Idioma: Español
Fecha: Subida: 2010-08-28T00:00:00+02:00
Duración: 10m 47s
Lugar: Espinardo - Facultad de Veterinaria - Sala de Disección de Anatomía Veterinaria.
Lugar: Curso
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Musculatura masticadora y facial en équidos (II)

Área de Anatomía y Embriología Veterinarias

Descripción

Área de Anatomía y Embriología Veterinarias. Departamento de Anatomía y Anatomía Patológica Comparada. Facultad de Veterinaria de Murcia. Proyecto de Innovación Docente para el desarrollo del Campus Virtual de la UMU

Transcripción

A continuación vamos a terminar de explicar los músculos que integran el sistema neuromuscular facial, hablando de un grupo conocido como grupo residual y completaremos la práctica analizando otros músculos masticadores, como son los músculos pterigoideos, el músculo milohioideo y el músculo vientre rostral del digástrico. El grupo residual del sistema neuromuscular facial, queda integrado por tres músculos. Algunos de ellos lo podemos observar cuando retiramos la glándula parótida y parte del músculo masetero. Concretamente estamos observando lo que es el vientre caudal del digástrico. Con una particularidad en el caballo, y es que este vientre caudal que toma origen en la apófisis paracondilar presenta una porción que se inserta en la rama de la mandíbula, en relación con el ángulo de la mandíbula. Esta porción que es propia de los équidos perteneciente al vientre caudal del digástrico recibe el nombre de porción occipitomandibular. Para terminar de estudiar este grupo residual procedemos a continuación a la retirada de la mandíbula. Y para poder retirar la mandíbula, además de seleccionar la articulación temporomandibular,, cortar completamente el músculo masetero y retirar la porción occipitomandibular del digástrico, tenemos también que retirar los músculos que se insertan en la fosa pterigoidea. Es decir, los músculos pterigoideos, principalmente el músculo pterigoideo medial. En esta preparación hacemos referencia a cómo sería el plano con la mandíbula en su posición. Yuna vez retirado los músculos comentados, incluyendo esta porción occipitomandibular del vientre caudal del digástrico, retiramos tanto la rama como el cuerpo de la mandíbula. Al retirar la mandíbula, apreciamos ahora el trayecto íntegro de el vientre caudal del digástrico. Es todo este músculo que estamos viendo aquí y esta porción, que describimos anteriormente, la porción occipitomandibular del vientre caudal del digástrico. El vientre caudal se continúa con un tendón. Ese tendón que apreciamos perfectamente, recibe el nombre de tendón, intergástrico o tendón intermedio, puesto que es un tendón que va a dar origen a la otra parte del digástrico, es decir al vientre rostral. Sin embargo, este vientre rostral del digástrico ya no se integra dentro del grupo residual de facial, sino que pertenece al sistema neuromuscular masticador y es un músculo que interviene en el descenso de la mandíbula. Completan el grupo residual del facial un músculo que vemos extendido desde la apófisis paracondilar hasta el ángulo del estilohioide. Este músculo de aspecto cuadrilátero Ee el músculo occipitohioideo. Un músculo que va a estabilizar o que va a retraer caudalmente al propio aparato hioideo. Y como prolongación de este músculo occipitohioideo destacamos en este grupo residual de facial el músculo estilohioideo. Este músculo estilohioideo se origina también en el ángulo del estilhioides y termina inserto en el tirohioides y en el basihioides. De tal manera que su tendón va a ser perforado por el tendón intermedio o tendón intergástrico que referíamos anteriormente, constituyendo una vaina que envuelve a dicho tendón. Por lo tanto, en esta preparación podemos observar los tres componentes del grupo residual del facial: el vientre caudal del digástrico, con su porción occipitomandibular desinsertada del ángulo de la mandíbula; El músculo estilohioide que es perforado por el tendón intergástrico y que caudalmente el músculo occipitohioide. Estos tres músculos también podemos observarlos por la cara medial de la mandíbula. En esta preparación que mostramos aquí hemos conservado la mandíbula de este lado y hemos retirado todos los componentes correspondientes al lado izquierdo, de tal manera que apreciamos el trayecto del músculo occipitomandibular en definitiva, del vientre caudal del digástrico con su tendón intermedio o intergástrico, que da origen al vientre rostral del digástrico y que atraviesa el tendón de inserción el tendón de inserción de este músculo, que es el músculo estilohioideo. Los músculos masticadores se completan con la descripción de los músculos milohioideos el vientre rostral digástrico ya mencionado y los músculos pterigoideos. Si observamos el espacio intermandibular, es decir, el espacio que queda entre los dos cuerpos de la mandíbula, podemos apreciar la extensión que ofrecen los músculos que cierran dicho espacio. Es decir, los músculos milohioideos. Los músculos milohioideos son dos láminas rectangulares que desde la línea milohioidea confluyen en un rafe fibroso medio para cerrar todo el suelo de la boca. Caudalmente observamos lo que son los primeros anillos traqueales y la llegada de músculos procedentes del cuello como son os músculos externos esternohioideo y omohioideo. En relación también con los músculos milohioideos podemos destacar en esta preparación la inserción en la cara lingual de la porción molar de la mandíbula de el vientre rostral del digástrico. Este músculo y el músculo milohioideo son músculos depresores de esta mandíbula, es decir, que interviene en el descenso de la misma. Y como estructuras vasculares importantes, además de las referidas en relación con la escotadura facial, destacamos la presencia de los nódulos linfáticos mandibulares. Estos nódulos linfáticos mandibulares con forma de V en el caballo, se sitúan en plenamente en el espacio intermandibular, cauldamente al trayecto de los músculos milohioideos. Estos músculos milohioideos podemos apreciarlos también mejor por la cara medial de la mandíbula. En esta preparación, una vez retirada la lengua y las estructuras relacionadas con el suelo de la boca, podemos apreciar, de una manera más clara, la conformación de este músculo milohioideo. Una lámina rectangular que desde la línea milohioidea va formando una especie de cabestrillo para unirse en un rafe fibroso medio al congénere del lado opuesto. Asimismo, apreciamos de nuevo por debajo del músculo milohioideo la inserción del músculo vientre rostral del digástrico. Músculos implicados repetimos una vez más, en el descenso de la mandíbula. Por último, conviene destacar la presencia de dos músculos elevadores y diductores de la mandíbula, que van a terminar insertos en la fosa pterigoidea de este hueso y en la foea del mismo nombre que teníamos en relación con la apófisis condilar. Se trata, por tanto, de los músculos pterigoideos. Como decíamos al principio de la práctica, estos músculos se sitúan en plena cara medial de la mandíbula y, por lo tanto, para poder estudiarlo, tenemos que hacerlo a nivel de esta cara o una vez retiramos la mandíbula y desinsertamos dicho músculo. Es lo que va a suceder en esta preparación. Al retirar la mandíbula, apreciamos íntegramente el músculo pterigoideo lateral, originándose en la apófisis pterigoide del basiesfenoide e insertandose en la fovea pterigoidea y afectando también a la cápsula de la articulación temporomandibular. Los dos músculos pterigoideos laterales cuando se contraigan a la vez, producirán lo que se conoce con el nombre de proyección craneal o proyección rostral de la mandíbula, la producción de la mandíbula. Asimismo, en esta preparación observamos parcialmente la superficie de inserción en la fosa pterigoidea del otro gran músculo pterigoideo, el músculo pterigoideo medial. Es un músculo elevador de la mandíbula y que también va a contribuir a los movimientos laterales de este hueso. Este músculo pterigoideo medial podemos apreciarlo en otra preparación por su cara que no está inserta en la mandíbula. Todo este músculo que estamos contemplando en esta preparación corresponde al músculo pterigoideo medial y estamos viendo, por lo tanto, su superficie o la superficie de dicho músculo que no establece inserción en la fosa pterigoidea. Los dos músculos pterigoideos, tanto el lateral como el medial podemos apreciarlos muy bien en esta preparación plastinada. En este caso, lo que hemos realizado es una ventana en la rama de la mandíbula. Y ahora apreciamos perfectamente la situación del músculo pterigoideo lateral, cómo queda situado más dorsalmente, cómo afecta la articulación temporomandibular y vemos prácticamente el trayecto completo, la superficie de inserción en las fosa pterigoidea del músculo pterigoideo medial. Estos músculos se relacionan con importantes nervios. Uno de ellos es el nervio mandibular del cual se deriva todo este sistema neuromuscular masticador que acabamos de estudiar.

Intervienen

Francisco Gil Cano
Gregorio J. Ramirez Zarzosa
Jose Maria Vazquez Auton
Maria Dolores Ayala Florenciano
Octavio Miguel Lopez Albors
Rafael Manuel Latorre Reviriego

Realizadores

Ana Isabel Merino Jimenez
Maria Inmaculada Lopez De Molina Martinez

Propietarios

UMtv (Universidad de Murcia)

Publicadores

Francisco Gil Cano
Octavio Miguel Lopez Albors

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