A continuación, la última ponencia,
antes de pasar al debate, estará
a cargo de María de los Ángeles
profesora titular de Fisiología
que nos hablará de relojes
rotos en la covid 19.
También queremos agradecer a los
casi 1.700 espectadores
que están siguiendo estas jornadas
a través de Canal
-Televisión de la Universidad
y recordaros que podéis dejar
vuestras preguntas
para el debate final.
Muchas gracias.
Bueno, muy buenas tardes.
En primer lugar, quería asomarme a
la enhorabuena por las jornadas,
porque creo que en momentos de
incertidumbre como este
pues lo mejor que se pueda hacer
es dar información y formación
y, segundo lugar, pues
dar las gracias
porque hayan contado conmigo
para verlo,
así que, bueno, yo voy
a hablar de relojes,
no tenemos una relojería,
así que me van a permitir que
empiece contando una pequeña historia,
y es que desde que la vida se
originó a nuestro planeta se ha desarrollado
en un entorno cíclico que ha
supuesto la alternancia del ciclo luz,
oscuridad, y con ello la aparición
de las estaciones.
Por tanto, los organismos han
desarrollado mecanismos
para ajustar su fisiología y poder
anticipar estos eventos que se sabe
que va a ocurrir, y con
ello predecir,
o poder calcular cuándo tienen
que acumular reservas
para el invierno, cuando
tienen que emigrar
o cuando tienen que reproducirse
esto necesariamente lleva implícito
que debe existir un mecanismo
para medir en tiempo
un reloj biológico, bueno, dónde
está y cómo funciona.
Pues en nuestro caso ese vuelo se
localiza a ver si soy capaz
de localizar.
Ya lo encontrado se localiza aquí
en el núcleo supraquiasmático
del hipotálamo, son unas
pocas neuronas,
y en realidad hoy sabemos
que este sistema
es un poco más complicado.
Aparte de este reloj principal,
existen relojes periféricos
en prácticamente todos los
órganos y tejidos,
y este reloj además tiene
una característica,
y es que necesita ajustarse,
necesita ponerse en hora
y lo más importante es precisamente
cómo empezado
la alternancia del ciclo
luz, oscuridad,
pero también son importantes
los contactos sociales,
es importante el horario de
ejercicio y es importante.
En los horarios de alimentación
especialmente para el caso de
los relojes periféricos,
este reloj difunde su señal temporal
por señales, nerviosas,
pero también hormonales de los
cuales la más importante es la melatonina,
se la conoce como la
oscuridad química,
y como consecuencia de cómo difunde
este reloj biológico
se, señal temporal,
pues las variables fisiológicas,
aquellas en las que quieran pensar
desde el ciclo sueño vigilia
la actividad locomotora
de los animales.
La temperatura corporal,
la presión arterial,
la secreción hormona, todo, sigue
que ritmos cercanos a las 24 horas,
que es lo que significa el
sistema circadiano.
De hecho,
algunas de ellas también condiciona
cómo nos exponemos a la luz,
como pueda ser el caso del sueño,
pero sobre esto me enteré más tarde.
Así que lo importante no es solo
que estas variables hostiles
a lo largo de las 24 horas, cada
una con su patrón propio,
sino que son, como si fueran
las notas de una partitura
cada uno tiene que ir entrando
en el momento adecuado
para que tengamos una bonita música,
una música que va a dirigir el
núcleo supraquiasmático,
pero si por el motivo que sea,
esa señal pierde fuerza
y los ritmos de esa puesta, la
música se transforma en ruido,
y ese ruido tiene un
nombre y es crono,
y las causas pueden ser múltiples,
pero una de ellas es que las señales
de entrada a ese reloj
no tengan la capacidad de mantenerle
ajustado a esas 24 horas,
entre ellas sedentarismo, no es
ponernos a suficiente luz
durante el día,
es ponernos salud durante la noche
la temperatura ambiental constante,
seguro que ya se van identificando
la situación en la que estamos,
pues eso significa que el
sistema circadiano
debe ponerse en hora cada día.
Eso tiene un nombre, lo llamamos
sincronización.
Imaginemos una situación extrema al
confinamiento que hemos estado,
sino, como empezó un poco
la cronobiología.
Fue un investigador alemán.
Consiguió que estudiantes
universitarios,
que la verdad es que siempre
se prestan,
se metieran en buques de la
Segunda Guerra Mundial
y si decían se decidían continuar
con el experimento,
se cerraba la puerta y veían que
les ocurría a sus ritmos
de sus variables fisiológicas.
En estas condiciones yo les voy
a contar algo más reciente,
una colaboración que hicimos
con la BBC,
que llevaba un dispositivo que hemos
desarrollado aquí en la universidad,
y este voluntario estuvo dentro
de un búnker nuclear
durante 10 días y vio cómo
evoluciona su ritmo.
Los primeros días tenía acceso
a la luz y oscuridad,
pero a partir del tercer día, cómo
se apagaba la luz naranja,
vamos a representar su sueño cada
uno de los días que estaban
en el búnker.
Si se fijan, a partir del momento
en el que se apaga la luz,
cada día se empieza a costar
un poco más tarde
y se levanta un poco más tarde
y al día siguiente igual.
Eso va haciendo que veamos
esta deriva.
Hacia la derecha le encendemos la
luz, ese reajuste y, fíjense,
también el efecto del despertador
que trunca el sueño.
Esto ejemplifica una
de las condiciones
que deben de cumplir los ritmos
deben de persistir
en condiciones constantes y también
otra que tiene la capacidad
de ajustarse, así que si
lo pintamos pues aquí
cuando el ritmo está ajustado
a las 24 horas
y cuando, como en la situación
del búnker,
vamos viendo días un poco más
largos de las 24 horas,
en realidad tenemos toda una
grabación desde los búhos,
las personas más vespertinas, que no
hay manera de que se apuesten
ni de que se levanten las alfombras,
justo lo puesto,
y la mayoría de nosotros,
que nos encontramos en una
situación intermedia,
con días de 24 con dos horas,
fíjense, 24 con dos no son 24,
por eso necesitamos ir reajustando
todos los días,
porque si no días cada día un poco
más largos de lo normal.
Además, esto cambia con la edad.
De hecho, las personas jóvenes son
especialmente vespertinas.
Por eso no hay manera de que se
vayan a la poco que se levante
por la mañana.
Algo que por suerte con
la edad se pasa
y nos volvemos más matutinos
lo que aquí importa.
Este es el tiempo interno.
Les he hablado y cómo es nuestro
tiempo interno,
pero lo importante es que
esté todo bien ajustado
con que con el ciclo luz, oscuridad,
pero también con nuestro tiempo
externos social nuestros horarios,
no solo de la hora que
llevamos en el reloj
sin nuestro nuestro tiempo de ocio
y nuestro tiempo de trabajo.
Vamos a empezar por el
tiempo externo,
tanto estudiar para lo que
voy a decir ahora,
pero el día debe ser día y la
noche noche parece simple,
parece simple, pero en realidad
no lo hacemos,
porque si pensamos en nuestros
días, como son,
se necesitan al menos -2 horas de
luz brillante que no digo tomar el sol,
sólo los brillantes, para mantener
el ajuste del sistema circadiano
y donde pasamos nuestro tiempo;
en el interior de oficinas,
mal iluminadas,
la mayoría y llega la noche y
tenemos oscuridad tampoco.
Entonces entendemos la noche
y además con qué tipo
de luz lo hacemos,
pues en muchas ocasiones con luz que
es azulada con temperaturas
son estas luces frías que cuando
compraron las bombillas,
que indica luz fría, luz, calidad
por la luz fría,
es especialmente activa para
el sistema que se parece
a la luz del día.
Así que es una señal de día para
el sistema circadiano.
Por lo tanto, no es una luz
adecuada para la noche.
Así que cuando haya que trabajar
y encender la luz,
por motivo que sea, por la
noche recuerden bajar
la intensidad para diferencia
del día de la noche y luces
lo más adaptadas posibles, que
son un poquito más amables
y nieve menos la secreción de
esta hormona melatonina,
que les he comenzado.
El principio la luz tiene
otra capacidad.
No voy a explicar esta curva
que es complicada,
pero me sirve para simplemente
decirles.
La luz tiene la capacidad de mover
el reloj de tal forma
que si recibimos por la mañana
tienen capacidad de adelantarlo
y se lo recibieron por la
noche de retrasarlo.
Imagínense que nos acostamos;
tarde, nos hemos expuesto a
luz tarde por la noche.
Nuestra tendencia será a irnos
a dormir más tarde
y también a levantarnos tarde.
Nos quitamos la luz de la mañana
y eso con eso lo que haremos
es un círculo vicioso
en el que entran muchos
de los jóvenes
cuando se encierran en su habitación,
y el único acceso que tiene
son un ordenador
y perder el contacto con
la con el exterior.
Pensemos en el tiempo laboral.
Tenemos que llegar al trabajo,
lo ideal sería ir en bicicleta la
mayoría en coche, pero bueno,
supongamos que tiempo de transporte
hasta el trabajo
que ocurre antes de eso, nos
levantamos, luchamos-
nos preparamos y eso significa que
un poco antes hemos tenido
que poner el despertador, que es lo
que ha ocurrido en la pandemia
que esto lo hemos perdido, que
no ha tenido la oportunidad
de teletrabajar desde su casa.
Ese tiempo se ha ahorrado,
porque hemos tenido flexibilidad
de horarios
y hemos acabado con el despertador
en muchos de los casos.
Eso ha tenido sus ventajas.
De hecho, ésta es la ventaja
que ha tenido perdón
porque está en inglés.
Lo cierto es que hemos dormido
más, hemos dormido más horas
durante la pandemia y lo hemos hecho
ha costando más tarde levantarnos
más tarde pero curiosamente
en estas mismas encuestas
que son las que han permitido
este resultado,
también la gente se ha quejado de
que la calidad del sueño era peor
de que su sueño era más fragmentado
y que aunque dormían más
horas, dormían peor.
También, durante la pandemia se
ha minimizado lo que se llama
de la sociedad de la sociedad.
Se define o se dice que existe,
cuando hay más de dos horas
de diferencia entre el centro del
sueño en los días de trabajo,
y los días libres vale,
generalmente seguro
que todos nos hemos identificado,
que hacemos en tres semanas,
vamos cortos de sueño y llega
al fin de semana.
Recuperamos,
pues, cuando esa diferencia
del centro del sueño
entre uno otros de más de dos horas
se está experimentando la sociedad.
Perdón, pues con la pandemia
eso ha disminuido.
Decíamos que dormir a peor
y que puede contribuir a dormir peor.
Pues, entre otras cosas,
estar 24 horas conectados,
hemos cambiado el estar,
salir los contactos sociales.
Muchas de esas señales de entrada
por la pantalla del ordenador
y comunicarnos a través
de dispositivos,
nuestro ocio y el de nuestros hijos
se ha limitado a estar delante
de una pantalla
que en muchos casos hasta tarde
y he escogido la imagen
aposta con luz azul no olvidemos
que muchas de estas pantallas
también emiten luz azul,
y lo mismo nos pasa a nosotros, que
hemos sustituido el libro impreso
y la lámpara, de mesilla por
un libro electrónico
que también está nominado recuerden
que la luz por la noche
retrasa el sistema circadiano
y también inhiben la secreción de
melatonina, malas señales para dar
a nuestro reloj biológico
que más ha hecho.
La pandemia,
pues socialmente hemos disminuido
nuestro contacto,
pero ha tenido una cosa buena.
Como ven, una de cal y una arena,
la otra es el toque de queda.
Y por qué vivo el toque de
queda por esta foto.
Si pensamos en los jóvenes y en
el tiempo social de su ocio,
que se extiende hasta las 1.000
en los fines de semana,
pues nos encontramos con
situaciones como ésta.
Ya se han aprendido que el naranja
es el sueño y que pintamos un día
debajo de otro.
Pues fíjense, yo puedo
saber qué día eso.
Esto es un fin de semana.
Probablemente sábado y domingo
llega el lunes
y los por se levanta con
el despertador.
Martes, miércoles, jueves y viernes,
ven que va a corto,
que soñó durante la semana.
Claro, llega al fin de semana.
Se apuesta a las 1.000 porque
fíjense que aquí nos la noche
y claro, se levanta también la
misma operación el domingo
hasta que vuelva a llegar
el lunes el martes
y el miércoles, por eso esto
se denomina social,
y esto implica una sincronización
que, como digo,
al menos el toque de queda, parece
haber limitado un poquito
entre nuestros jóvenes.
Es una pena que no existan
Ministerio del Tiempo.
Hemos hablado de muchas
de las carencias,
pero en nuestro caso no se trataría
de viajar en el tiempo
para cambiar la historia.
Si no se trataría de que existan
consejeros del tiempo que nos digan
qué es lo que es adecuado
en cada momento
para mantener la salud
de nuestro sistema,
circadiano en general y por ende
del resto del cuerpo,
así que no lo olviden día
tienen que ser día
la noche tienen que ser noche,
tenemos que favorecer
todas las señales de entrada
a nuestro reloj biológico,
y eso implica no solo mantener
la sincronización,
seguir nuestro tiempo interno y que
en nuestro horario laboral,
que habría mucho que discutir
sobre esto,
ese ajuste un poco más
a nuestro tiempo
y no porque ya se ve que
se puede favorecer
y aumentar la duración del sueño,
ahora tenemos que conseguir que
también tenga buena calidad,
y eso implica también, como digo
a parte del contraste
entre el día y la noche,
no solo en la luz
sino también en la temperatura
más fresca para dormir.
Necesitamos una habitación
fresca, la regularidad,
la regularidad de hábitos.
Cuando ustedes van al médico y
les dicen, hagan ejercicio,
nosotros añadiremos sí
pero además hágalo
a las mismas horas.
Que les sirva de señalar
su reloj biológico
que estemos con un horario flexible.
No significa que no podamos mantener
una rutina para, por ejemplo,
el horario de la comida, regularidad.
Así que, pues si quieres saber cuál
es la situación en la página web
de nuestro grupo de que está alojada
en la Universidad de Murcia
hay un taller de relojero
donde pueden hacer el test
de los tres tiempos,
que mide el grado de ajuste entre
nuestro horario de trabajo,
nuestro tiempo interno y nuestras
obligaciones de ocio,
junto con la luz ambiental del lugar
en el que vivimos, lógicamente,
estos resultados están basados
en y siempre se critican
las pruebas objetivas.
Nuestro grupo ha desarrollado
un dispositivo, que esto es
lo guay y que comercializa una
empresa de base tecnológica
también participada por la
Universidad de Murcia,
y que nos permite obtener más de
veintitres millones de datos
de cada sujeto, incluyendo
su actividad;
su exposición a diferentes tipos de
luz, su temperatura corporal,
y podemos saber de forma
bastante fiable
y en este caso objetiva cuál
es su patrón de sueño
que para eso lo desarrollamos.
También tenemos una versión que se
está utilizando las luces porque
bueno, las es ya no por el problema
de estar en la uci,
sino que es el paradigma de
la constancia ambiental
de todo lo que no se debe hacer
desde el punto de vista
del sistema circadiano.
Pero bueno,
esa esa es otra historia.
Así que para otro día, muchas
gracias por su tiempo.