Continuando con el análisis
de la historia,
nos centraremos ahora en el espacio.
Comenzamos, como marca la tónica,
con unas mínimas nociones con el
espacio nos referimos al lugar
donde se desarrollan los
acontecimientos,
lo anteriormente explicado,
acontecimientos que hacen o no
los diversos personajes.
Aunque en esta fase nos centremos
en el espacio,
los espacios se pueden adelantar,
algunas conexiones con el
factor del tiempo,
propondrá el concepto de
topo, en concreto,
en un ensayo de 1938, titulado Las
formas del tiempo y crono topo
en la novela ensayos de
política histórica,
postura que, a diferencia
de las obras
no literarias, las literarias, se
caracterizan por su conclusión,
su o su cierre.
Esta propiedad explica el hecho
de que los géneros literarios
tratan y asimilan de una
manera particular,
el tiempo y el espacio.
Los históricos reales,
no los noveles,
se explican el concepto de definido.
Como la conexión esencial de
relaciones temporales y espaciales
asimiladas artísticamente,
en la literatura espacio y tiempo
indisolubles entrelazados;
se revelan uno en el otro y
además en la literatura
detenta un carácter ideológico
o ideología.
Su importancia es tal que determina
la forma de un género
y alega tres casos, la novela griega,
la novela costumbrista de aventuras,
y la biográfica, por ejemplo, en
la acción de la novela griega
bizantina o sofisticada con su
particular trama amorosa,
sus pruebas y Susana.
El espacio gráfico es muy amplio,
aunque en el tiempo de la aventura
no se produce ningún cambio
en la identidad de los personajes.
Por ello
tal como topo transmite una
ideología de la durabilidad y continuidad,
de la identidad del hombre,
pero la alusión al espacio también
nos puede remitir
a una modalidad textual.
La de la descripción,
que, no obstante se puede asociar
con otros elementos
como el de los personajes recordemos
que describir,
consiste en representar o detallar
el aspecto de algo o alguien a través
del propio lenguaje.
Tomamos como ejemplo algunos
párrafos del cuento,
El gran hotel de la y la tienda
de su enorme sobra
sombras sobre las aguas dormidas
de la dársena,
es un inmenso caserón cuadrado
sin gracia, de cinco pisos,
forastero del azar hospicio
de viajeros,
cooperación a nómina anónima
de la diferencia.
Negocio por acciones, dirección
por contrata
que cambia a menudo, 20 criados,
que cada ocho días ya
no son los mismos.
Docenas y docenas de huéspedes,
que no se conocen,
que se miran sin verse, que siempre
son otros y que cada cual toma
por los la víspera.
Analicemos si bien este
cuento predominará,
la narración sobre la descripción y
también el diálogo es relevante
y deliberado que comience
con una descripción
así se da a conocer un lugar
de concede importancia
e incluso el protagonismo
a lo descrito
y, además, se predispone
a los lectores.
Ante la historia que viene,
se trata de un hotel,
pero a su vez, de dos espacios
que se encuentran tan cerca
y tan lejos en el inicio
de la historia.
Dos balcones exteriores y en
el nudo dos habitaciones
con una en medio que separa así el
primer desenlace estará marcado
por quien permanece.
Aún es en ese espacio,
recuerda la mujer
y quien ya no está en él y no
recuerda nada el hombre.
Pero el segundo desenlace, si
incluirá un cambio espacial,
ahora bien ya sea un nuevo
espacio cerrado,
como es un hospital o ya
sea en Panticosa,
saliendo del país, lo que le sucede
a ambos vuelve a coincidir el final
de la vida y del relato,
al margen de cómo se quiere
concretar el topo de este cuento que novela,
lo cierto es que no hay apenas
movilidad espacio temporal,
por lo que se trata de un crono,
topo en las antípodas de aquellos
relatos clásicos
e incluso de las novelas del
siglo decimonoveno,
mientras que se parece más
al de los relatos,
claves de finales del decimonoveno
y principios del 20
como los de Chejov,
o comienza entonces este cuento con
la descripción del lugar recurso
técnica habitual en la narrativa,
y en especial
en la del siglo decimonoveno.
Se trata una descripción muy poética
para un lugar a priori,
poco poético,
lo cual no es sino síntoma
de maestría literaria.
La arquitectura sin gracia del hotel
del Águila no interesa,
pero sí sus connotaciones,
que no hacen,
sino labrar el terreno
de los enfermos.
Al hablar de hospicio y de tantas
personas sin nombres
ni apellidos anónimos.
Como ellos reunidos tan solo
por el destino trágico
en un fans serio, es decir,
como si se tratara también
frívolamente de mercancías,
esto significaba,
recorren el breve relato, procurando
unidad y coherencia,
se logra crear un ambiente
que destacará
una y otra vez por su frialdad
y su oscuridad,
y es que el clima y la
naturaleza romántica
acompañan el estado anímico del dúo,
también por medio del
hotel del Águila
se logra especializar elementos
de la trama
y de los personajes de
manera paralela
se puede añadir a cómo el tiempo se
materializa gracias al reloj.
Esta báscula acción entre
uno otro personaje
que se produce a continuación por
medio de párrafos diferentes
va indisolublemente unida al cambio
de lugar las respectivas habitaciones
y la omnipresencia de quien narra,
que parece situarse en ese lugar,
como se observa por medio
de los picos empleados.
Así a una perspectiva dual,
le corresponde un espacio espacio
como representación o forma
de una personalidad.
También hay una báscula,
acción de espacios,
que además no son contiguos, al
haber otro cuarto de por medio,
una vez que la acción del relato ya
ha adquirido un mayor ritmo,
tienen lugar la descripción del
Interior, tampoco romántico,
tampoco sublime.
El narrador describe las
habitaciones como horribles,
pero hay más connotaciones, siempre
respecto al espacio,
el espacio dentro del hotel y
el espacio fuera del hotel
al que apenas acceden los dos
protagonistas; sin embargo,
cuando lo haga será para morir.
Constatado esto, con un
análisis aventura,
haremos un comentario final.
Salvando las diferentes.
Las diferencias con la novela
maestra de Leopoldo Alas
y su vetusta en este cuento
el espacio del hotel
se convierte en otro de
los protagonistas,
al ir de la mano de los personajes
y de la trama,
con la inscripción inaugural del
Hotel del Águila Clarín,
también logra hacer alarde de
ciertas dotes poéticas,
así nos predispone no un poema
de amor romántico
sino una historia de soledad de
oscuridad, de enfermedad,
de inacción.
Tal como se puede añadir, Clarín
aprendió de realistas franceses,
como quien afirmaba que citó
los acontecimientos
de la vida pública y privada.
Están íntimamente relacionadas
con la arquitectura bien lo supo
demostrar en La Regenta,
pero también en este cuento
cuando al final
de la presentación inicial
de algún modo
Clarín, nos abre la puerta
del hotel del Águila
y presenta a la gente que
por allí transita.
Pasemos a perfilar a
estos personajes.