Música viene de Musique
una palabra griega
que hace referencia al producto
de las musas días
de la mitología griega y la música
implicaba una unidad entre poesía,
entre texto cantado y acompañamiento
instrumental.
Podemos entender la música como
un arte como lenguaje
o incluso como una ciencia.
Por ejemplo, la definición
más usual de música
dice que es el arte de combinar
los sonidos en el tiempo.
Igual que el lenguaje hablado tiene,
la acepta, la música también
también la tienen.
Los elementos fundamentales
que componen la música
son la melodía, la armonía y el
ritmo a través de la música
se expresa eso, que el ser humano
tiene como identidad
que el poder ser hacer arte.
No se conocen pueblo,
una civilización,
una cultura donde no se haga música,
donde no se cante a los niños
para calmarlos, donde no se
acompañen a los difuntos con cantos fúnebres.
No hay humanos sin música igual que
no hay humanos sin lenguaje.
Si se dice que el que canta su mal
espanta será porque la música
actúa sobre nuestras emociones
y sobre todo nuestros es
la percibimos con todo el cuerpo,
no solo a través del oído
y produce una reacción instantánea
en el estado de ánimo,
pero además de proporcionar placer
tienen otros muchos efectos
que se pueden demostrar
científicamente.
La música afecta a la química de
nuestro cerebro, por ejemplo,
cuando nosotros escuchamos una
música agradable agregamos,
dopamina que uno de los
neurotransmisores del cerebro
está relacionado con
el placer estudio,
nos dicen que la práctica musical
favorece el aprendizaje
de la lengua.
De las matemáticas
la expresión emocional nos ayuda
a la atención selectiva,
fortalece nuestra memoria nuestra
capacidad de aprendizaje,
con lo cual completa mucho.
Todas las funciones más sensoriales,
más racionales y más conductuales;
hay personas que dicen que es uno
de los aspectos más importantes
de su vida, uno de los aspectos
más placenteros
y esto evidentemente tiene, tiene,
tiene efectos en la salud.
Su investigación principal
intenta entender las bases
funcionales y neuronales de la música
y para ello lo que usamos es
técnicas de neuroimagen funcional.
En concreto, la resonancia
magnética funcional
y entre lo que hemos realizado
en los últimos años
ha sido estudiar una población
específica
de personas sanas las que
no les gusta la música
es una condición que nosotros
denominamos musical específica
y que se dan un tanto por 100 de
la gente relativamente baja,
un tres con cinco por
100 de la población
de personas que simplemente
cuando escuchan música
no sienten ningún tipo de emoción
en estas personas.
Realmente el circuito de recompensa
no se activa para la música,
se activa para otras
otras recompensas,
como por ejemplo, el dinero o
recompensa a ese tipo monetario,
porque habría una reducción
en la conectividad
entre las áreas de procesamiento
preceptivo de la música
y las áreas del circuito.
En mi estudio hemos utilizado
resonancia magnética,
tanto funcional como estructural,
para estudiar los cambios
que el aprendizaje musical puede
dejar en la red por defecto
una de las redes a gran
escala del cerebro.
Para ello hemos cogido dos grupos,
un grupo experimental,
integrado por músicos, con más de 10
años de formación musical de academia
y un grupo control con personas
no instruida musicalmente.
Hemos estudiado la red, tanto
en estado de reposo
como durante la realización
de tareas,
concluyendo que la red por defectos
se modifica tanto
en su funcionamiento como
en su conectividad,
a consecuencia del estudio o
del entrenamiento musical
a largo plazo.
Teniendo en cuenta todos estos
beneficios de la música,
queda claro que su presencia
es fundamental
durante todas las etapas
de la educación,
desde los más pequeños hasta
los futuros maestros
y profesores.
Gracias a las nuevas tecnologías
ahora es un poco más fácil
acercar la música a las aulas.
Nosotros trabajamos en lo que se
llama didáctica de la música,
es decir, en enseñar música o
enseñar cómo trabajar la música,
a los futuros profesores y a que
la tecnología lógicamente,
cambia muchas cosas.
Nos ayuda, por ejemplo, a definir lo
que llamamos un diseño universal
de aprendizaje.
Desde el principio vamos a elaborar
nuestra programación dando
por supuesto que vamos a
encontrarnos con una diversidad funcional,
y para eso la música es perfecta.
Cuando uno hace música está haciendo
algo más que música,
se está trabajando en la memoria,
están trabajando facultades generales
como la memoria, la imaginación,
la capacidad de atención,
es decir, en ese sentido la música
se puede considerar
una asignatura engrasador
del currículo,
que va a ayudar al posterior
abordaje de otras asignaturas.
El gran logro es conseguir
hacer música,
no solamente estudiar música.
El trabajo desde el Área de
Didáctica de la expresión musical
está directamente conectado con
la práctica de los maestros
y maestras va enfocada a implementar
metodologías,
diseños didácticos, recursos
didáctico que, por un lado,
puedan favorecer el aprendizaje
de la música en sí mismo
como materia como asignatura y que
también aporten nueva manera
de conectar, de vincular la música
con diferentes áreas,
como puede ser aprender contenido de
ciencia a través de canciones
o de cuento musical, cuentos
enriquecidos,
con sonido, con con efectos sonoros,
con canciones que puedan aprender
de forma competencial.
Esas materias con ayuda de
la educación musical.
Alonso.
Una de las líneas de investigación
en la que trabajamos son instrumento
y que un instrumento, un
instrumento clásico,
que viene ampliado y mejorado
por la tecnología,
que te permite hacer más cosas
que usamos las chicas
para hacer al ordenador e
interactivos, con, con la música,
pero de forma inteligente,
de manera que esa inteligencia
musical que le damos al ordenador
hace que sea posible luego,
después de hacer herramientas
didácticas,
divertida para entender la
estructura de la música,
su melodía armonía, su ritmo y
cómo ese tipo de aprendizaje
de inteligencia musical la
podemos utilizar tanto
para ayudar en nuevos métodos
de aprendizaje musical.
El nuevo forma de creación musical,
en nueva terapia
que utilizan la música como forma
de ayuda a las personas,
y la música y su estudio también
pueden abordar cuestiones sociales,
como la visibilidad de las
mujeres o la inclusión,
y la integración en las escuelas.
Una de mis principales líneas
de investigación
es analizar la práctica
musical de la mujer.
En el mundo ibérico renacentista,
un ejemplo son los conventos de
monja y su contribución al paisaje sonoro
de una ciudad también
son interesantes
los documentos escritos, que
recogen prácticas orales,
como por ejemplo los documentos
de la Inquisición,
que ofrecen información sobre
práctica musical
de tradición oral que raramente
se encuentran reflejada
en los documentos que maneja los
musicólogo de forma habitual.
También me he centrado en el estudio
de la transmisión de repertorio
de tradición oral de música
española en el siglo XX,
puesto que pienso que la oralidad
en una pieza clave
a tener en cuenta para desafiar
el fenómeno de invisibilidad
de la mujer en documentos históricos
hemos realizado investigaciones
para demostrar que los alumnos que
acaban de llegar a nuestro país
se integran mucho mejor gracias
a un trabajo musical
que les permite convertirse
en expertos
de la música de su país de origen
y que son mejor recibidos
por el grupo clase.
Trabajar con músicas del mundo
para integrar alumnos
que acaban de llegar.
Facilita mucho este proceso,
aumentando la autoestima del
sujeto que de inicio,
se sienta excluido, porque
no habla el idioma
porque no tiene otro medio
de comunicación.
La música es un gran canal de
comunicación donde no llegan
las palabras, la música, y nos
favorece mucho esta integración
y esta cohesión del grupo.
Es un reto también que en nuestro
país, que en España,
se le se le dé la importancia que
tiene la educación musical
y se valore como materia, como
materia fundamental
que desarrolla la creatividad
y que contribuye
al desarrollo integral
de las personas,
y es por eso que es tan importante
trabajarla desde bien pequeños.
Si crecemos con la música,
aprenderemos más y mejor.