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El paladar blando, del que ya hemos hablado algo en anteriores vídeos, es una estructura muy móvil debido a que presenta ciertos músculos que intervienen en esa movilidad. Comentábamos en un vídeo anterior cómo el paladar blando está formado por fibras propias que forman el músculo palatino. Un músculo palatino que al contraerse tensa y acorta ese paladar blando. Pero el paladar blando también va a tener la capacidad de elevarse y de tensarse por otros músculos que acceden a él. En esta preparación donde se ha retirado la mandíbula del lado derecho, podemos apreciar el trayecto del estilohioides y, al retirar todo lo que es el músculo pterigoideo medial, justamente por debajo de la apófisis pterigoides, observamos el trayecto de este músculo. Ese músculo que observamos lateralmente, en esta zona, corresponde al músculo tensor del velo palatino. Si levantamos ese músculo, debajo hay otro más pequeño que constituye el músculo elevador del velo palatino. Ambos músculos, tensor y elevador, se originan en una zona estudiada en Osteología, que corresponde a la zona de la apófisis muscular y de lo que es el canal músculo tubárico. También afecta a lo que sería el hueso pterigoideo. Los dos músculos, desde esa zona de origen, van a insertarse en el paladar. Destacar que en el caso del tensor del velo palatino, su tendón marca una especie de polea en torno al gancho pterigoideo. Si recordamos esta estructura en Osteología, existe un pequeño surco a nivel de este hueso por donde discurre el tendón antes de fijarse a lo que es el velo palatino. En una preparación o en una disección hecha por la cara medial donde se ha retirado gran parte de la lengua donde se observa la sección del paladar duro, la sección del paladar blando, podemos ver perfectamente el recorrido que hace el músculo elevador del velo palatino. Este músculo elevador del velo palatino, como hemos visto en la anterior preparación, queda en situación medial al músculo tensor.