Idioma: Español
Fecha: Subida: 2021-07-16T00:00:00+02:00
Duración: 23m 41s
Lugar: Curso
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Prof. Beatriz Domínguez-Gil

Covid-19 impact on the Spanish Transplant System. Up-to-date 2021.

Descripción

Cell Therapy 2021 Summer Course

Transcripción (generada automáticamente)

En primer lugar, me gustaría agradecer a los organizadores de este curso de verano sobre terapia celular su invitación a participar, muy en particular al doctor José María Moraleda, muy hablar del impacto que ha tenido la pandemia de covid 19 en el programa de donación y trasplante de órganos, y también me refirió a los progenitores en nuestro país. Todos conocemos el impacto que ha tenido la pandemia de covid 19 en España. Sabemos que somos uno de los países con mayor número de casos y mayor incidencia acumulada por 1.000 habitantes. También conocemos la mortalidad relacionada con las plazas nuestro país, con una tasa del uno por 100 en el momento actual y con un importante número de profesionales sanitarios afectados a lo largo de la pandemia y a través de sucesivas olas hemos visto cómo se ha producido un importante colapso de nuestro sistema sanitario, una saturación de nuestra capacidad de atención a pacientes críticos, por supuesto, nada comparable con lo vivido en la primera ola, a pesar de que fuimos capaces de aumentar nuestra capacidad de críticos en un 300 por 100 para hacer frente a una crisis sanitaria sin precedentes. La situación fue tal. Incluso la Sociedad Española de Medicina Intensiva tuvo que emitir recomendaciones para guiar a los profesionales en la difícil toma de decisiones a la hora de asignar recursos de críticos, que resultaban escasos para atender a un número exponencialmente creciente de pacientes, covid 19 en situación crítica, situación grave por supuesto. Esto ha tenido un impacto también importante. En el programa de donación y trasplante de órganos, que tiene lugar en actividad y tienen lugar fundamentalmente en cuidados intensivos, si nosotros comparamos la actividad de 2020, los 19 vemos que en donaciones de personas fallecidas ha masiva del veintitres por 100, en la donación de vivo el descenso ha sido del veintiseis por 100 en la actividad trasplantadora el 19 por 100. No obstante, en esta área positiva se contienen mensajes positivos que es importante transmitir, puesto que ponen de manifiesto la capacidad de resistencia y la capacidad de adaptación del programa de donación y trasplante en España. Acabamos el año 2020, con 37 con cuatro donantes por 1.000.000 de habitantes y 93 con tres trasplantes por 1.000.000 de población, tasas de actividad, que superan con creces lo logrado por cualquier país de nuestro entorno. En época pandémica, además, les invitó a ver estos gráficos en la parte izquierda del área positiva, la de arriba y la de donación de órganos; la de abajo, actividad de trasplante de órganos, de naranja. El transcurso de la actividad por meses de donación de órganos de personas fallecidas en 2020 versus el azul, 2019, ven cómo se produjo un colapso de nuestra actividad en los meses de marzo, abril y mayo, en coincidencia con esa primera ola, la que antes me refería. Como a partir del mes de junio logramos un ritmo de actividad que se aproxima, si bien todavía no alcanza lo registrado en un año de récord, como fue el año 2019, lo mismo sucedió con la idea de trasplantes. Se produce un descenso dramático de la edad en los meses de marzo, abril y mayo, pero posteriormente se recupera un ritmo muy razonable de actividad, lo que pone de manifiesto nuestra capacidad de aprender a convivir con esta situación pandémica. No obstante, fíjense cómo todavía en el año 2021 de alcanzar los registrados en ese año de referencia, como es el 2019, tiene en donación, aumentamos aspecto al año pasado, pero estamos todavía un 24 por 100 por debajo de 2019, lo mismo sucede en la andadura. Por lo tanto, nos hemos recuperado, haga esta situación, pero todavía estamos lejos de recuperar nuestra actividad previa a 2010. Ha en la lista de espera, pues fíjense que cuando acabamos el año 2020 terminábamos un número de pacientes en lista de espera para trasplante inferior, curiosamente inferior al número de pacientes que teníamos en lista en el año anterior, y esto porque es bueno, pues no se ha producido un incremento, afortunadamente importante en el número de pacientes fallecidos en mixta, si ha habido un mayor número de pacientes que se han excluido de lista de espera, porque había empeorado extraordinariamente su situación clínica. Pero lo que es más importante es que se produjo un descenso muy llamativo en el número de pacientes que se incluían lista de espera para trasplante, y fundamentalmente, durante la primera ola. Estos pacientes, probablemente por la Primaria y las actuaciones, medicina especializada, no accedieron en el tiempo apropiado a lista de espera para trasplante, y aquí se encuentran fundamentalmente nuestras víctimas colaterales de la pandemia. Qué ha ocurrido en el ámbito de trasplante de progenitores y éticos? Pues la verdad es que han sufrido menos este programa que el trasplante de órganos por nuestra capacidad de congelar productos de crío preservar y de programar o de reprogramar los trasplantes, que se podrían retrasar hasta que la situación epidemiológica mejorara de tal forma que el trasplante de progenitores y éticos fíjense que solo se ha producido un descenso del dos por 100 un descenso en general es muy razonable en el número de el porcentaje o en el número de procedimientos, con un cuatro por 100 de descenso y en el número de trasplantes un descenso del dos por 100. Por lo tanto una una edad extraordinariamente razonable atendiendo a la situación epidemiológica de nuestro país y en cuanto a la donación terminamos el año 2020 con más de 431.000 donantes registrados, con 30.600 nuevos donantes inscritos a lo largo de 2020 con un nivel de autosuficiencia del veintiseis por 100 por tanto, aproximando a los objetivos que habíamos marcado para el año 2000 veintidos. Por lo tanto, el programa de trasplante de progenitores y éticos, realmente por por por sus características y por el esfuerzo realizado por todo el sistema, aguantado de forma mejor el impacto de la pandemia, el programa de donación y trasplante de órganos. Volviendo a este segundo programa, cuál es, cuando nosotros tenemos que hacer frente a la pandemia durante la primera ola la verdad es que no teníamos referencias. Los países asiáticos no habían proporcionado información sobre cómo era conveniente gestionar este programa. En la zona, la pandemia Italia sólo nos llevaba dos meses de ventaja y, por lo tanto, tuvimos que pensar cuáles eran los obstáculos que nos podía imponer la pandemia y tratar de buscar soluciones. Para superar estos obstáculos, por una parte, éramos conscientes de que sobre todo en las semanas más críticas se podía producir un descenso en la potencialidad de donación, porque por razones todavía poco claras se estaba produciendo una reducción en el número de pacientes con daño cerebral catastrófico. Ingresaban en los hospitales, y, sobre todo aquellos que acudían a la uci desde la perspectiva de la donación con todos los profesionales de críticos trabajando por los pacientes covid 19. Probablemente nos producía una notificación sistemática de posibles donantes al ordenador o el coordinador, no activaba el proceso del hospital o teníamos potenciales donantes que teníamos que indicar la donación por patología, y nos encontramos sobre todo en las semanas más críticas, numerosos problemas en el ámbito del trasplante. Nos enfrentamos a la palabra miedo. La red trasplantadora se planteaba si era adecuado trasplantar en un entorno de transmisión comunitaria sus ida y, sobre todo cuando no estaban bien establecidos, los libres en los cuales también en algunos casos la propia dirección del centro decidió suspender temporalmente la andadura por la situación de saturación en los hospitales. Hubo exclusiones de lista de espera por covid, incluso pacientes rechazaban, trasplantar en estas circunstancias y, como en otras actividades, nos encontramos con muchos problemas de personal, pero la fortaleza no viene de lo que nosotros sabemos hacer, sino de tratar de superar esos obstáculos. En un momento determinado considerábamos que era imposible superar nosotros. En este Brin Stormy, compartido con ustedes, tratamos de ver de esos problemas cuales eran solucionarlos. Desde el principio tuvimos muy claro que teníamos que dar unos estándares muy claros para la evaluación y selección de donantes y receptores; con respecto a la infección causada por chasco, nos tuvimos un comité asesor que nos ayudó a desarrollar estas recomendaciones y actualizarla, sin función, según aumentada nuestro conocimiento. Con respecto a la infección causada el Bursaspor, esos son los estándares de selección del donante que aplicamos en el momento actual. Lo primero que nos planteamos si hay un diagnóstico previo ni si no lo hay, nos planteamos si hay sospecha clínica de comida y va; si hay una sospecha, se descarta directamente la donación; si no la hay, realizamos un cribado universal para sars CoV dos en función del resultado, en términos generales, y el resultado es positivo descartamos la donación, y si es negativo la donación, pero nuestro gran problema o los cambios que hemos tenido que ir adaptando progresivamente son los relativos a proceder. Cuando tenemos un donante, un diagnóstico previo, en el momento actual deberíamos la donación, y eso sí si se cumplen criterios de curación clínica, más de 14 días, sin síntomas, y más de 72 desde el inicio de los síntomas y más aerosol horas sin, sin además, hasta hace muy poquito tiempo, exigía el cribado fuera negativos clínica y curación microbiológica pero, conscientes de que hay personas que pasan la enfermedad y persisten positiva en el momento actual, ante un paciente, ante un potencial donante, que ha pasado la criterios de curación clínica en caso de posibilidad para a veces, hacemos una valoración individualizada riesgo y el cribado, ya lo han deducido de la presentación, lo hacemos pcr, preferimos muestra del tracto respiratorio y muestra, tenemos que obtener las 24 horas antes de la donación y la muestra del tracto respiratorio inferiores obligatoria en caso de donación pulmonar intestinal. El abordaje es parecido en el donante vivo. Hacemos un cribado de manera sistemática y, si pospone la donación, si existe confirmación microbiológica o alta clínica hasta que se cumplen criterios clínicos de curación clínica, idealmente microbiológica. Igual que exigimos para un fallecido en el trasplante o. En el paciente trasplantado de la misma manera se hacía un cribado por pcr, el tracto respiratorio antes del trasplante, y el trasplante se posponen, si hay alta sospecha clínica o confirmación microbiológica hasta que se cumplen criterios de curación en este caso, y exigimos días de los síntomas más de siete días sin síntomas, e idealmente pcr negativa, pero ante una pcr positiva, también haríamos una valoración individualizada riesgo. Es importante decir que desde que comenzó la pandemia, a pesar de que se han realizado en el mundo miles de trasplantes de órganos de tejidos y de progenitores y éticos, solo se ha publicado un caso de transmisión de la infección a través de un trasplante, y, en concreto, de un trasplante pulmonar, curiosamente el donante había resultado negativo Faris o para retrospectivamente, se identificó el lavado Broadway Broadway violar el donante, presentadas positividad para peces o, además con un umbral de ciclo de nueve del umbral de ciclo bajo, lo que significa alta carga viral. Los propios autores terminan huyendo una donación pulmonar, el cribado, de hacerse como tracto respiratorio inferior. Algo está establecido en nuestro país desde prácticamente el inicio de la pandemia experiencia tenemos con la utilización de órganos donantes que han pasado la y cuáles son los criterios que seguimos. Como nos comentaba antes, exigimos una clínica e idealmente curación microbiológica pero, en caso de persistencia de la pcr, la posibilidad para, por pcr, decidimos o no proceder con la donación, atendiendo a la gravedad del episodio, asumimos menos riesgo, sino ha exigido ingresos hospitalarios, y de los síntomas, umbral de ciclo de la pcr, asumimos escaso riesgo; si es superior a 30 también atendemos a las ideologías, se ejerce ya sí con una pcr positivas y con el trasplante, exigimos, consentimiento, informado específico, monitorización de ese receptor y notificación de la evolución a la que hasta el momento hemos realizado 87 trasplantes de donantes, que habían pasado la obra, de los cuales cinco se han realizado con órganos o nidos de donantes, que persistían una pcr positiva y no se ha notificado ninguna reacción adversa, ningún problema en el receptor atribuible a esta. Este es un caso, el primer caso de un trasplante a partir de un donante que había pasado la Obi y persistía una pcr. Iba a un cuadro sintomático. Había transcurrido más de uno de los síntomas. El umbral de la carrera positiva obtuvo consentimiento informado de la receptora, estaba en una situación crítica, la receptora cardíaca y a día de hoy, está por supuesto, viva funcionando sin ninguna sospecha clínica o microbiológica de transmisión de la enfermedad, ni tampoco si nuestro segundo pilar para la reconstrucción del programa ha sido generar evidencia. Teníamos que saber si los estándares eran los adecuados y conocer cuál era el impacto de la enfermedad en los pacientes trasplantados. Acabamos de publicar nuestra experiencia de información. Recopilar información, pantanos, que han desarrollado la ahí puesto que iniciamos una recogida centraliza la información, desde el principio de la pandemia que a lo largo de 2020 se han notificado a las 1.634, trasplantes de órganos que han desarrollado la nueve casi todos más de 1.000. De estos receptores son receptores de órganos renales. Con respecto a la incidencia de la enfermedad, la incidencia acumulada 31 de diciembre era del tres con nueve por 100 en los trasplantados de órganos sólidos, en comparación con cuatro con uno por 100 en la población general. Por lo tanto, analizado todo el año 2020, concluimos que la incidencia acumulada y el riesgo aparente de transmisión de la enfermedad en este colectivo de pacientes no es mayor el descrito en la población general características tienen los pacientes trasplantados, la inspecciones hay seis por 100, son varones, mediana edad, de 61 años, y lo importante es que normalmente transcurre un largo lapso de tiempo entre el trasplante y la infección. Una mediana de 71 meses. Solo el dos con cuatro por 100 de los pacientes adquirieron la decepción en el primer paso fíjense que el 11 por 100 de los casos han sido nosocomiales adquiridos en el contexto de brotes hospitalarios y muy importante no ha habido ningún caso confirmado de transmisión de la enfermedad a partir. Cuando nosotros comparamos el abordaje terapéutico de la covid 19 en pacientes trasplantados de órganos. La primera ola definida, como los casos reportados o diagnosticados, Julio Versus, una segunda ola después del 13 de julio de que prácticamente ha desaparecido en la utilización de terapia antiviral terapia, un supuesto antiviral del 82 por 100, ha pasado al ocho por 100, abandonando sus negros. Y quina? Quina de inhibidores de la propia sal y sólo ha asumido discretamente la utilización de Spirit? El tratamiento modulado? Sin embargo se ha utilizado en las dos olas, en aproximadamente la mitad de los pacientes esto ha consistido fundamentalmente en el uso de aires, se han producido importantes cambios en el manejo de la inmunosupresión, pero muy importante en la segunda ola. La modificación de la supervisora, basal, ha sido menos frecuente que en la segunda ola y el cambio más frecuencia ha sido la retirada o el descenso en la dosis de metabolitos fundamentalmente cuál ha sido la evolución general de la serie desde que la mortalidad ni rápido ha sido del 21 por 100. Esta letalidad es supera claramente la variedad de la población general, pero cuando la ajustamos por edad y sexo de la población general se reduce al 12 por 100. Viene a decir que la mayor, la letalidad y despedimos a los pacientes trasplantados en comparación con la población general probablemente se debe en gran medida a sus características demográficas, a lo que deberíamos sumar la carga de morbilidad, que desgraciadamente no medimos. La recogida edad. Es importante ver cómo ha disminuido la mortalidad en la primera segunda, o la que ha pasado, del veintiseis al 17 por 100, un descenso significativo, sin embargo, nuestra impresión es que este descenso en mortalidad se debe a nuestra capacidad de diagnosticar casos asintomáticos -olivos sintomáticos, en la segunda ola, ver sus aulas es una reducción aparente de la mortalidad; de hecho, cuando hemos analizado la letalidad en pacientes, que requirieron ingreso hospitalario, fíjense cómo se encuentra en torno al 30 por 100 solas y cuando analizamos exclusivamente la mentalidad de los pacientes, ingreso y es una mortalidad muy elevada, del 54 el 66 por 100, en la primera, versus la segunda ola, respectivamente los pacientes más graves. La letalidad no ha disminuido cuando hemos hecho un análisis y variados actos relacionados con la letalidad. Fíjense, el haber sido diagnosticado en la primera ola se comporta como un factor de riesgo, en un 47 por 100, pero cuando repetimos este análisis, muy variado en los pacientes hospitalizados y también en los pacientes ingresados en uci, como posteriormente la fecha de diagnóstico pierde su valor como factor protector o como factor de riesgo. Este es el análisis en pacientes hospitalizados, y este es el análisis en los pacientes ingresados para que tengan una idea de lo ocurrido en los receptores de progenitores. También hemos observado a lo largo de las consolas, un descenso importante, la letalidad del 19 al seis por 100, este descenso de letalidad lo hemos observado tanto en los pacientes recibían un trasplante, auto -logo, como un trasplante, pero nuevamente este descenso en la paridad es aparente, y tiene que ver con nuestra capacidad diagnóstica, mayor en la segunda ola, en comparación con la primera ola de la pandemia. En cualquier caso, lo que está claro es que este colectivo es un colectivo vulnerable y por eso es uno de los grupos de pacientes que se han priorizado. La estrategia nacional de vacunación, frente al Covid 19, por precisamente por su mayor vulnerabilidad a la infección causada por este virus en el momento actual ya se están viviendo experiencias sobre cuál es el de una vacuna de las vacunas en pacientes de órganos y, desgraciadamente, su capacidad de respuesta, medida en términos de anticuerpos es menor en la población general, pero ya tenemos alguna evidencia de que la administración de una tercera dosis de recuerdo podría mejorar la protección de los pacientes trasplantados de órganos. Esto es una serie recientemente publicada de 101 receptores trasplante de órganos sólidos, que recibirían una tercera dosis de la vacuna; errónea mensajero, frente a sars CoV dos fíjense cómo la tasa de respuesta a medida por anticuerpos pasa el 40 por 100 antes de la tercera, dosis al 68 por 100 al mes, de administrar los refuerzos y también aumenta de forma significativa la el título de cuerpos en serie. Por lo tanto, probablemente es una estrategia, podría valorar si en el futuro inmediato y, finalmente nuestra tercera tercera estrategia para adaptarnos. Ha sido una gestión adecuada de los programas de manera adaptada a la situación epidemiológica. Nuestro mensaje ha sido muy clara, muy claro. El trasplante de órganos, en particular, es un procedimiento esencial que tiene que tener carácter urgente, no memorable y, por tanto, la decisión de si no una donación y trasplante debe ser una decisión local adaptada a la situación del centro. En un momento articular, llegado y galos a una situación de sobrecarga, lo que quiere decir el cine como un escenario epidemiológico 4, aquí vamos a priorizar donación de órganos de donante sinónimos de donantes o más, y el trasplante de pacientes urgentes en situación crítica y les detrás a los pacientes pediátricos, o los lados. Pero superar este escenario epidemiológico rápidamente tenemos ya iban tan todos los procesos de donación y todos los este sistema de gestión muy simplificado es el que nos ha permitido adaptarnos al escenario tan complicado. Todavía seguimos bien, terminó con una una frase que siempre y cuando hablo de la covid 19 es la relativa a la colaboración, la colaboración de todos los profesionales de todos los grupos, de todas las administraciones, que ha sido una de los grandes valores añadidos o uno de los efectos positivos de esta pandemia con esta frase de Lyndon Johnson, que siempre leo al revés y que decía que muy pocos problemas que podamos resolver por nosotros mismos. Pero no hay problema que no podamos resolver. Muchas gracias por su atención.

Propietarios

Ana Gimenez Cayuela

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