Idioma: Español
Fecha: Subida: 2010-09-10T00:00:00+02:00
Duración: 3m 09s
Lugar: Espinardo - Facultad de Veterinaria - Sala de Necropsias
Lugar: Curso
Visitas: 5.985 visitas

Abertura de la cavidad pelviana y complejo óseo pelviano

Cavidad pelviana - Necropsia de pequeño rumiante

Transcripción

Se procede, a continuación, a la extracción del sistema urogenital completo, para lo cual, en primer lugar hay que localizar la estructura de la cavidad pelviana y retirar una pieza ósea, sin la cual no se podría hacer la maniobra de abordaje de estos órganos. No hay ningún inconveniente en retirar la musculatura que nos impide ver el punto de referencia. Se sitúa sobre los agujeros obturados, son aquellos que vamos a emplear como referencia y una vez eliminada, procedemos a su localización. Los agujeros obturados son simétricos, se encuentran a un lado y a otro de este complejo óseo. La maniobra de liberación de esta pieza ósea consiste en practicar dos cortes craneales simétricos a los agujeros obturados y dos cortes caudales, con el objeto de retirar la pieza ósea. Una vez localizados los agujeros obturados y en este caso, puestos al descubierto al eliminar toda la musculatura y tejido colectivo que lo recubre, pues encontramos las líneas de referencia, que reiteramos que son dos cortes craneales y dos cortes caudales. Localizado el relieve óseo a eliminar que sería la distancia menor entre ambos dedos Cortamos con sierra, que va a producir un corte limpio. Los cortes son simétricos y convergentes cranealmente no son paralelos a la línea media, sino convergentes cranealmente o divergentes si los consideramos caudalmente. Primer corte bilateral en este caso anterior al agujero obturado. Segundo corte también simétrico y bilateral, localizamos las zonas donde el relieve óseo es menos ancho y cortamos. Se trata de un corte convergente caudalmente o, en este caso, divergente cranealmente. Insisto, no son cortes paralelos siempre buscando la zona donde es más estrecho hueso sobre el que tenemos que trabajar. Se ha desprendido la pieza ósea, como se puede observar. Pero con esta maniobra no finaliza ni se puede abordar adecuadamente la extracción de los órganos de la cavidad pelviana. Cortada la pieza ósea, según las referencias anteriormente citadas, desprendido el conectivo que la rodea, así como la posible grasa, en este caso procedemos a la retirada de ese fragmento óseo.

Intervienen

Juan Seva Alcaraz
Miguel Angel Gomez Sanchez
Serafin Gomez Cabrera

Realizadores

Maria Inmaculada Lopez De Molina Martinez

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Serafin Gomez Cabrera

Comentarios

Nuevo comentario

Serie: Cavidad Pelviana (+información)

Necropsia de pequeño rumiante