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El estiramiento unilateral en bipedestación es frecuentemente utilizado para mejorar la flexibilidad de la musculatura esquiosural. En este caso, es importante realizar una pequeña flexión de cadera, manteniendo la pelvis en una posición neutra o en ligera anteversión. En el caso de que la altura de la pierna sea insuficiente, se puede realizar una pequeña flexión del tronco, pero siempre a través del eje gosofemoral, movilizando la pelvis, no flexionando las articulaciones intervertebrales lumbares y torácicas. Cuando la pierna se eleva a mayor altura, hay que tener una mayor extensibilidad para poder colocar las diferentes palancas en una posición adecuada. Un error típico cuando la altura es excesiva es que se produzca una flexión de la rodilla de la pierna apoyada y que la pelvis realice una retroversión. Esa retroversión rectificará o invertirá el raquís lumbar y se producirá a su vez un aumento de la cifosis torácica. No es importante subir la pierna lo más arriba posible. Lo importante es alcanzar una altura que nos permita generar un estímulo de tracción en la musculatura isquiosural, manteniendo las diferentes palancas en la posición adecuada. En el estiramiento unilateral de la musculatura isquiosural es importante considerar una serie de variables para su correcta ejecución. El pie de la pierna de apoyo debe mirar hacia delante. El eje transversal que cruza las caderas debe ser perpendicular a la pierna en la que estamos realizando el estiramiento. Y la pelvis debe colocarse en una posición neutra o en ligera anteversión. A su vez, es preciso la activación de la musculatura paravertebral para mantener unas curvaturas raquídeas alineadas. Para lograr todo ello cuando la pierna se eleva demasiado, es indispensable tener una muy buena flexibilidad de la musculatura isquiosural. En este caso, nos será más difícil mantener las diferentes palancas en las posiciones comentadas. Suele ser frecuente. En este caso, con una altura más elevada, las personas con menor flexibilidad se produce una retrogresión de la pelvis porque los isquios traccionan de la tuberosidad isquiática. Y solo con esa posición les permite subir el pie a una altura tan elevada. Conforme menor sea la flexibilidad de una persona, la retrogresión de la pelvis será mayor y, por tanto, provocará una mayor inversión lumbar y una mayor cifosis torácica, sobre todo si intenta aproximar las manos hacia el pie de la pierna que estamos estirando.