Idioma: Español
Fecha: Subida: 2010-08-28T00:00:00+02:00
Duración: 10m 47s
Lugar: Espinardo - Facultad de Veterinaria - Sala de Disección de Anatomía Veterinaria.
Lugar: Curso
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Estructuras vasculares y nerviosas de la musculatura masticadora y facial en équidos

Área de Anatomía y Embriología Veterinarias

Descripción

Área de Anatomía y Embriología Veterinarias. Departamento de Anatomía y Anatomía Patológica Comparada. Facultad de Veterinaria de Murcia. Proyecto de Innovación Docente para el desarrollo del Campus Virtual de la UMU

Transcripción

Completamos esta práctica analizando las principales formaciones vasculares arteriales y venosas que participan enel riego de los músculos masticadores y faciales, y también terminamos la misma analizando algunas de las estructuras nerviosas que intervienen en la inervación de los mismos. Comenzando por el riego arterial, debemos destacar, en primer lugar, que todos los músculos que hemos descrito reciben riego de una gran arteria que discurre por el cuello. Se trata de la arteria carótida común. Esta arteria carótida común, cuando alcanza la cabeza, se va a dividir en dos arterias importantes. La arteria carótida interna, que va a penetrar por la escotadura carotidea del agujero para llevar riego al encéfalo, y la arteria carótida externa. Será de esta arteria carótida externa de la que deriven las principales ramas que intervienen en el riego de las estructuras mencionadas. De una manera genérica podríamos decir que esta arteria carótida externa realmente termina en dos grandes componentes. Rostral y ventralmente el conocido como tronco linguofacial. Este tronco arterial linguofacial se divide en una arteria lingual que va a penetrar en la lengua para dar riego a este órgano terminando como arteria profunda de la lengua. Y una arteria facial que antes de hacerse lateral por la escotadura de los vasos faciales nos da la arteria sublingual. En esta preparación podemos continuar el trayecto de esa arteria facial una vez que ha desprendido la arteria sublingual. Como decíamos, pasa por la escotadura de los vasos faciales, acompañada de la vena facial y del conducto parotidio y se distribuye por toda la cara con diferentes ramas como, por ejemplo, la arteria labial inferior, la arteria labial superior, la arteria angular del ojo y las arterias lateral y dorsal de la nariz. Todas estas arterias, todas estas ramas de la arteria facial llevan riesgo a los músculos mencionados en la primera parte de la práctica. En el plano profundo, una vez retirada la mandíbula, podemos también analizar el trayecto de otras formaciones vasculares que participan en el riego de las estructuras cefálicas. Así, por ejemplo, además de ese tronco linguofacial podemos destacar la gran arteria maxilar. Esta arteria maxilar podemos identificarla penetrando a través del agujero alar caudal y saliendo por el agujero alar rostral. De tal manera que la porción que queda discurriendo por el canal alar se conoce como porción intraósea de la arteria maxilar. Esta arteria maxilar termina como arteria palatina descendente que se dividirá en tres ramas: la arteria palatina menor; la arteria esfeno-palatina y la arteria infraorbitaria. Complementan estas formaciones arteriales vasculares otras arterias desprendidas de la carótida externa. Así por ejemplo, la más caudal es la arteria occipital. Tenemos también la arteria auricular caudal. Describimos la arteria al alveolar inferior, la que penetra por el canal de la mandíbula acompañando al nervio del mismo nombre. Y la arteria temporal superficial. Esta arteria la destacamos puesto que describimos en el plano superficial la arteria transversa de la cara. Recordamos que esa arteria transversa de la cara discurre junto con el nervio o ramo transverso de la cara y la vena del mismo nombre por la parte más dorsal del músculo masetero. Muchas de estas arterias llevan venas homónimas como ocurre con las venas que discurren junto a las ramas de la arteria facial. Pero en este caso interesa que describamos los principales colectores venenosos que se sitúan en relación con el músculo masetero. En esta preparación plastinada, una vez hemos desprendido o hemos retirado la mayor parte de la porción superficial del músculo masetero, observamos el trayecto de estas importantes venas que confluyen hacia la vena maxilar y hacia la vena linguofacial. Se trata de venas que en su trayecto desarrollan importantes senos venosos, dilataciones en sus paredes. Dorsalmente destacamos la vena transversa de la cara. Esta vena, aunque no se aprecia en esta preparación, desarrolla un seno venoso. Cubierto por el músculo masetero y por debajo de esa vena transversa de la cara destacamos la vena profunda de la cara con su seno correspondiente. Y más ventralmente destacamos la vena bucal, que desarrolla también un gran seno. Como estamos observando en la imagen, el trayecto de la sangre venosa puede discurrir hacia el plexo venoso pterigoideo o también a través de la vena transversa de la cara hacia la vena maxilar. Lo mismo ocurre con la vena bucal cuya sangre puede discurrir hacia ese plexo venoso pterigoideo o mediante esta vena masetérica hacia la vena maxilar. Por último, vemos también la conexión de las venas con la vena facial. El movimiento de la sangre hacia un plexo o hacia un seno venoso determinado, está también influenciado por los movimientos de los músculos masticadores. Por lo tanto, toda la sangre venenosa procedente de las estructuras cefálicas, recordamos que terminará confluyendo a dos grandes colectores venosos, la vena maxilar cubierta parcialmente por la glándula parótida y el músculo parótidoauricular y la gran vena linguofacial, que a confluir, constituyen la vena yugular externa que alcanzará el corazón a través de la vena cava craneal. Completamos la práctica analizando los nervios principales que han intervenido en la movilidad de estos músculos o que van a intervenir recogiendo la sensibilidad de la piel de las distintas regiones de la cabeza. Recordamos, en primer lugar, el nervio facial. Ya describimos este nervio sobre la superficie del masetero con sus ramos bucales y sus ramos bucolabiales que lo continúan hacia el plano rostral. Este nervio facial en esta preparación observamos cómo ha ido cubierto por la glándula parótida. Recordamos que es el séptimo par craneal y que emerge de la base del cráneo a través del agujero estilomastoideo. En el plano profundo, cuando retiramos la mandíbula, podemos apreciar una serie de formaciones nerviosas que acompañan algunas de las estructuras vasculares que hemos mencionado anteriormente. Estas formaciones nerviosas la vamos a describir en esta preparación. Identificamos el tronco linguofacial, identificamos la arteria maxilar y podemos ahora tratar de señalar alguno de los nervios que intervienen sobre todo en relación con el sistema muscular masticador. En este caso hemos conservado el extremo más dorsal de la rama de la mandíbula. Hemos respetado la articulación temporomandibular y estamos apreciando la escotadura de la mandíbula. Pues bien, observamos cómo a través de esa escotadura de la mandíbula pasa un ramo nervioso que se conoce con el nombre de nervio masetérico. Un nervio que, como su nombre indica, llevará impulso motor al músculo masetero. Este nervio masetérico es una continuación del nervio masticador. Y en definitiva, es un ramo de el nervio mandibular del trigémino. Nervio que podemos señalar emergiendo por la escotadura ovla o por el agujero oval que se describe en otras especies. Y concretamente, este nervio mandibular del trigémino, que pertenece al quinto par craneal, además de dar esos ramos musculares o ramos motores para los músculos masticadores, también se caracteriza por dar una serie de nervios sensibles. Entre ellos destacamos el nervio bucal, que va a recoger la sensibilidad del carrillo. El nervio lingual, que discurre hacia el suelo de la boca. Y el nervio alveolar inferior, que junto con la arteria alveolar inferior penetraran por el canal de la mandíbula para terminar como nervio mentoniano. Asímismo, como un ramo de ese nervio mandibular podemos destacar un nervio exclusivamente motor que es el nervio milohioideo que, como su nombre indica, será el que de impulso al nervio milohioideo. Complementan este plano otras formaciones nerviosas no relacionadas con los músculos de la cabeza pero que podemos destacar como es el caso del doce par craneal del nervio hipogloso que llevará impulso motor a los músculos encargados de mover la lengua.

Intervienen

Francisco Gil Cano
Gregorio J. Ramirez Zarzosa
Jose Maria Vazquez Auton
Maria Dolores Ayala Florenciano
Octavio Miguel Lopez Albors
Rafael Manuel Latorre Reviriego

Realizadores

Ana Isabel Merino Jimenez
Maria Inmaculada Lopez De Molina Martinez

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Francisco Gil Cano
Octavio Miguel Lopez Albors

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