvenes
con menos estudios, y que
conviven con ancianos,
es mayor en que las mujeres
que entre los hombres,
porque ellas son más propensas
a las fobias,
por una intensificación
biológica femenina,
y para hacer esta afirmación
se apoya en bibliografía.
Muy bien.
Qué dicen los estudios a los
que se refiere este
es el primer artículo que cita,
tiene ya ocho años
y advertía de los sesgos de género
en la interpretación de los datos,
porque son los neurocientíficos los
que afirman que la activación
de la amígdala cerebral en los
hombres significa enfado,
mientras que las mujeres
significa miedo.
El segundo artículo es
aún más antiguo
porque tiene ya 15 años
y ya hace 15 años
alertaba de que los estereotipos de
los investigadores magnífica,
el hecho de que las niñas tengan
puntuaciones algo más elevadas
en el apartado de miedo, es decir,
en la interpretación de los datos,
las influencias culturales
de los investigadores juegan
un papel importante.
Pese a todos los errores,
imprecisiones o estereotipos
en la investigación.
Los resultados son contundentes
y durante esta pandemia
las sanitarias han estado más
expuestas a la ansiedad,
al estrés postraumático
o a la depresión;
contrariamente a lo que se pudiera
pensar, lo comunican menos
o al menos esto es lo que dicen
los responsables europeos
de un reciente estudio en
el que se han revisado
220 artículos sobre la salud
mental de los sanitarios.
Con todas estas evidencias en mente
con sus pros y sus compras,
después de un año de pandemia,
la conclusión es clara.
Las enfermeras no tienen
miedo, están enfermas.
Y qué han hecho ellas
durante este año?
Las enfermeras son conscientes
de que la percepción social
sobre la profesión es paradójica
de una parte.
La valoración general es positiva,
pero la población desconoce
cuáles son sus responsabilidades
y capacidades.
Hasta cierto punto es lógico,
porque en cada país tienen
una formación
y unas tareas diferentes.
Sin embargo, la investigación
ha demostrado
que las enfermeras bien preparadas
acortan el tiempo de hospitalización
disminuye el número de
eventos adversos
y, además, identifican
de forma temprana
las complicaciones en
atención primaria
diagnostican precozmente los
problemas de salud,
mejora la adherencia a tratamientos
farmacológicos
y no farmacológicos la dieta,
el ejercicio al abandono del tabaco
y alcohol por ejemplo,
y, además, potencian la calidad
de la atención sanitaria
porque acuden a los domicilios de
los pacientes crónicos complejos
y de los grandes dependientes
en pleno confinamiento,
cuando nadie podía salir
de sus casas,
excepto para ir al supermercado
o a un centro de salud.
Las enfermeras de nuestra región
seguían yendo a las casas de
quienes las necesitaban,
porque saben que una buena atención
de enfermería ayuda
a disminuir las tasas de mortalidad.
La sociedad le debe mucho
a las enfermeras.
Las farmacéuticas también,
cuando llegaron los primeros
viales de la vacuna
de a principios de este año en
enero la compañía calculaba
que se podía vacunar a un máximo
de cinco personas
por cada fresquito, las
enfermeras españolas
sacaron una dosis más en enero
el lío fue mayúsculo.
La Agencia Europea del Medicamento
se vio obligada a reconocer que con
la aguja y jeringa adecuada
se podía sacar una dosis más.
Así es que la compañía farmacéutica
cambió la ficha técnica
y decía que empezó a contabilizar.
En cada que en cada vial
había seis dosis,
la multinacional se ahorró mucho
dinero gracias a la pericia
de las enfermeras de nuestro país,
porque fueron las enfermeras
españolas las que dieron
las que descubrieron que
había una dosis más,
aunque las enfermeras
están exhaustas,
ahora la vacunación depende de
ellas y su aceleración es
una realidad palpable.
Sin embargo, nuestros miedos
en este momento
en el mes de abril son otros.
Parece que tenemos más miedo al
suero que puede salvarnos,
a la propia enfermedad.
Si en enero
algunas voces se alzaban en contra
de una vacuna de mensajero
que introducía un chip para una
enfermedad transmitida
por una red de cinco g o algo así,
algo así ahora, en abril,
algunos quieren elegir
qué vacuna le ponen.
Es decir, las enfermeras están
física, psicológica
y emocionalmente agotadas,
y vamos nosotros ahora
y nos ponemos pinos porque
queremos elegir la mar
en serio.