Realizamos el estudio del esqueleto del miembro
pelviano de forma similar al torácico, de proximal
a distal. Y comenzamos el estudio por el hueso
coxal, el hueso más proximal del miembro pelviano.
Nos integra el esqueleto zonal de este miembro. Se
trata de un hueso integrado por tres huesos que se
fusionan de forma muy temprana. Estos tres huesos
son los que podemos apreciar aquí en el coxal del
esqueleto. En primer lugar, un hueso de proyección
craneal y dorsal y corresponde al hueso ilion.
Otro hueso de disposición ahora ventral
y caudal que corresponde al hueso isquion.
Y un tercer hueso que queda más oculto, también
dispuesto aquí ventralmente pero algo más craneal,
que corresponde al pubis. Estos tres huesos, como
decimos, no se integran de forma conjunta el coxal.
Para analizarlos en detalle vamos a utilizar
un coxal aislado como el que tenemos aquí
sobre la mesa. Esta es la posición del
coxal y vamos a empezar analizando, en
primer lugar, el hueso ilion. El hueso
de ilion presenta en su zona más caudal
lo que corresponde al cuerpo del ilion. Un cuerpo
que, como vemos, es en esta zona más estrecho y que
posteriormente, al desplazarnos en sentido craneal
y dorsal, este hueso ilion va aumentando en anchura.
El cuerpo del ilion nos va a formar parte,
como comentaremos posteriormente, del acetábulo.
El cuerpo del ilion se proyecta en sentido
craneal y dorsal para extenderse en lo que
conocemos como el ala del ilion. Esta expansión ósea
corresponde al ala del ilion. Como vemos, se trata de
una superficie ósea amplia para fijación muscular.
El ala del ilion está delimitada cranealmente
por la cresta ilíaca. Esta cresta ilíaca se
proyecta medialmente en la tuberosidad sacra,
una tuberosidad que queda muy próxima al
sacro. Hacia lateral, la cresta ilíaca termina en
la tuberosidad coxal. Ambas tuberosidades, sacra
y coxal, son relieves palpables desde el exterior
Entre el cuerpo del ilion, la cresta ilíaca
de las dos tuberosidades descritas queda
delimitada la cara glútea de este ala del ilion.
Una cara, como vemos, muy amplia, de fijación
muscular correspondiente a toda la musculatura
glútea. En el borde dorsal del cuerpo encontramos
la escotadura ciática mayor. Esta escotadura ciática mayor
se extiende desde la tuberosidad sacra hasta
la espina ciática, un accidente dispuesto dorsalmente
al acetábulo. Repito, la escotadura ciática
mayor delimitada entre la tuberosidad sacra y la
espina ciática. Esta escotadura nos va a conformar
los límites del agujero ciático mayor por donde
se exterioriza el tronco ciático. Si observamos
ahora el hueso ilion en visión craneal y medial
podemos apreciar cómo desde el cuerpo del ilion,
en este borde craneal y medial, se dispone un
relieve que conocemos como la línea arqueada
que recorre esta cara medial del cuerpo del
ilion. La línea arqueada está interrumpida por
el tubérculo del músculo psoas menor que vemos aquí,
una zona más engrosada. Es el punto de inserción
del músculo psoas menor. Este punto de inserción
del psoas menor, junto con el del lado contrario,
nos permiten trazar el diámetro transverso de la
pelvis para poder cuantificar la anchura de pelvis.
Si continuamos en sentido dorsal, vemos cómo el ala
del ilion presenta ahora la cara sacropelviana.
Es la cara opuesta a la cara glútea. Esta cara se
dispone hacia la cavidad pelviana. Destaca en esta
cara sacropelviana la presencia de la cara auricular,
una cara auricular que ofrece el ilion para
articularse con el sacro. Aquí tenemos el sacro
y esta es la posición de esa articulación con
el sacro, la articulación sacroilíaca. Las caras auriculares de
ambos huesos, del hueso sacro y del ilion
para formarnos esa articulación.
Si dirigimos la atención ahora hacia el isquion,
tenemos que mencionar el cuerpo del isquion
dispuesto en la zona más craneal de este hueso.
Y formándonos también parte del acetábulo.
El isquion se proyecta hacia caudal para
terminar en la tuberosidad isquiática, otro
accidente que es palpable desde el exterior.
En su recorrido, el cuerpo del isquion nos
delimita otra escotadura, una escotadura que
denominamos ciática menor, entre la
tuberosidad isquiática y la espina ciática.
Escotadura ciática menor que
establece límites del agujero ciático menor
Además, el isquion se extiende, en una visión dorsal
lo apreciamos con claridad, se extiende hacia
medial en lo que conocemos como la tabla isquiática.
La tabla isquiática. Esa tabla isquiática
continúa en sentido craneal como rama
del isquion. Tanto la tabla isquiática como
la rama del isquion tienen una cara sinfisaria
para contactar con con el isquion contralateral
en el lado contrario. Además, tanto el cuerpo
como la rama del isquion nos establecen
límites del agujero obturado, este agujero que
apreciamos en el suelo de la cavidad pelviana.
Entre los dos isquion, entre las
dos tuberosidades isquiáticas,
nos queda un espacio que es lo que
conocemos como el arco isquiático.
Si dirigimos ahora nuestra atención hacia el
tercer hueso que integra el coxal, tenemos que
buscar una visión ventral. Se trata del
pubis. El pubis presenta también un cuerpo
que, de nuevo, se relaciona con el acetábulo, el
cuerpo del pubis. De él arranca una rama craneal
en la que vemos en su borde craneal dos salientes
óseos, un saliente que conocemos como el pecten
y más lateralmente, la eminencia iliopúbica. Pecten y
eminencia iliopúbica son dos salientes del borde
craneal de la rama craneal del pubis. Además,
el pubis presenta una rama caudal que dirige
su trayecto en sentido caudal para terminar
uniéndose a la rama del isquion. Esta rama
caudal del pubis tiene una cara sinfisaria para
unirse con la rama del lado contrario, del pubis
del lado contrario, El pubis, junto con el isquion,
establecen los límites del agujero obturado.
Además, en el caballo, la rama craneal vemos
cómo está surcada por una depresión que
corresponde al surco del ligamento accesorio
del fémur, un ligamento propio de esta especie.
Analizados los tres huesos de forma separada,
vamos a hacer mención a algunos de los detalles
que conforman el acetábulo. El acetábulo
es la cavidad donde se adapta la cabeza
del fémur para formarnos la articulación de la
cadera o articulación coxofemoral. Esta cavidad,
como vemos uniformemente cóncava, está
delimitada por un borde que conocemos como
el borde del acetábulo. Este borde del acetábulo
está interrumpido en un punto que corresponde a
la escotadura del acetábulo. En el interior
de la cavidad vemos una cara semilunar
que corresponde a la cara articular. A la cara
articular. En el centro de la cavidad queda una
depresión que es la fosa del acetábulo, punto de
fijación del ligamento de la cabeza del fémur.
En posición dorsal al acetábulo ya hemos
comentado que se dispone la espina ciática,
también integrada entre el isquion y el ilion,
y formando parte de los límites de las escotaduras.