Por último, dentro de la historia
nos referimos a los personajes,
son los actores concebidos
únicamente desde su participación
en la acción desde la barra.
Los personajes se entienden como
actuantes como actuantes,
como los que hacen algo esto es los
acontecimientos que se conciben
como funciones.
El ejemplo aducido normalmente es el
título del célebre spaghetti,
western de Sergio Leone,
El bueno, el feo y el
malo así quedan,
despojados de un perfil psicológico
o biográfico,
a lo cual se había atendido hasta
bien entrado el siglo XX.
La crítica literaria, del mismo modo,
como antes se ha realizado
un esfuerzo para aludir
a la inscripción,
aquí se puede hacer para la
modalidad del diálogo;
aquella que representa la
conversación entre personajes,
como ya sabemos, después de conocer
el lugar protagonista,
con él conoceremos al dúo.
Esto es, a los dos protagonistas
alternando los párrafos
de uno de otro.
No ordenadamente,
después de la descripción del hotel
a través del narrador,
pasamos a leer y escuchar los
primeros pensamientos,
que no voces reproducidos,
literalmente seguidos,
de comentarios del narrador;
gracias a todo, lo cual se irán
dando a conocer los dos personajes.
Como ocurrirá poco después
a través del narrador,
la inscripción se hará
a través de la ropa,
con un amplio abrigo de
verano y más tarde,
con botas de hombre elegante,
mientras ella aparece con
un chat de invierno,
tupido bien, oriente por otro lado.
Los primeros pensamientos son los
de un integrante del dúo
que aparece fría e irónicamente
como el otro,
a no pasar de ser un bulto.
En la tercera intervención
de la mujer
se ofrecerá el dato del número
de las habitaciones,
que servirán como de apellido.
Para estos protagonistas anónimos,
en mitad del relato encontramos
muy próximos en dos párrafos
que dan más detalles sobre
los dos protagonistas
encontramos al párrafo 21.
Fue volveremos más tarde a él.
Ahora vamos a leer el veintiseis.
La mujer de 32 tenía 25
años, era extranjera;
había venido a España por hambre
en calidad de institutriz.
En una casa de la nobleza,
la enfermedad le había hecho
salir de el asilo,
le habían dado bastante dinero para
poder andar algún tiempo solo
por el mundo de Fonda en Fonda,
pero lo habían alejado
de sus disciplinas,
no hacía más que eso,
cambiar de pueblo y toser.
Esperaba locamente, contar
alguna ciudad o aldea
en que la gente ama sea los
desconocidos enfermos.
Así pues, solo, una vez que
ha avanzado la trama
y coger ritmo, se presenta al
protagonista masculino.
El párrafo citado, remitiendo
a su vida,
que se resume sencillamente
en soledad
y en recuerdos, en el presente,
y el pasado, que necesita ahora
del imperfecto presentado,
el hombre presentaba la voz femenina.
Llega el turno de hacer lo
propio con el personaje
de la mujer ya pasada,
la mitad del relato
como si el autor hubiera
querido evitar
su gestionarlos así la conoceremos
en acción,
para después, gracias
a la retrospección,
conocer su pasado a través
del cual perfecto,
su situación es compartida con
el anterior personaje
y con tantos otros, es la
del solitario errante,
metáfora sempiterna del ser humano
y llega el colmo del patetismo
y de la ironía.
Con la lástima que llega a sentir
la mujer por el hombre
con esos visos,
no obstante, de erotismo indiscreto
de sus pensamientos
e incluso con esa coquetería
al contener sus Toses,
el caso de este cuento también
sería paradójico.
En este punto los dos protagonistas
serán simplificados como estantes,
aunque con cierto trasfondo
pensativo,
incluso carecen de nombre.
No obstante, más que
actuantes parecen
no actuantes por sus acciones.
Serán mínimas las que les
permite su enfermedad.
Incluso podemos pensar que se trata
de un solo atacante desdoblado,
pues, hacen lo mismo, es más,
no habrá diálogo como tal, sino
alternancia de pensamientos,
que aquí lógicamente gracias
a las trampas del lenguaje
y de la ficción son además
debido a esas trampas.
Esos pensamientos son alternados,
puesto que no puede ser de
otro modo en este arte,
si acaso fueran simultáneos,
no podrían ser simultáneas
o sobre el papel.
Por último, gracias a la literatura,
al fin y al cabo,
como el narrador puede jugar
o fingir inmiscuirse
en los pensamientos de esos
dos personas personajes
en este caso no los analizamos
como antagonistas,
sino como un protagonista
desdoblado, en este caso,
a través de un hombre y una mujer
cuyas historias, en su
inicio y desenlace
se asemejan,
pero cuyos desenlaces finales se
bifurcan como dos posibilidades.
Concluimos con la siguiente
lectura interpretativa,
añadiendo algún dato.
Clarín, supo demostrar en La Regenta,
su maestría con las descripciones
sobre todo de los espacios,
pero también en este cuento
cuando al final de la presentación
inicial
de algún modo nos abre la puerta
del hotel del Águila
y habla de la gente que por allí
transita solo sirvientes y viajeros
se recurre al motivo literario
del viajero.
Sin rumbo y a la otredad,
pues enseguida pasa a descubrir
a otros viajeros,
solos y solitarios que conforman.
El dúo protagonista, sin embargo,
se podría llegar a hablar
de un único personaje,
pues actúan prácticamente igual,
salvo en el primer desenlace,
y hablamos de que actúan,
aunque al fin y al cabo se trate
de personajes pasivos
que no pueden no estar marcados por
la tragedia de su enfermedad.
No obstante, las historias no
son sino cómo se cuentan,
tal como se verá a continuación
con el análisis del cómo,
del discurso de este cuento.